Nada convencional
| Miércoles 26 septiembre, 2007
Nada convencional
En un vestidor de un estudio de TV en Londres, Amy Winehouse se desacomoda el cabello. No, ella no está experimentando un ataque debido al madrugón. Tal ha sido el suceso de su segundo disco, "Back To Black", que la cantante de 23 años ya está acostumbrada a no dormir mucho
Craig McLain
Cortesía Universal Music
Mientras el peluquero y el maquillador deambulan a su alrededor, es posible ver algunos de los tatuajes que Amy Winehouse posee desde el lanzamiento de su disco debut en 2003, "Frank". En la parte izquierda superior de su torso puede apreciarse el nombre de su esposo, Blake.
Su inicialmente complicada relación inspiró algunas de las canciones más fuertes de "Back To Black", como "You Know I'm No Good" y algunos incluso dicen que eso ha llevado a que sus batallas con el alcohol, el fumado y no comer se hayan vuelto más públicas.
¿Qué hay acerca del tattoo que dice: Nunca cortes mis alas? ¿Qué significa eso? "Mi ex chico y yo tuvimos una discusión -dice- y me levanté en la mañana y él se había ido. Y solo pensé, sabes qué, no puedo ser sumisa".
O tal vez simplemente Winehouse aprendió a derrotar a sus demonios, en primer lugar exteriorizándolos, y después escribiendo canciones terapéuticas acerca de ellos.
"Es una especie de terapia. A veces no puedo sentirme bien respecto a una determinada situación hasta que no obtengo algo bueno de esa situación, como una canción. Un montón de personas no tienen una gratificación como esa. Por esa razón muchos están buscando llamar la atención o involucrados en drogas".
Winehouse no es una dama con la cual meterse, lo que explica por qué "Back To Black" es música convincente y emocional, pero incluso sus más oscuras canciones tienen su lado entusiasta. "Rehab" es el primer sencillo y una de las canciones que definen estos tiempos modernos. Winehouse la grabó mientras trabajaba en Nueva York con el joven productor del momento, Mark Ronson (Robbie Williams, Christina Aguilera).
"Mark y yo somos realmente buenos haciendo la música que nos gusta", dice con entusiasmo acerca del joven Dj nacido en Inglaterra. "Fue fácil causarnos una buena impresión el uno al otro desde el principio. Somos simplemente un par de nerds".
"La canción que finalmente se transformó en 'Rehab' empezó en un almuerzo. Mark y yo estábamos hablando y yo solo canté de la nada, como algo aleatorio esa frase 'ellos tratan de mandarme a rehabilitación, yo digo no, no, no'. Es una referencia al intento de mi ex manager de que consiguiera ayuda profesional para resolver mis problemas con la bebida".
El resultado: una de las mejores canciones pop del momento. Pero para todos los sonidos de positivismo que, en definitiva, abundan en el llamativo y brillante "Back To Black", ¿podrá Winehouse escribir letras más felices la próxima vez? Habiendo dejado de fumar, yendo regularmente al gimnasio, se podría pensar eso. Seguramente con el suceso del álbum -fue coronada como la Reina de los Brits en la ceremonia de los Brit Awards, y la Winehouse-manía empezando en América- ya esta lista para hacerlo?
"No sé -Winehouse dice con duda-. Siempre habrá cosas para hacer..." Ella se detiene y une sus pensamientos. Esta joven cantante y escritora es considerablemente más pensante de lo que los muchos reportes sobre su adicción a las fiestas nos hacen creer. "Buenas cosas están pasando -continúa-, pero si en algún aspecto de tu vida estás bien, o si tienes suerte y tienes a alguien a tu lado -una nueva sonrisa se forma en su rostro- siempre hay otras cosas en tu vida que están desordenadas. La cosa es: no es que quiera parecer miserable, pero no soy el tipo de persona que escribe canciones sobre la extrema felicidad. Me gusta escribir canciones agridulces".
En un vestidor de un estudio de TV en Londres, Amy Winehouse se desacomoda el cabello. No, ella no está experimentando un ataque debido al madrugón. Tal ha sido el suceso de su segundo disco, "Back To Black", que la cantante de 23 años ya está acostumbrada a no dormir mucho
Craig McLain
Cortesía Universal Music
Mientras el peluquero y el maquillador deambulan a su alrededor, es posible ver algunos de los tatuajes que Amy Winehouse posee desde el lanzamiento de su disco debut en 2003, "Frank". En la parte izquierda superior de su torso puede apreciarse el nombre de su esposo, Blake.
Su inicialmente complicada relación inspiró algunas de las canciones más fuertes de "Back To Black", como "You Know I'm No Good" y algunos incluso dicen que eso ha llevado a que sus batallas con el alcohol, el fumado y no comer se hayan vuelto más públicas.
¿Qué hay acerca del tattoo que dice: Nunca cortes mis alas? ¿Qué significa eso? "Mi ex chico y yo tuvimos una discusión -dice- y me levanté en la mañana y él se había ido. Y solo pensé, sabes qué, no puedo ser sumisa".
O tal vez simplemente Winehouse aprendió a derrotar a sus demonios, en primer lugar exteriorizándolos, y después escribiendo canciones terapéuticas acerca de ellos.
"Es una especie de terapia. A veces no puedo sentirme bien respecto a una determinada situación hasta que no obtengo algo bueno de esa situación, como una canción. Un montón de personas no tienen una gratificación como esa. Por esa razón muchos están buscando llamar la atención o involucrados en drogas".
Winehouse no es una dama con la cual meterse, lo que explica por qué "Back To Black" es música convincente y emocional, pero incluso sus más oscuras canciones tienen su lado entusiasta. "Rehab" es el primer sencillo y una de las canciones que definen estos tiempos modernos. Winehouse la grabó mientras trabajaba en Nueva York con el joven productor del momento, Mark Ronson (Robbie Williams, Christina Aguilera).
"Mark y yo somos realmente buenos haciendo la música que nos gusta", dice con entusiasmo acerca del joven Dj nacido en Inglaterra. "Fue fácil causarnos una buena impresión el uno al otro desde el principio. Somos simplemente un par de nerds".
"La canción que finalmente se transformó en 'Rehab' empezó en un almuerzo. Mark y yo estábamos hablando y yo solo canté de la nada, como algo aleatorio esa frase 'ellos tratan de mandarme a rehabilitación, yo digo no, no, no'. Es una referencia al intento de mi ex manager de que consiguiera ayuda profesional para resolver mis problemas con la bebida".
El resultado: una de las mejores canciones pop del momento. Pero para todos los sonidos de positivismo que, en definitiva, abundan en el llamativo y brillante "Back To Black", ¿podrá Winehouse escribir letras más felices la próxima vez? Habiendo dejado de fumar, yendo regularmente al gimnasio, se podría pensar eso. Seguramente con el suceso del álbum -fue coronada como la Reina de los Brits en la ceremonia de los Brit Awards, y la Winehouse-manía empezando en América- ya esta lista para hacerlo?
"No sé -Winehouse dice con duda-. Siempre habrá cosas para hacer..." Ella se detiene y une sus pensamientos. Esta joven cantante y escritora es considerablemente más pensante de lo que los muchos reportes sobre su adicción a las fiestas nos hacen creer. "Buenas cosas están pasando -continúa-, pero si en algún aspecto de tu vida estás bien, o si tienes suerte y tienes a alguien a tu lado -una nueva sonrisa se forma en su rostro- siempre hay otras cosas en tu vida que están desordenadas. La cosa es: no es que quiera parecer miserable, pero no soy el tipo de persona que escribe canciones sobre la extrema felicidad. Me gusta escribir canciones agridulces".