NOTA DE TANO

Nota de Tano

Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Sábado 22 diciembre, 2012

Bicampeón o nuevo campeón nacional.

Terminada la noche del sábado y dentro de un majestuoso escenario, pues se anuncia que se agotaron las entradas para el clásico entre Alajuelense y Herediano, con las gradas repletas de espectadores como testigos, Pablo Salazar o Pablo Gabas levantarán la Copa al campeón, un hermoso trofeo bañado en oro que vino de Italia.

La final está abierta y no hay favoritos.

Durante la semana analizamos varias facetas en las que se puede mover el partido, que antes de jugarlo, se presenta como óptimo para las estrategias que acostumbra aplicar Oscar Ramírez, máxime que su equipo llega a la confrontación con ventaja en el marcador.

Se ha especulado mucho sobre el hombre que pueda suplir la ausencia de Armando Alonso como delantero en punta. El exmorado se jugaba el partido de su vida uniformado de rojinegro en el juego de ida y sin embargo se autoexpulsó infantilmente, lo que lo fumigó del juego de vuelta.

Los comentaristas apuntan a la presencia de Anderson Andrade para esa titularidad, pero en esta Nota creemos que el Machillo va a preferir el volver a adelantar a Pablo Gabas en posición de ataque junto a Alvaro Sánchez y que el espacio de su capitán en la cintura lo llenen Diego Calvo o Cristian Oviedo.

Tampoco nos apuntamos a que la Liga juegue a la defensiva amparado a su ventaja inicial; la dura lección que transmitió el Saprissa en su juego de vuelta precisamente con el Team al quedarse enclochado atrás a la espera de ser finalista gracias a la ventaja deportiva, está muy fresca para que Oscar Ramírez la repita.

En el Morera Soto, con las gradas repletas de almas manudas, en la final del campeonato y con la Copa acariciando las manos de sus jugadores gracias al triunfo de visita, se espera una Liga, sino envolvente y arrolladora, que no es el estilo de su entrenador, sí jugando con las pausas y los ritmos que le convienen al equipo. El reloj será el mejor aliado del cuerpo técnico local.

Mientras Herediano no anote, la presión se vuelca contra la visita que tiene que enfrentar esta final con sus ojos en la nariz y en la nuca. El campeón nacional está obligado a meter un gol como parte inicial para no sucumbir, pero tampoco puede abrirse mucho porque el enemigo lo cocina, de manera que en este cierre de campeonato y en este juego decisivo, el gol inicial, si lo hubiere, podrá marcar el destino del partido.

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