Fideicomiso por $27 millones será para mejorar recursos terrestres

Menos deuda por mayor conservación

Seis proyectos se alistan para su ejecución gracias a dinero perdonado por Estados Unidos

Gracias a un canje de deuda con Estados Unidos por $27 millones, se pueden gestionar planes de vulnerabilidad respecto al cambio climático, planes de negocios para zonas protegidas, eficiencia en el manejo de la administración de estos, e indicadores de gestión en parques nacionales.

Este dinero es parte del segundo canje de deuda realizado con el gobierno norteamericano. Funciona así: Nuestro gobierno identifica deudas, principalmente viejas y caras. Los norteamericanos acuerdan perdonarlas a cambio de que el Banco Central continúe depositando esos dineros en un fideicomiso a favor de la conservación de la naturaleza.
El responsable de llevar la administración de este dinero es la Asociación Costa Rica por Siempre, una ONG que nació hace cuatro años para llevar el hilo en las metas del país en materia de conservación.
“El país es el segundo que más se ha visto beneficiado por este tipo de canjes, después de Indonesia. Hay un comité de supervisión en el que están los gobiernos de Estados Unidos y el nuestro, una organización que subsidia el proceso, y dos invitados uno es la Universidad Earth. Este comité es el que permite los desembolsos, es la junta directiva del fideicomiso”, explica Zdenka Piskulich, directora de la Asociación.
Parte de los dineros patrimoniales del fideicomiso solo se pueden invertir en Estados Unidos; en este caso se hace en JP Morgan Bank.
Esto tiene que verse como un buen negocio, ya que en lugar de estar pagando intereses y deuda, tenemos financiamiento bien ejecutado y fiscalizado para realizar proyectos importantes de biodiversidad y conservación en el país.
Así mediante mecanismo se han ejecutado este año seis proyectos de diversa índole que van a tener sus planes de acción listos para desarrollarse en lo que resta del año y el siguiente.
De estos, uno es para resguardar los recursos de la reserva natural Nicolas Wessberg en Puntarenas, así como un análisis de vulnerabilidad al cambio climático de las áreas silvestres protegidas terrestres del país, liderado por el Catie.
Además, una actualización de la estrategia de investigación del Sistema Nacional de Áreas de Conservación, impulsado por el INBio, así como la elaboración de una propuesta de indicadores para el programa de monitoreo ecológico en el ámbito de los ecosistemas de aguas continentales.
Los últimos dos son programas de identificación de barreras para el desarrollo e implementación de planes de negocios en las áreas silvestres, que sirven como una guía para promover la economía de estas zonas, así como un avance del diseño de un sistema de inducción y sensibilización del tema de cambio climático para los involucrados en áreas protegidas.

Fabio Parreaguirre
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