Narcofamilias se multiplican
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Viernes 07 enero, 2011
Cuatro de cada diez organizaciones detenidas por la venta de drogas tienen lazos sanguíneos
Narcofamilias se multiplican
Situación económica y falta de empleo empujan a grupos vulnerables a entrar en negocio ilícito
Basados en códigos no escritos de confianza mutua, fidelidad y hasta amor, en vez de la tradicional volatilidad y desconfianza que rodean a las organizaciones delictivas que se dedican a la venta de drogas, las narcofamilias se multiplican de forma acelerada en el país, ante la mirada de las autoridades que ven con preocupación dicha tendencia.
Y es que al finalizar el año pasado, al menos cuatro de cada diez organizaciones detenidas por la venta de estupefacientes eran clanes familiares, donde en algunos casos, desde los abuelos hasta los adolescentes y los niños participaban en el negocio; mientras que en 2009 este tipo de bandas representaba apenas el 21% de los casos.
El aumento significativo en el número de narcofamilias entre un año y otro se podría explicar por la falta de empleo y la difícil situación que enfrentó el país durante la crisis económica mundial.
Las narcofamilias son bandas unidas por lazos sanguíneos, en las que cada uno de los miembros tiene un papel en la distribución, almacenamiento y venta de estupefacientes. Se caracterizan por ser círculos muy cerrados, donde la confianza se genera por los años de convivencia y los lazos afectivos.
“Para nosotros es simplemente impactante ver cómo toda una familia se desintegra en un dos por tres y muchos de sus miembros quedan presos cuando los sorprendemos. Sin duda alguna, esta situación la vemos con más asiduidad por la falta de empleo y problemas económicos que muchas de esas familias sufren”, expresó el director de la Policía de Control de Drogas, quien prefirió el anonimato por razones de seguridad.
Al finalizar el año pasado, la policía desarticuló 101 bandas que se dedicaban a la venta de drogas, de las cuales 87 eran locales y el resto internacionales, lo que significó un 13% de incremento en relación con 2009.
Casi la totalidad de las narcofamilias detenidas provienen de estratos bajos de la sociedad, en donde se idealiza el supuesto éxito fácil y rápido de algunas bandas.
“Cuando la policía entra a los búnker y detiene a esas bandas, uno logra observar que tienen bienes suntuarios como pantallas planas de 40 o 50 pulgadas, que calzan tenis de marca, que usan cadenas y relojes caros, que a todas luces están fuera de su alcance debido a su condición social y que solo por medio de este tipo de negocios ilícitos pueden acceder a ellos. Mientras no los atrapen, en las comunidades en que viven denotan éxito y se convierten en una especie de modelo a seguir, multiplicando hasta cierto punto esta situación”, aseveró Roberto Pineda, sociólogo de la Universidad Nacional.
Durante el año pasado, más de 9 mil kilos de cocaína fueron decomisados; asimismo, se destruyeron más de 2 millones de plantas de marihuana, así como otro grupo importante de drogas como heroína y hasta éxtasis.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
Narcofamilias se multiplican
Situación económica y falta de empleo empujan a grupos vulnerables a entrar en negocio ilícito
Basados en códigos no escritos de confianza mutua, fidelidad y hasta amor, en vez de la tradicional volatilidad y desconfianza que rodean a las organizaciones delictivas que se dedican a la venta de drogas, las narcofamilias se multiplican de forma acelerada en el país, ante la mirada de las autoridades que ven con preocupación dicha tendencia.
Y es que al finalizar el año pasado, al menos cuatro de cada diez organizaciones detenidas por la venta de estupefacientes eran clanes familiares, donde en algunos casos, desde los abuelos hasta los adolescentes y los niños participaban en el negocio; mientras que en 2009 este tipo de bandas representaba apenas el 21% de los casos.
El aumento significativo en el número de narcofamilias entre un año y otro se podría explicar por la falta de empleo y la difícil situación que enfrentó el país durante la crisis económica mundial.
Las narcofamilias son bandas unidas por lazos sanguíneos, en las que cada uno de los miembros tiene un papel en la distribución, almacenamiento y venta de estupefacientes. Se caracterizan por ser círculos muy cerrados, donde la confianza se genera por los años de convivencia y los lazos afectivos.
“Para nosotros es simplemente impactante ver cómo toda una familia se desintegra en un dos por tres y muchos de sus miembros quedan presos cuando los sorprendemos. Sin duda alguna, esta situación la vemos con más asiduidad por la falta de empleo y problemas económicos que muchas de esas familias sufren”, expresó el director de la Policía de Control de Drogas, quien prefirió el anonimato por razones de seguridad.
Al finalizar el año pasado, la policía desarticuló 101 bandas que se dedicaban a la venta de drogas, de las cuales 87 eran locales y el resto internacionales, lo que significó un 13% de incremento en relación con 2009.
Casi la totalidad de las narcofamilias detenidas provienen de estratos bajos de la sociedad, en donde se idealiza el supuesto éxito fácil y rápido de algunas bandas.
“Cuando la policía entra a los búnker y detiene a esas bandas, uno logra observar que tienen bienes suntuarios como pantallas planas de 40 o 50 pulgadas, que calzan tenis de marca, que usan cadenas y relojes caros, que a todas luces están fuera de su alcance debido a su condición social y que solo por medio de este tipo de negocios ilícitos pueden acceder a ellos. Mientras no los atrapen, en las comunidades en que viven denotan éxito y se convierten en una especie de modelo a seguir, multiplicando hasta cierto punto esta situación”, aseveró Roberto Pineda, sociólogo de la Universidad Nacional.
Durante el año pasado, más de 9 mil kilos de cocaína fueron decomisados; asimismo, se destruyeron más de 2 millones de plantas de marihuana, así como otro grupo importante de drogas como heroína y hasta éxtasis.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net