ANALISIS

Pobreza en Costa Rica es un problema, pero no una crisis

Ni ricos ni pobres

Sin mayor productividad, no habrá avance

La pobreza sigue siendo un problema en Costa Rica.
Sin embargo, la única forma de mejorar las condiciones de las personas pobres, sería la de hacernos más productivos.
Hay dos formas de reducir la pobreza, definida como una gran diferencia entre los ingresos de los más ricos de un país, y lo que ganan los más pobres.
Alemania tiene un nivel de igualdad de ingresos entre los más altos del mundo, dado que la mayoría de la gente es económicamente cómoda.
Por su parte, Afganistán ha llegado al mismo nivel de igualdad que Alemania, pero en este caso porque la mayoría de la población es económicamente miserable.
En Alemania, el ingreso anual promedio por persona es de unos $44 mil, asegura el Banco Mundial, además la expectativa de vida es de 81 años, de acuerdo con los datos de Naciones Unidas.
En Afganistán, contrastando, el ingreso anual por persona es menor a $1.000, mientras el afgano promedio muere a los 60 años.

En el caso de Costa Rica, no hemos llegado a los estándares de un país típico primermundista, en el que una persona rica en promedio tiene un ingreso no mayor a diez veces el de una persona pobre.
No obstante, Costa Rica se encuentra en un rango bastante aceptable, en comparación con el resto del continente.
Aparte de este país, solo México, Uruguay y Venezuela, demuestran un múltiplo de 23 o menos, en lo que gana el 10% más rico de la población, en comparación con lo que gana el decil más pobre.
De hecho, el rendimiento costarricense en esta área es superior al de Chile, que es integrante de la Organización para Cooperación y Desarrollo Económico, supuestamente conformado por los países más exitosos del mundo.
Así que la lucha contra la pobreza depende no solo de contar con una brecha aceptable entre ricos y pobres, sino también de incrementar la productividad de todos.
Corea del Sur, que tiene un alto nivel de igualdad de ingresos, es un ejemplo de cómo un país puede llegar a ser rico en un tiempo corto, mientras se comparte la riqueza entre todos los segmentos de la población (los datos expresan el múltiplo, de lo que ganaba en promedio el 10% más rico de la población de cada país, en comparación con lo que ganaba el 10% más pobre, para el año 2009).

Rodrigo Díaz
rdiaz@larepublica.net
@La_Republica