Miradas apuntan a "Cano"
| Martes 27 mayo, 2008
Miradas apuntan a “Cano”
Sucesor de “Manuel Marulanda” no se ha pronunciado sobre el destino de los secuestrados
Bogotá
EFE
La suerte de los secuestrados por la principal guerrilla colombiana se hace más incierta tras la muerte de su máximo líder, “Manuel Marulanda”, y la falta de señales de su sucesor, “Alfonso Cano”, sobre la postura que tomará acerca de las demandas de un acuerdo humanitario o de liberación de los rehenes.
Sin embargo, familiares de los secuestrados, funcionarios y analistas, confían en que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con su nueva dirección, den algún viraje y posibiliten una salida negociada al problema.
Pedro Antonio Marín, alias “Manuel Marulanda” y “Tirofijo” murió el 26 de marzo de un ataque cardíaco, según admitieron este domingo las FARC, que también anunciaron que su sucesor en el mando es Guillermo León Saénz, alias “Alfonso Cano”, de quien aún no se sabe si mantendrá o modificará la línea de su antecesor.
El defensor del Pueblo colombiano, Volmar Pérez, expresó ayer su confianza en que la designación de “Cano”, un antropólogo próximo a cumplir 60 años y considerado de “la línea política”, facilite el acuerdo humanitario y “revalúe la guerra”.
“Si al frente de las FARC predomina la línea política, uno podría esperar que los nuevos responsables de su conducción entiendan esa necesidad, que hay que privilegiar más el diálogo político, que hay que acogerse a las normas del derecho internacional humanitario”, dijo ayer Pérez a los periodistas.
Añadió que en esa línea confía en que la nueva jefatura baje la intensidad de la confrontación armada y urgió a posibilitar un acuerdo humanitario que “garantice el retorno a la libertad de todos los secuestrados”.
Entre las más de 700 personas en poder de las FARC, según cifras del Gobierno, hay 40, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y políticos, soldados y policías, que la guerrilla considera “canjeables” por unos 500 rebeldes presos.
Sucesor de “Manuel Marulanda” no se ha pronunciado sobre el destino de los secuestrados
Bogotá
EFE
La suerte de los secuestrados por la principal guerrilla colombiana se hace más incierta tras la muerte de su máximo líder, “Manuel Marulanda”, y la falta de señales de su sucesor, “Alfonso Cano”, sobre la postura que tomará acerca de las demandas de un acuerdo humanitario o de liberación de los rehenes.
Sin embargo, familiares de los secuestrados, funcionarios y analistas, confían en que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con su nueva dirección, den algún viraje y posibiliten una salida negociada al problema.
Pedro Antonio Marín, alias “Manuel Marulanda” y “Tirofijo” murió el 26 de marzo de un ataque cardíaco, según admitieron este domingo las FARC, que también anunciaron que su sucesor en el mando es Guillermo León Saénz, alias “Alfonso Cano”, de quien aún no se sabe si mantendrá o modificará la línea de su antecesor.
El defensor del Pueblo colombiano, Volmar Pérez, expresó ayer su confianza en que la designación de “Cano”, un antropólogo próximo a cumplir 60 años y considerado de “la línea política”, facilite el acuerdo humanitario y “revalúe la guerra”.
“Si al frente de las FARC predomina la línea política, uno podría esperar que los nuevos responsables de su conducción entiendan esa necesidad, que hay que privilegiar más el diálogo político, que hay que acogerse a las normas del derecho internacional humanitario”, dijo ayer Pérez a los periodistas.
Añadió que en esa línea confía en que la nueva jefatura baje la intensidad de la confrontación armada y urgió a posibilitar un acuerdo humanitario que “garantice el retorno a la libertad de todos los secuestrados”.
Entre las más de 700 personas en poder de las FARC, según cifras del Gobierno, hay 40, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y políticos, soldados y policías, que la guerrilla considera “canjeables” por unos 500 rebeldes presos.