Mostremos cultura y biodiversidad
El turismo puede ser motivación para revitalizar algunas tradiciones y aspectos de la cultura devolviéndoles sentido práctico y económico, lo que permitirá que no desaparezcan
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 17 mayo, 2010
Nuevas estrategias para diversificar el mercado del turismo pueden traer cambios importantes no solo a ese sector sino al país, como consecuencia. Entre ellos, el rescate y revitalización de tradiciones culturales que de otro modo estaban cayendo en el olvido.
Consolidado como destino turístico relacionado con el disfrute de la naturaleza, de las playas y el sol, Costa Rica logró éxitos y crecimiento en ese sector y el fenómeno, sumado a otros factores atrajo incluso a inversionistas que comenzaron a cubrir zonas, especialmente en Guanacaste, con hoteles y casas para temporadas de vacaciones y descanso de nacionales y extranjeros.
Un crecimiento que se disparó principalmente impulsado por turistas norteamericanos que descubrieron el encanto de visitar estos parajes de ensueño de exuberante naturaleza, con el agregado de la cordialidad que, en general, caracteriza a la gente.
Con la llegada de la crisis económica, sin embargo, el turismo decayó un poco, aunque se mantuvo, y obligó a estudiar y diseñar nuevas estrategias para que recobrara fuerza. En este mismo espacio ya en 2008 hablábamos de la necesidad de diversificar, de atraer a otros mercados. Los empresarios también lo vieron así y comenzaron a volver sus ojos hacia Europa.
En enero de 2009, decíamos aquí que atraer turistas de otras latitudes y culturas obligaba también a repensar la oferta. El tiempo ha demostrado que ese era el camino. Hoy los atractivos en Costa Rica no son únicamente mar, sol y playa. Ahora recibimos también a los que buscan la montaña y otros fascinantes escenarios naturales, adultos mayores, pacientes que quieren unir unas vacaciones a una cirugía o tratamiento dental, amantes del turismo rural que ya no se conforman con probar comidas de la región sino que quieren aprender sobre esas recetas y conocer el origen y forma de cultivo de los productos utilizados.
Esto último, especialmente, servirá para revitalizar algunas tradiciones devolviéndoles sentido práctico y económico, lo que permitirá que no desaparezcan y pondrá en contacto a muchos turistas con una forma de vida en el agro que no conocían, con una naturaleza de frutos diferentes.