Nanobots y medicina

La ciencia está dando cada vez pasos más grandes para ayudar a que los seres humanos vivamos más y mejor. La medicina es una de las ramas que más se han beneficiado en este sentido, utilizando y desarrollando diferentes herramientas y técnicas, siendo la biotecnología una de ellas, particularmente con nanobots, que, entre otras aplicaciones, tienen la capacidad de analizar las células desde dentro.

El desarrollo de la nanotecnología ha dado nuevas esperanzas para atacar problemas microscópicos, lo que tendrá una incidencia directa en la lucha contra diferentes tipos de enfermedades, como, por ejemplo, el cáncer.

En la nanotecnología, el término “ciencia” corresponde a la búsqueda de principios para explicar el comportamiento de las entidades y los fenómenos que nos rodean; y el término “tecnología” se refiere al estudio de los conocimientos que permiten manipular nuestro entorno. Por ello, la nanotecnología es la aplicación de la materia a escalas microscópicas y nanométricas, para crear tecnología y usar estructuras y dispositivos con la finalidad de investigar fenómenos a nanoescala en beneficio de la sociedad.

Los nanobots pueden cumplir diversas funciones, como, entre otras, viajar al interior del cuerpo humano para combatir algunas enfermedades o reparar órganos. Además, son capaces de realizar otras funciones como limpiar el medio ambiente y, en ocasiones, pueden detectar plagas.

Como se mencionó en el párrafo anterior, estos nanobots pueden curar el cuerpo humano de diversos males y enfermedades, por lo que la nanomedicina puede aplicarse en:

• Curar enfermedades de la piel usando los nanobots en cremas y compuestos para eliminar grasa excesiva o piel muerta.

• Para la higiene bucodental, como enjuague bucal o en cepillos de dientes, pudiendo estos contener nanorobots que identifiquen y combatan las caries, sarro o la placa y partículas de alimentos pudiendo extraerlos y poder expulsarlos de los dientes.

• Nanodispositivos médicos que trabajen en el sistema inmunológico buscando y combatiendo virus y bacterias presentes no deseadas.

Desde mayo del 2011 la investigación en nanotecnología y sus aplicaciones se declararon de interés público en Costa Rica, lo que ha tenido como resultado, entre otras cosas, la oferta académica para este campo y la instalación en el país de empresas multinacionales especializadas.

Además, el Laboratorio Nacional de Nanotecnología ha incentivado la cooperación a nivel científico con universidades, instituciones u otros entes nacionales e internacionales, privados o públicos, y del sector empresarial. Por su parte, tanto la Universidad de Costa Rica, como el Instituto Tecnológico tienen varios años de hacer diferentes investigaciones enfocadas en nanotecnología.

El país cuenta, por ejemplo, con destacadas profesionales especializadas en esta tecnología, Mónica Morales Masís, Kumara Cordero Edwards y Marcela Hernández Jiménez, quienes desarrollan proyectos en Holanda, Ginebra y Brasil. Ellas llevan a cabo estudios relacionados con celdas solares, materiales ferroeléctricos y las propiedades ópticas de los escarabajos autóctonos de Costa Rica.

Podemos concluir que, si bien algunos de estos nanobots son solo prototipos, se espera que a largo plazo se puedan usar como una herramienta efectiva para curar enfermedades para las que, hasta el día de hoy, no se ha podido encontrar la cura.

Con la ayuda de esta herramienta tecnológica se podrían combatir las células enfermas que producen estas enfermedades y hacer que se autodestruyan. Además de la aplicación de los nanobots en la medicina, estos se pueden aplicar en otros medios como en el medio ambiente, lo cual podrían ser de gran ayuda para poder controlar el impacto ambiental.

Otra alternativa que sería de gran ayuda para las personas es su uso en la salud, ya sea para la higiene personal como para la alimentación, ya que existen nanobots que son capaces de mantener los alimentos en buen estad