Nota de Tano: El lado humano de don Javier fue tan inmenso como su voz
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Viernes 07 septiembre, 2018
El lado humano de don Javier fue tan inmenso como su voz
Lo que más le admiré a Javier Rojas no tuvo que ver absolutamente nada con el deporte.
Como hombre de radio fue monumental, aunque la emisora de sus amores fue Columbia.
A don Javier lo admiré como hombre de familia, porque la vida le dio todo: fama, poder, carisma, mundo, prestigio y otras herramientas que pudieron servir para desviarse de la ruta correcta, pero cada noche, cada día, su destino final siempre fueron los brazos de su amada Jeannethe.
Fanático que soy de la familia, aplaudo y venero a los que la anteponen, aman y defienden a pesar de las tentaciones que rondan a los hombres de poder.
Javier Rojas fue un periodista radial deportivo poderoso y magistral. Único.
Me quedo sin embargo con el Javier, ser humano excepcional.
Compartimos viajes al exterior, un buen lugar para apreciar las bondades y solidaridad de los verdaderos amigos. Podría escribir un largo libro de amargas anécdotas, derivadas de comportamientos y conductas reprochables de colegas compatriotas en la misma ruta.
Don Javier fue hermosa excepción.
Amigo de los amigos; brazos extendidos para ofrecer la ayuda requerida.
Fanático del Herediano, “El Loco” tuvo otra gran pasión: el equipo de baloncesto del Colegio Seminario, aquellos inolvidables quintetos que dirigieron Édgar “Palito” Silva y Jaime Peña, que abarrotaban el Gimnasio Nacional en los años 70 para los espectaculares duelos ante la Universidad de Costa Rica.
Tengo fijas en mis retinas, las imágenes del “Capo”, tragando humo, pegando gritos y caminando como leones en jaula, al lado del recordado Dr. Pedro París, al borde del rectángulo de juego.
En tiempos de crisis del Seminario, que se sepa hoy que fue Javier Rojas, el aficionado que muchas veces los sacó a flote, billetera en ristre.
Javier tuvo una época dorada, cuando su programa Actualidad se transmitió en la Soda Palace. Su voz fuerte, convicción, credibilidad, verbo directo, polémico, incisivo, encendido y el derecho que se ganó por su honestidad de decir lo que le diera la gana, inundó todos los rincones de la Patria.
Me parece y no creo mentir, que se dio el lujo desde el micrófono, de quitar y poner entrenadores.
Murió don Javier; se apagó su voz; quedan sus herederos: Everardo y Yashín, formados en la escuela de sus altos valores.
¡Cómo quería la gente a don Javier, doña Jeannethe!
Vivan usted, Leonor, Rosa María, Mario Javier y sus nietos, tranquilas y en paz con tan hermoso recuerdo.
gpandolfo@larepublica.net
NOTAS ANTERIORES
¡Cuidado! Saprissa olfatea pentacampeonato
Jueves 12 diciembre, 2024
Saprissa es un equipo sumamente peligroso en instancias finales. Se crece, se ordena, se motiva, se mueve en su charco, el que le gusta y le agrada
Herediano venció a la Liga con un equipo refrescante
Miércoles 11 diciembre, 2024
Elías Aguilar encendió todas las luces del clásico provincial
Saprissa y Herediano favoritos a sobrevivir
Martes 10 diciembre, 2024
El Team jugó a lo grande y se tragó a un León, muy mal acostumbrado a convertirse en minino en los momentos cruciales de las competencias
La lucha por no descender se proyecta dramática
Lunes 09 diciembre, 2024
Randall Row, técnico del Santos, sacó a los guapileños del infierno