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Michael Jackson, ¿asesinado?

Carolina Barrantes redaccion@larepublica.net | Sábado 11 julio, 2009




Michael Jackson, ¿asesinado?

Carolina Barrantes
cbarrantes@larepublica.net

Se está manejando la posibilidad de que el fallecimiento del Rey del Pop en realidad fuese un homicidio.
La policía de Los Angeles tiene dos hipótesis: la de una sobredosis de drogas recetadas y otra en la que habría mano criminal.
Las pesquisas comenzaron hace 15 días, pero los investigadores están esperando los resultados de la primera autopsia que se le practicó al artista.
Los informes del forense podrían tardar entre tres y cuatro semanas más, aunque se espera que los de la segunda autopsia que se le hizo por solicitud de su familia puedan salir a la luz antes.
Como parte de la investigación, la policía envió citaciones a los doctores que trataron a Jackson durante su vida para reconstruir su historial médico, el cual será determinante para conocer cómo estaba su salud.
La hipótesis de que el artista habría muerto debido a una sobredosis cobró importancia luego de que las autoridades encontraron fuertes calmantes en la casa donde murió.
Además, debido a que ayer salió a conocimiento público que supuestamente Jackson tomaba cada noche más de diez pastillas de Xanax, un medicamento contra el pánico que le conseguían sus empleados o que pedía él mismo visitando a doctores en diferentes estados.
Joe Jackson, padre del cantante, comentó que no estaba al tanto de que su hijo sufriera de dependencia a los medicamentos, pero que está seguro de que “fue víctima de un asesinato”.
Otro de los secretos “a voces” que se confirmaron, es que el Rey del Pop era adicto a las cirugías estéticas, a pesar de que él solo aceptó tres, dos en la nariz y una en el mentón.
El doctor Wallace Goodstein afirmó que Jackson se efectuó entre diez y 12 cirugías, que incluyeron nariz, barbilla e implantes en las mejillas y de párpado.
En cuanto a la palidez de la piel, esta se debió a una enfermedad llamada vitiligo, una decoloración irregular de la epidermis, lo que contradice la creencia popular de que el artista quería parecer blanco.
En el caso del artista este problema fue “tan severo que la mejor forma de tratarlo era con cremas que clareasen las zonas oscuras que quedaban en su piel para igualar la pigmentación totalmente”, según Arnold Klein, dermatólogo del artista.






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