Michelle Obama: todo el mundo sufre altibajos en su matrimonio
| Sábado 31 octubre, 2009
Michelle Obama: todo el mundo sufre altibajos en su matrimonio
Washington
EFE
La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, reconoció que todo el mundo “sufre altibajos” en su matrimonio, al pasar revista a su vida en común con su marido, el presidente Barack Obama.
En una entrevista conjunta que publica el diario The New York Times, Michelle admite: “Esta es la primera vez en mucho tiempo en nuestro matrimonio que hemos vivido siete días a la semana bajo el mismo techo con el mismo horario y los mismos ritos”.
Eso, indica, le ha representado “más alivio” de lo que se hubiera podido imaginar nunca.
La pareja presidencial no había vivido bajo el mismo techo de manera continua desde 1996, cuando Obama ganó las elecciones a senador estatal en Illinois dos años antes de que naciera su hija mayor, Malia.
Según reconocen abiertamente, aquellos fueron “tiempos duros” de su vida en común y aunque el mandatario señala que nunca temió por su matrimonio, sí hubo momentos en los que temió que “Michelle fuera infeliz”.
“Los altibajos le pasan a todo el mundo” en un matrimonio, sostiene, por su parte, la primera dama.
La mayor parte de los días desayunan con sus hijas, Malia y Sasha, antes de que éstas se marchen a la escuela, hacen ejercicio juntos y no comienzan sus programas públicos hasta las nueve o las diez de la mañana, una hora tardía en un país madrugador.
Hace poco concluyeron la decoración a su gusto del área residencial de la Casa Blanca, una tarea en la que ambos colaboraron a la hora de escoger colores y objetos.
Ambos funcionan como un equipo y se esfuerzan en que su matrimonio funcione. Antes de llegar a la Casa Blanca, el presidente prometió a Michelle que continuaría su tradición de salir a cenar en pareja y ha intentado cumplirla.
Washington
EFE
La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, reconoció que todo el mundo “sufre altibajos” en su matrimonio, al pasar revista a su vida en común con su marido, el presidente Barack Obama.
En una entrevista conjunta que publica el diario The New York Times, Michelle admite: “Esta es la primera vez en mucho tiempo en nuestro matrimonio que hemos vivido siete días a la semana bajo el mismo techo con el mismo horario y los mismos ritos”.
Eso, indica, le ha representado “más alivio” de lo que se hubiera podido imaginar nunca.
La pareja presidencial no había vivido bajo el mismo techo de manera continua desde 1996, cuando Obama ganó las elecciones a senador estatal en Illinois dos años antes de que naciera su hija mayor, Malia.
Según reconocen abiertamente, aquellos fueron “tiempos duros” de su vida en común y aunque el mandatario señala que nunca temió por su matrimonio, sí hubo momentos en los que temió que “Michelle fuera infeliz”.
“Los altibajos le pasan a todo el mundo” en un matrimonio, sostiene, por su parte, la primera dama.
La mayor parte de los días desayunan con sus hijas, Malia y Sasha, antes de que éstas se marchen a la escuela, hacen ejercicio juntos y no comienzan sus programas públicos hasta las nueve o las diez de la mañana, una hora tardía en un país madrugador.
Hace poco concluyeron la decoración a su gusto del área residencial de la Casa Blanca, una tarea en la que ambos colaboraron a la hora de escoger colores y objetos.
Ambos funcionan como un equipo y se esfuerzan en que su matrimonio funcione. Antes de llegar a la Casa Blanca, el presidente prometió a Michelle que continuaría su tradición de salir a cenar en pareja y ha intentado cumplirla.