Messi conduce al Barca en Portugal
Luis Fernando Cascante lcascante@larepublica.net | Martes 02 octubre, 2012 12:00 a. m.
Messi conduce al Barca en Portugal
Lionel Messi lleva dos goles y dos asistencias en el torneo. Foto: AFP/La República
Lisboa, 2 oct (EFE).- Dos asistencias del genial Leo Messi, que habilitó al chileno Alexis Suárez (min.6) y a Cesc Fábregas (min.55), sirvieron para que el Barcelona derrotase al Benfica en su estadio (0-2) y se abra camino hacia los octavos de final de la Liga de Campeones.
Cinco días antes de medirse al Real Madrid en el clásico de la Liga española, los azulgrana, que ya suman su séptima consecutiva, se colocan líderes del grupo G, con dos puntos más que el Celtic de Glasgow, que se aupó al segundo puesto al vencer al Spartak de Moscú (2-3).
La lesión de Carles Puyol (min.75) y la expulsión por roja directa de Sergio Busquets (min.87) empañaron la importante y merecida victoria de los catalanes, que exhibieron servicios mínimos en la primera parte, pero mejoraron en la segunda.
El Barcelona se cimentó en su habitual posesión para desesperar a su rival y, como novedad, introdujo el recurso de pases largos en busca de las espaldas de los defensas locales.
El fútbol enhebrado de los catalanes resultó efectivo en un santiamén. Una subida de Jordi Alba propició una punzante pared con Leo Messi, cuyo centro al corazón del área lo cazó Alexis.
El Barca había logrado lo que más le había costado en los últimos encuentros: marcar en la primera parte. El gol, que supuestamente le debía de aportar el tranquilidad, fue un botín envenenado.
El Benfica, que presentó un bloque muy compacto, dispuesto en apenas 25 metros, apretó en la presión y supo buscar los espacios a la defensa barcelonista.
En un robo de balón -celebrados en La Luz casi como un tanto de los locales-, el brasileño Bruno César probó a Víctor Valdés antes de que el argentino Nico Gaitán demostrase en el poder de su zurda.
Una asistencia del ex de Boca Juniors dejó al brasileño Lima en un mano a mano ante Valdés, que desbarató el disparo con las piernas.
El Barcelona no estaba cómodo y optó por el recurso del pase en largo, denostado en un equipo que privilegia la posesión larga y los pases en corto.
En una de las ocasiones más francas, Xavi Hernández descubrió a Alexis entre la defensa del Benfica, pero el chileno remató por encima del larguero.
El propio Alexis, autor hoy del gol 800 del Barcelona en la Liga de Campeones, intervino en otro de los acercamientos más claros. Un centro suyo lo remató fuerte y raso Pedro, pero el guardameta brasileño Artur le negó el gol.
El Benfica, ya con el medio portugués Carlos Martins en el campo, se recogió en su campo arrastrado por la mayor intensidad del Barcelona. El medio centro serbio Matic, sustituto del español Javi García, y Garay se mantenían como baluartes del equipo.
En el 55, Messi firmó su enésima genialidad. Recibió en el centro del campo, efectuó su imparable eslalon, se libró de la marca de al menos tres benfiquistas y abrió a la derecha, donde Cesc definió con calma.
Los azulgrana se agarraron a su típico juego de triangulaciones y desmarques adornados por pases de tacón. Messi, en su versión solidaria, inyectó otro soberbio pase de primera a Pedro antes de cabecear picado un centro Jordi Alba, bien defendido por Artur.
A las genialidades del argentino se unió el talento de Andrés Iniesta, que jugó cerca de 20 minutos y desplegó su excelsa técnica y su capacidad de hacer jugar a los demás.
A quince minutos del final, la lesión de Puyol estropeó la noche tranquila del Barcelona. En un córner, cayó en escorzo y sufrió una luxación del codo del brazo izquierdo, su tercera lesión en los últimos meses.
La expulsión de Busquets, por supuesta agresión, a falta de tres minutos del final cerró el partido.
Agencia EFE
Lionel Messi lleva dos goles y dos asistencias en el torneo. Foto: AFP/La República
Lisboa, 2 oct (EFE).- Dos asistencias del genial Leo Messi, que habilitó al chileno Alexis Suárez (min.6) y a Cesc Fábregas (min.55), sirvieron para que el Barcelona derrotase al Benfica en su estadio (0-2) y se abra camino hacia los octavos de final de la Liga de Campeones.
Cinco días antes de medirse al Real Madrid en el clásico de la Liga española, los azulgrana, que ya suman su séptima consecutiva, se colocan líderes del grupo G, con dos puntos más que el Celtic de Glasgow, que se aupó al segundo puesto al vencer al Spartak de Moscú (2-3).
La lesión de Carles Puyol (min.75) y la expulsión por roja directa de Sergio Busquets (min.87) empañaron la importante y merecida victoria de los catalanes, que exhibieron servicios mínimos en la primera parte, pero mejoraron en la segunda.
El Barcelona se cimentó en su habitual posesión para desesperar a su rival y, como novedad, introdujo el recurso de pases largos en busca de las espaldas de los defensas locales.
El fútbol enhebrado de los catalanes resultó efectivo en un santiamén. Una subida de Jordi Alba propició una punzante pared con Leo Messi, cuyo centro al corazón del área lo cazó Alexis.
El Barca había logrado lo que más le había costado en los últimos encuentros: marcar en la primera parte. El gol, que supuestamente le debía de aportar el tranquilidad, fue un botín envenenado.
El Benfica, que presentó un bloque muy compacto, dispuesto en apenas 25 metros, apretó en la presión y supo buscar los espacios a la defensa barcelonista.
En un robo de balón -celebrados en La Luz casi como un tanto de los locales-, el brasileño Bruno César probó a Víctor Valdés antes de que el argentino Nico Gaitán demostrase en el poder de su zurda.
Una asistencia del ex de Boca Juniors dejó al brasileño Lima en un mano a mano ante Valdés, que desbarató el disparo con las piernas.
El Barcelona no estaba cómodo y optó por el recurso del pase en largo, denostado en un equipo que privilegia la posesión larga y los pases en corto.
En una de las ocasiones más francas, Xavi Hernández descubrió a Alexis entre la defensa del Benfica, pero el chileno remató por encima del larguero.
El propio Alexis, autor hoy del gol 800 del Barcelona en la Liga de Campeones, intervino en otro de los acercamientos más claros. Un centro suyo lo remató fuerte y raso Pedro, pero el guardameta brasileño Artur le negó el gol.
El Benfica, ya con el medio portugués Carlos Martins en el campo, se recogió en su campo arrastrado por la mayor intensidad del Barcelona. El medio centro serbio Matic, sustituto del español Javi García, y Garay se mantenían como baluartes del equipo.
En el 55, Messi firmó su enésima genialidad. Recibió en el centro del campo, efectuó su imparable eslalon, se libró de la marca de al menos tres benfiquistas y abrió a la derecha, donde Cesc definió con calma.
Los azulgrana se agarraron a su típico juego de triangulaciones y desmarques adornados por pases de tacón. Messi, en su versión solidaria, inyectó otro soberbio pase de primera a Pedro antes de cabecear picado un centro Jordi Alba, bien defendido por Artur.
A las genialidades del argentino se unió el talento de Andrés Iniesta, que jugó cerca de 20 minutos y desplegó su excelsa técnica y su capacidad de hacer jugar a los demás.
A quince minutos del final, la lesión de Puyol estropeó la noche tranquila del Barcelona. En un córner, cayó en escorzo y sufrió una luxación del codo del brazo izquierdo, su tercera lesión en los últimos meses.
La expulsión de Busquets, por supuesta agresión, a falta de tres minutos del final cerró el partido.
Agencia EFE