Nota de Tano
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Viernes 14 marzo, 2008
Retomamos el tema del sábado pasado, cuando hablábamos de cómo la cobija no les está alcanzando a dos equipos grandes, o por lo menos de los más tradicionales del país, que son Cartaginés y Herediano, para cubrir todas sus necesidades.
Los brumosos al mando de Thelvin Cabezas escogieron sanear sus finanzas, y así llegaron a un arreglo satisfactorio con la Caja Costarricense de Seguro Social y se dio a conocer que han cancelado más de ¢300 millones en deudas con ex jugadores.
El problema es que no les alcanzó para mantener un equipo competitivo a lo largo de los años, pues temporada tras temporada dejaron ir a los mejores jugadores y de reconstrucción en reconstrucción para la presente campaña no quedó plata para más “repellos” y están muy cerca de descender a la segunda categoría.
Empero, quizás sea peor la situación del otro grande en problemas, el Herediano, cuya crisis quizás ha pasado más inadvertida porque en lo deportivo se ha mantenido en lo alto de la tabla, sin llegar a ganar el título, pero peleándolo como un candidato más junto con Saprissa y Alajuelense.
El presidente florense Aquil Alí ha enfilado sus baterías a invertir en una de las mejores planillas del país, quizás la más completa línea por línea, con seleccionados y seleccionables en portería, defensa, mediocampo y ataque. Por ende, es una de las más caras e incluso se dio el lujo de reforzarla todavía más con el experimentado Saúl Martínez, muchas veces titular de Honduras, y un ex Juventus de Turín, el uruguayo César Eduardo Pellegrín.
Pero como la cobija no alcanza para todo, en solo lo que llevamos de este año el “team” ha sufrido tres sonoros bochornos. Primero, la Caja Costarricense de Seguro Social le cerró una vez más el estadio por morosidad y les impidió a los rojiamarillos celebrar en la fecha pactada el partido como local ante Alajuelense.
Después, escuchamos a don Aquil decir que “no tenemos cómo pagarle a Geovanny Jara en dos tractos”, en referencia a los ¢28 millones que le adeudan al ex lateral izquierdo. ¿Cómo es eso, no hay plata para cancelarle a Geovanny y sí la hay para tener la planilla que tiene Herediano?
El último papelón fue ayer, cuando Tributación Directa les cerró el estadio Eladio Rosabal, ahora por ¢49 millones que presuntamente adeuda el “team”. Supones que si no tiene para Geovanny, tampoco para Tributación y menos para los ¢260 millones que exige la Caja.
Es decir, Cartaginés logró sanear sus finanzas, pero posiblemente le cueste la permanencia en la primera división, mientras el Herediano disputa el título con un equipazo lleno de figuras, pero no tiene con qué pagarle a la Caja, ni a Tributación ni a Geovanny Jara, ni a quién sabe cuántos etcéteras.
¿Cuál de los dos equipos tradicionales está “menos peor”? Me atrevo a decirlo, el Cartaginés. En dos años se cumple el plazo que dio Fifa para cumplir con ciertos requisitos financieros, de infraestructura y liga menor, y francamente los brumosos parecen más cerca de cumplirlos, aunque sea en segunda.
Es decir, en dos años los cartagineses podrían regresar a primera con sus cuentas limpias y el respaldo de esa gran afición, mientras los heredianos podrían bajar de categoría por culpa de la obsesión de alcanzar un título cueste lo que cueste.
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