Nota de Tano
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Miércoles 16 enero, 2013
El ser de la casa da muchas ventajas.
Si el domingo pasado, después de la derrota del Saprissa ante San Carlos el director técnico morado hubiera sido Daniel Casas y no Ronald González, el charrúa sale requetesilbado del Ricardo Saprissa. En cambio, a Ronald por poco y lo aplauden.
Esto marca una gran diferencia y lo comentamos desde el primer día que Casas firmó con el Saprissa. En este club a nivel doméstico son muy corrientes los boicots. Badú, en su momento, fue totalmente boicoteado por los líderes del equipo de entonces.
A Casas se lo advertimos en este espacio. Podrá triunfar siempre y cuando no sufra un boicot de los jugadores. Bueno, no fueron los jugadores los que boicotearon a Daniel; estos le dieron su respaldo, fue la afición, ese monstruo de mil cabezas que también en la primera fecha del campeonato destrozó a Donny Grant desde que lo anunciaron en la alineación, la que se encargó de ensuciar la labor del técnico uruguayo que terminó con los mejores números en un torneo corto para el equipo, pero debió dejarlo porque no supo ponerlo a jugarlo bonito. Al estilo Saprissa.
Estamos completamente seguros, conocedores de la capacidad y la personalidad de Daniel, que si la masa morada, toda, la ultra, la educada, la pachuca, los socios, en fin, ese monstruo que llena las gradas del estadio para apoyar al equipo de sus amores, hubiera entrado en comunión con el entrenador suramericano, otro gallo hubiese cantado en la granja de Tibás.
Flaco favor le hace la barra del Saprissa a las pretensiones del equipo de jugar bien al fútbol, con esos estúpidos caprichos que los hacen despedazar las ilusiones de algunos futbolistas de lograr un buen papel, silbando sus nombres desde las primeras de cambio. Lo que sucedió con Donny Grant el domingo pasado es una vergüenza para el equipo morado y son responsables de tan deplorable suceso, esa masa ciega, pachuca y fanática que rompe con rechiflas grotescas la concentración que requiere un futbolista.
Si no es por Donny Grant, Saprissa pierde 4-0, de manera que es hora de que la dirigencia del equipo busque solución a este conflicto tan repetido en la casa morada, de que son los fanáticos del club los que quitan y ponen técnicos y jugadores, consecuencia de su falta de educación en las gradas.
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