Nicaragua irá a reunión de emergencia por migrantes cubanos
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Viernes 20 noviembre, 2015
Con la participación de Nicaragua confirmada, este martes los cancilleres de Centroamérica, Cuba, Ecuador, Colombia y México, se reunirán para debatir una salida a la crisis migratoria que afecta a más de 1.500 refugiados cubanos que están varados en el país.
Tras varios días de intenso cabildeo diplomático, Manuel González, canciller de la República, logró que sus homólogos del istmo acordaran una reunión de emergencia a instancias del SICA en El Salvador.
En el lapso de unas cuantas horas, la Cancillería logró detener las acusaciones de Nicaragua de que había una violación a su soberanía por parte de Costa Rica, para trasladar el debate a un asunto humanitario que requiere atención de urgencia.
Por esta razón, no es de extrañar que Nicaragua haya confirmado su presencia, ya que, de lo contrario, sería cuestionada por los otros países de la región.
La idea del país es crear un corredor humanitario a través del continente, para que los refugiados de Cuba puedan llegar sanos y salvos a Estados Unidos, en donde obtendrían estatus legal, sin exponerse a las bandas de tráfico de personas, narcotraficantes y armas que afectan la región.
“Los países han reaccionado de forma positiva y solidaria, han entendido que el aspecto humanitario está en juego y que debe ser abordado integralmente por toda la región”, dijo González.
Costa Rica intenta que la crisis de los refugiados cubanos no se politice y de esta forma quede al margen del diferendo diplomático que divide al país con Nicaragua por la invasión de la Isla Calero, a cargo del ejército de esa nación.
Esto porque el fallo de la Corte Internacional de La Haya estaría cerca de conocerse, por lo que el Gobierno cree que Nicaragua utilizó este tema para generar una cortina de humo.
Desde el fin de semana, una oleada de migrantes cubanos ingresó a territorio nacional, con el objetivo de continuar su viaje hacia Estados Unidos.
Aunque el país les otorgó visas temporales de tránsito, el gobierno de Daniel Ortega, en Nicaragua, les negó el paso e incluso hizo retroceder con gas lacrimógeno y la presencia del ejército a un grupo de unas 800 personas que lograron cruzar la frontera de Peñas Blancas.
Para los nicaragüenses, la decisión de Costa Rica de dejarlos pasar fue una violación de su soberanía, ya que se estaría permitiendo el paso de refugiados que no cuentan con los permisos necesarios.
Mientras el diferendo diplomático se resuelve, el país reservó unos ¢4 mil millones para atender a las personas que se encuentran en Peñas Blancas a la espera de una solución.
Las autoridades registran unas 1.320 personas en los albergues temporales en varios puntos de Guanacaste, así como unas 400 en Peñas Blancas.