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“No me veo vicepresidente”

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Martes 02 julio, 2013


“Lo de los puestos no me aficiona. Uno puede ayudar en una campaña sin necesidad de tener un cargo en el futuro gobierno”, indica Ottón Solís. Esteban Monge/La República


Ottón Solís participará en campaña si se lo piden

“No me veo vicepresidente”

Lamenta que Costa Rica se enfile hacia un gran estallido social si no se corrigen la corrupción y la economía

A pocos días de la convención interna en el PAC, Ottón Solís, fundador y líder de ese Partido, se refiere a la participación que tendrá en la próxima campaña, la primera, en la que no será candidato a la Presidencia de la República en las últimas tres contiendas.
“Dios no me habla”, asevera Solís al indicar que el pueblo de Costa Rica ya le dijo en tres ocasiones que no, a sus intenciones presidenciales y que para él, “la voz del pueblo, es la voz de Dios”.
Descartada su participación como aspirante a la silla presidencial, Ottón asume un rol secundario en la política, a pesar de que las condiciones políticas actuales podrían impulsar sus aspiraciones.
El hartazgo popular a la corrupción y el capital político que ostenta –mayor al de sus correligionarios en esta coyuntura— le podrían servir de armas en una eventual contienda. Sin embargo, él será fiel a sus palabras iniciales.
Lo único en lo que sí está claro, es que ayudará al próximo candidato del PAC si se lo piden; no sabe cómo, pero desde ya no se ve como vicepresidente de una fórmula presidencial, aunque “eso es algo que no he pensado”.

Desde su punto de vista, ¿cuál es el principal problema del país?
El problema de la corrupción en la función pública es el eje central. De ese problema, se derivan casi todos los otros que nos afectan. Si no se resuelve este tema, no se arreglarán las otras problemáticas como el déficit fiscal o las deficiencias en infraestructura. La corrupción es la base de los problemas del país.

¿Cree usted que la corrupción en la función pública está institucionalizada, sobre todo si se toma en cuenta que todas las semanas aparece un caso nuevo?
Por supuesto, no le quepa duda. Se ha dado el caso de ministros que contratan a otros ministros de este gobierno para una consultoría estatal y nadie lo considera malo y nada ha pasado. Por otra parte, la Contraloría sabía lo de la refinería de Recope hace un año, pero no fue hasta que hubo un escándalo por la prensa que al final actuó.

¿Cómo remediarlo?
La solución mía fue tomar el poder, que la ideología de la ética tomara el poder. Pese a que he tenido posiciones fuertes en contra del modelo de desarrollo, estoy convencido de que el cuello de botella del país no es el modelo que utilizamos, sino la corrupción.

¿Pensaría en asumir un rol más protagónico para arreglar ese problema?
Fueron tres veces que el pueblo de Costa Rica me dijo que no. Por el país vale la pena todo, pero el pueblo ha hablado tres veces, no puedo seguir yo de arrogante creyendo que tiene que elegirme de cualquier manera, o que tengo virtudes especiales y que es un error de los costarricenses no votarme. La voz del pueblo, es la voz de Dios y el pueblo ya ha hablado. La única forma de que fuera candidato, es que el PAC no tuviera un aspirante presidencial, pues me daría vergüenza que el partido que fundé no tuviera aspirante.

¿De repente la coyuntura es diferente, pues parece que hay un hartazgo sobre la corrupción en la función pública?
No, la corrupción viene desde antes. Por ejemplo, cuando yo fui diputado existían las partidas específicas que todavía se mantienen.

¿Es el PAC la solución para el país, ya sin usted como candidato?
El PAC tiene que recuperar algunos rigores fundacionales éticos y el candidato, lejos de avergonzarse de esos rigores tiene que promoverlos y con esos requisitos el partido puede hacer la tarea.

¿Cuál será su participación en la campaña venidera?
En el marco de esos rigores fundacionales espero aportar si el candidato lo considera necesario.

¿Estaría tranquilo con cualquiera de los cuatro que quede?
Me inclino por los conceptos y no las personas. Lo importante es que las ideas del PAC vayan hacia adelante con otro chofer.

¿Si el candidato cumple con esas ideas éticas, aceptaría usted servirle al país como vicepresidente?
Lo de los puestos no me aficiona. Uno puede ayudar en una campaña sin necesidad de tener un cargo en el futuro gobierno.

¿En este caso usted no está pidiendo el cargo, sino que el candidato del PAC reconoce su liderazgo dentro del partido?
No sé, no está dentro mi plan de vida. Además, hay gente dentro del Partido que cree que mi presencia hace daño. Recuerden que hace poco dos precandidatos se opusieron a que yo fuera el presidente del partido.

En la calle el asunto puede ser muy diferente, por ejemplo, que el precandidato Claudio Monge se hizo a un lado de la contienda, aduciendo que durante los recorridos que hacía, la gente le pedía que le diera el apoyo a usted.
Mi decisión fue muy pensada y no creo que las cosas hayan cambiado en el electorado. Cualquier cosa que diga es como insinuar que quiero volver, que acepto un puesto, pero no. Debo respetar a los precandidatos y aceptar, yo había dicho que no. Manifestar lo contrario, sería como meter ruido. En síntesis, no lo veo en mi ruta de vida.

¿Entonces no se ve en un rol protagónico en estos cuatro años?
Me veo trabajando en campaña para que alguien gane, visitando pueblos, haciendo giras y otras cosas si piden mi ayuda, pero no me veo en otro rol, no he pensado en eso.

Desde 2002 los escándalos de corrupción no cesan en el país, ¿cree usted que en determinado momento se generará un gran estallido social?
Francamente espero que no llegue nunca ese momento complejo en que se dé una situación descontrolada. No obstante, el país tiene serios déficits económicos que se han venido cerrando de manera artificial y que ya no aguantan más. Un ejemplo de ello, es el déficit fiscal que alcanza un 5% del PIB, a pesar de que no se está gastando lo que debería gastarse en infraestructura, en educación  y en seguridad ciudadana. Si gastáramos para todo ello, el déficit sería tres o cuatro puntos más alto.

¿En cuánto tiempo podría ser esto inmanejable?
Cuando la deuda interna pase del 60% del PIB, que eso podría pasar en 2016, ya comenzará el mundo a ver que algo pasa en Costa Rica, las agencias calificadoras bajarán el nivel, los dólares empezarán a salir de la economía y las tasas de interés se irán hacia arriba. En el plano social, Costa Rica es el país con el peor desempeño en la distribución del ingreso en los últimos 20 años. Al mismo tiempo, las cifras de desempleo subieron hasta un 10% y hace unos años, estábamos en el 5% o el 6%.

Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net

 







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