Nuevo mercado de seguros enfrentaría estricta reglamentación
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 24 noviembre, 2008
Nuevo mercado de seguros enfrentaría estricta reglamentación
• Niveles de solvencia y requisitos para operar en el país superan exigencias promedio en la región
Israel Aragón
iaragon@larepublica.net
En la Superintendencia General de Seguros (Sugese) hay una ventanilla cuya labor en los últimos tres meses se ha limitado a abrir por la mañana y cerrar por la tarde. Se trata de la encargada de recibir las peticiones para la inscripción de empresas aseguradoras, que no ha visto pasar a través de sí más que las palabras de quienes se acercan a interactuar con la persona encargada de atenderla.
Desde el 7 de agosto, cuando se creó la Sugese mediante la Ley Reguladora del Mercado de Seguros, ninguna compañía se ha acercado formalmente a pedir la autorización para comercializar sus productos en el mercado de seguros costarricense, recién nacido a la competencia.
“Ha venido mucha gente a hacer preguntas sobre dudas de la ley, pero solicitudes formales todavía ninguna. Eso se debe a que el proceso ha sido corto y estas son inversiones a largo plazo que requieren estudiar el mercado. Además la crisis hace que a la gente mida mejor este tipo de inversiones”, dijo Javier Cascante, superintendente de pensiones.
La Superintendencia de Pensiones recibió en agosto el recargo de supervisar el sector de seguros por 18 meses.
Otro motivo que provocaría cautela entre los inversionistas son los requerimientos que pide la legislación para operar en el país.
“Las restricciones y barreras son bastante fuertes. La mayoría de las empresas que pretenden entrar al mercado lo analizan con prudencia porque hay muchas trabas”, dijo Jorge Salas, presidente de la Cámara Nacional de Comercializadoras de Seguros.
Entre los aspectos que señala como restrictivos están las garantías y depósitos, pues los considera elevados en proporción con los de otros países.
La legislación define un capital mínimo para las compañías especializadas en seguros personales o generales de $3 millones de Unidades de Desarrollo (Udes), una moneda virtual que se calcula con base en la inflación, mientras que el mínimo para las compañías que ofrezcan diversos tipos de seguros será de $7 millones de Udes. El monto aumentará según el nivel de riesgo de cada compañía.
“Sale más barato entrar en el mercado norteamericano que en el costarricense”, afirmó Salas.
“El capital mínimo inicial para las aseguradoras se ha dicho que es alto. En otros países anda por la mitad o dos terceras partes de eso, lo que se puede ver como una manera de limitar el numero de oferentes”, dijo Neftalí Garro, abogado socio del bufete BLP Abogados.
Hasta el momento la Sugese ha emitido dos reglamentos, el de Entidades Aseguradoras, que salió en setiembre y define los requisitos que deberán cumplir las instituciones, reaseguradoras, los corredores y agentes de seguros para operar en el mercado costarricense.
El otro es el Reglamento de Solvencia que establece los montos anteriormente mencionados como mínimos para garantizar que las compañías aseguradoras serán solventes. Este se hizo con base en estudios que toman en cuenta el nivel de riesgo de una aseguradora en el país y qué porcentaje de pólizas deberá pagar, defendió Tomás Soley, intendente de Seguros.
“La solvencia busca medir cuál será la pérdida probable de una cartera de seguros y qué nivel de inversiones se requiere para hacerles frente. La legislación al respecto viene a exigir un capital adicional, más allá de lo que se estima se va a perder por el pago de seguros, para cubrir las pérdidas extraordinarias, como pérdidas del valor de los instrumentos en que se invirtió, un exceso de accidentes por alguna situación particular, impagos, cambios en la esperanza de vida, entre otros”, explicó Soley.
“Si bien es cierto que lo ideal para los asegurados es tener el respaldo de un capital fuerte, los montos establecidos por el reglamento podrían estar deteniendo o al menos dilatando la entrada de algunas empresas al mercado costarricense. Consideramos que aumentar este monto haría irrisoria la apertura en sí del mercado, al impedir tan siquiera el generar uno por la ausencia de participación” dijo María José Echeverría, gerente de Mercadeo del Puesto de Bolsa CAMMB, cuya empresa madre CLF Latinamerica, está a la espera de que se aclaren algunos aspectos de la ley para decidir su estrategia de incursión al mercado.
El otro aspecto que se ha criticado es la reglamentación que incorpora nuevos requisitos de información de socios, que pide planes de negocios bastante detallados. “Esto hace el proceso de solicitud más complejo y lo demora a unos seis meses o hasta más. Eso lo que hará es que las empresas vean el tema como inversión a largo plazo”, agregó Garro. El abogado especialista en seguros considera que estas son formas de buscar que las empresas que entren al país sean sólidas y que garanticen a sus clientes que no perderán la inversión en el corto o mediano plazo.
“Se quiere pasar a un sistema de competencia para beneficiar a consumidor, y para lograr eso se requiere un nivel adecuado, no queremos pasar de un sistema de un proveedor a uno de tres nada más, ni tampoco queremos que surjan empresas que pongan en riesgo a los asegurados”, agregó.
Todavía siguen pendientes de emitir el Manual de Cuentas, el Reglamento de Intermediarios de Seguros y el de Publicidad e Información.
“Va a haber un gran dinamismo, se empieza a sentir movimiento pero sobretodo de grupos financieros. Pero también es de esperar que entren empresas nuevas y que otras atiendan el mercado local desde el extranjero”, dijo Carlos Solís, gerente general de Dinámica Seguros.
• Niveles de solvencia y requisitos para operar en el país superan exigencias promedio en la región
Israel Aragón
iaragon@larepublica.net
En la Superintendencia General de Seguros (Sugese) hay una ventanilla cuya labor en los últimos tres meses se ha limitado a abrir por la mañana y cerrar por la tarde. Se trata de la encargada de recibir las peticiones para la inscripción de empresas aseguradoras, que no ha visto pasar a través de sí más que las palabras de quienes se acercan a interactuar con la persona encargada de atenderla.
Desde el 7 de agosto, cuando se creó la Sugese mediante la Ley Reguladora del Mercado de Seguros, ninguna compañía se ha acercado formalmente a pedir la autorización para comercializar sus productos en el mercado de seguros costarricense, recién nacido a la competencia.
“Ha venido mucha gente a hacer preguntas sobre dudas de la ley, pero solicitudes formales todavía ninguna. Eso se debe a que el proceso ha sido corto y estas son inversiones a largo plazo que requieren estudiar el mercado. Además la crisis hace que a la gente mida mejor este tipo de inversiones”, dijo Javier Cascante, superintendente de pensiones.
La Superintendencia de Pensiones recibió en agosto el recargo de supervisar el sector de seguros por 18 meses.
Otro motivo que provocaría cautela entre los inversionistas son los requerimientos que pide la legislación para operar en el país.
“Las restricciones y barreras son bastante fuertes. La mayoría de las empresas que pretenden entrar al mercado lo analizan con prudencia porque hay muchas trabas”, dijo Jorge Salas, presidente de la Cámara Nacional de Comercializadoras de Seguros.
Entre los aspectos que señala como restrictivos están las garantías y depósitos, pues los considera elevados en proporción con los de otros países.
La legislación define un capital mínimo para las compañías especializadas en seguros personales o generales de $3 millones de Unidades de Desarrollo (Udes), una moneda virtual que se calcula con base en la inflación, mientras que el mínimo para las compañías que ofrezcan diversos tipos de seguros será de $7 millones de Udes. El monto aumentará según el nivel de riesgo de cada compañía.
“Sale más barato entrar en el mercado norteamericano que en el costarricense”, afirmó Salas.
“El capital mínimo inicial para las aseguradoras se ha dicho que es alto. En otros países anda por la mitad o dos terceras partes de eso, lo que se puede ver como una manera de limitar el numero de oferentes”, dijo Neftalí Garro, abogado socio del bufete BLP Abogados.
Hasta el momento la Sugese ha emitido dos reglamentos, el de Entidades Aseguradoras, que salió en setiembre y define los requisitos que deberán cumplir las instituciones, reaseguradoras, los corredores y agentes de seguros para operar en el mercado costarricense.
El otro es el Reglamento de Solvencia que establece los montos anteriormente mencionados como mínimos para garantizar que las compañías aseguradoras serán solventes. Este se hizo con base en estudios que toman en cuenta el nivel de riesgo de una aseguradora en el país y qué porcentaje de pólizas deberá pagar, defendió Tomás Soley, intendente de Seguros.
“La solvencia busca medir cuál será la pérdida probable de una cartera de seguros y qué nivel de inversiones se requiere para hacerles frente. La legislación al respecto viene a exigir un capital adicional, más allá de lo que se estima se va a perder por el pago de seguros, para cubrir las pérdidas extraordinarias, como pérdidas del valor de los instrumentos en que se invirtió, un exceso de accidentes por alguna situación particular, impagos, cambios en la esperanza de vida, entre otros”, explicó Soley.
“Si bien es cierto que lo ideal para los asegurados es tener el respaldo de un capital fuerte, los montos establecidos por el reglamento podrían estar deteniendo o al menos dilatando la entrada de algunas empresas al mercado costarricense. Consideramos que aumentar este monto haría irrisoria la apertura en sí del mercado, al impedir tan siquiera el generar uno por la ausencia de participación” dijo María José Echeverría, gerente de Mercadeo del Puesto de Bolsa CAMMB, cuya empresa madre CLF Latinamerica, está a la espera de que se aclaren algunos aspectos de la ley para decidir su estrategia de incursión al mercado.
El otro aspecto que se ha criticado es la reglamentación que incorpora nuevos requisitos de información de socios, que pide planes de negocios bastante detallados. “Esto hace el proceso de solicitud más complejo y lo demora a unos seis meses o hasta más. Eso lo que hará es que las empresas vean el tema como inversión a largo plazo”, agregó Garro. El abogado especialista en seguros considera que estas son formas de buscar que las empresas que entren al país sean sólidas y que garanticen a sus clientes que no perderán la inversión en el corto o mediano plazo.
“Se quiere pasar a un sistema de competencia para beneficiar a consumidor, y para lograr eso se requiere un nivel adecuado, no queremos pasar de un sistema de un proveedor a uno de tres nada más, ni tampoco queremos que surjan empresas que pongan en riesgo a los asegurados”, agregó.
Todavía siguen pendientes de emitir el Manual de Cuentas, el Reglamento de Intermediarios de Seguros y el de Publicidad e Información.
“Va a haber un gran dinamismo, se empieza a sentir movimiento pero sobretodo de grupos financieros. Pero también es de esperar que entren empresas nuevas y que otras atiendan el mercado local desde el extranjero”, dijo Carlos Solís, gerente general de Dinámica Seguros.