Molestia con Solís por intento de revivir pesca de arrastre
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Viernes 25 diciembre, 2015
Al considerar que la pesca con redes de arrastre es una de las formas más nocivas de explotar los recursos marinos, varias organizaciones ambientalistas y diputados de oposición, pegaron el grito al cielo por las intenciones del presidente Luis Guillermo Solís de revivirla por medio de un proyecto de ley.
El problema se da porque en este tipo de pesca para atrapar camarón principalmente, no se separan los recursos marinos que caen en la red, provocando la muerte de una variedad de animales que después son lanzados al mar porque económicamente no son atractivos para los pescadores.
Mientras tanto, el gobierno justifica sus intenciones de revivir la pesca por arrastre, debido a la falta de empleo en Puntarenas y la Zona Sur.
Para ello, organizó un conversatorio que se extendió durante varios meses en los que participaron organizaciones ambientalistas, pescadores, y funcionarios de Gobierno.
Sin embargo, en determinado momento, algunos ecologistas como los de MarViva abandonaron la mesa de diálogo, al considerar que estaba siendo “manipulada”.
El objetivo era buscar alternativas para hacer la pesca más amigable con el ambiente, ya que en 2013 la Sala Constitucional prohibió la pesca de arrastre en la totalidad de las aguas jurisdiccionales del país, salvo que se llegara a aplicar una técnica que eliminará los daños producidos y contara con un amplio apoyo técnico y científico, para su implementación.
Sin embargo, ahora los ambientalistas señalan que el Gobierno impone sus deseos sin contar con el apoyo técnico necesario, aduciendo únicamente la falta de empleo en las costas.
“El Gobierno hace una apuesta irresponsable con un recurso público. Decide proseguir, a la brava, con un proceso fallido; apostando a ciegas a que la pesca de arrastre resuelva el problema del empleo en Puntarenas. Sin sustento técnico, sin cumplir con lo requerido en el voto constitucional y desoyendo los argumentos del sector pesquero artesanal y el sector ambiental, lanza a la Asamblea Legislativa un mal estructurado proyecto de Ley que solo daño y miseria traerá a nuestras costas”, dijo Jorge Jiménez, director general de la Fundación MarViva.
Para los especialistas, el mal manejo de la pesquería de arrastre de camarón generó su propio colapso, ya que actualmente se captura menos del 20% de lo que se capturaba hace 15 años.
Ante la escasez de camarón, cerca del 40% de lo que ahora desembarcan los barcos camaroneros son peces juveniles, generando así una competencia desleal y destructiva para miles de pescadores artesanales, que no pueden competir por volumen.
Por otra parte, la producción de camarón cultivado en el país es cuatro veces mayor de lo que se extrae del mar, por lo que esta podría ser una solución viable.
“No existe ningún análisis sobre el empleo que generaría la actividad, ni mucho menos sobre el impacto ambiental y pese a esto, el Gobierno ya anuncia un plan en las sesiones extraordinarias para validar esta técnica tan nociva”, aseveró Edgardo Araya, diputado del Frente Amplio.