Memoria y tiranía
| Sábado 28 enero, 2012
Memoria y tiranía
Cuando la Asamblea General de la ONU en el año 2005 designó el 27 de enero como día de recordación de las víctimas del holocausto, fecha en que fue liberado el campo de concentración de Auschwitz Birkenau en 1945, el Secretario General expresó que el día era "un importante recordatorio de las enseñanzas universales del Holocausto, atrocidad sin igual que no podemos simplemente relegar al pasado y olvidar".
Hoy ha crecido el porcentaje de revisionistas y negacionistas que minimizan el impacto de las muertes de judíos en los campos de exterminio y hasta existe una larga lista de individuos que han transformado el tema del holocausto en un detonante para atacar a Israel, frases como “El holocausto fue la justificación para crear Israel”, “Ellos (los judíos) hacen lo mismo que sufrieron durante el holocausto contra los palestinos”, razonamiento torcido y aplicando un análisis superficial para evaluar las tensiones de la crisis entre israelíes y palestinos.
En estos 67 años del acto de liberación del simbólico campo de exterminio, intimida escuchar a líderes de países miembros de ONU rechazar la historia del holocausto. Y junto a estos, “intelectuales”; en su mayoría declarados antisemitas; que realizan estudios para desestimar que el régimen hitleriano haya masacrado a 6 millones de judíos, o al menos intentar transformar la tragedia en la caída colateral de un puñado de judíos en vez de una política de limpieza étnica del “Tercer Reich”.
Ahmadinejad, presidente iraní no solamente ha sido uno de los máximos promotores del negacionismo del holocausto, sino que además es un presidente que expone su intención de destruir al Estado de Israel, lo que hace dudar de sus planes pacifistas para el desarrollo de energía nuclear. En el conflicto entre israelíes y palestinos se mezclan aspectos del negacionismo y el revisionismo. El actual presidente de la OLP, Mahmoud Abbas, realizó una tesis de doctorado donde negaba la shoah. También los líderes de las agrupaciones islamistas de Gaza promueven el negacionismo y el exterminio de los “Ocupantes Sionistas”.
Pero lo peor que hacen hoy los negacionistas ha sido la transferencia del carácter de tragedia, de los judíos hacia lo vivido por los palestinos en los años que han transcurrido de conflicto con Israel, minimizando el dolor de los sobrevivientes de la shoah o trasladándolo a los palestinos en la denominada “Nakba” (tragedia en árabe), conmemoración de carácter más político que de defensa al pueblo palestino. El camino que toman los negacionistas, revisionistas y antisemitas actuales es de minimizar, transcribir la historia o simplemente intentar borrar de un plumazo lo sucedido durante la II Guerra Mundial, tratan de convertirla en un mito que justifique la guerra contra Israel, o lo que es peor, ataques contra judíos en cualquier lugar del mundo porque ya lo dice el argot popular:“Quien es piadoso con los crueles acaba por ser cruel con los piadosos…”.
Bryan Acuña O.
Analista internacional
Cuando la Asamblea General de la ONU en el año 2005 designó el 27 de enero como día de recordación de las víctimas del holocausto, fecha en que fue liberado el campo de concentración de Auschwitz Birkenau en 1945, el Secretario General expresó que el día era "un importante recordatorio de las enseñanzas universales del Holocausto, atrocidad sin igual que no podemos simplemente relegar al pasado y olvidar".
Hoy ha crecido el porcentaje de revisionistas y negacionistas que minimizan el impacto de las muertes de judíos en los campos de exterminio y hasta existe una larga lista de individuos que han transformado el tema del holocausto en un detonante para atacar a Israel, frases como “El holocausto fue la justificación para crear Israel”, “Ellos (los judíos) hacen lo mismo que sufrieron durante el holocausto contra los palestinos”, razonamiento torcido y aplicando un análisis superficial para evaluar las tensiones de la crisis entre israelíes y palestinos.
En estos 67 años del acto de liberación del simbólico campo de exterminio, intimida escuchar a líderes de países miembros de ONU rechazar la historia del holocausto. Y junto a estos, “intelectuales”; en su mayoría declarados antisemitas; que realizan estudios para desestimar que el régimen hitleriano haya masacrado a 6 millones de judíos, o al menos intentar transformar la tragedia en la caída colateral de un puñado de judíos en vez de una política de limpieza étnica del “Tercer Reich”.
Ahmadinejad, presidente iraní no solamente ha sido uno de los máximos promotores del negacionismo del holocausto, sino que además es un presidente que expone su intención de destruir al Estado de Israel, lo que hace dudar de sus planes pacifistas para el desarrollo de energía nuclear. En el conflicto entre israelíes y palestinos se mezclan aspectos del negacionismo y el revisionismo. El actual presidente de la OLP, Mahmoud Abbas, realizó una tesis de doctorado donde negaba la shoah. También los líderes de las agrupaciones islamistas de Gaza promueven el negacionismo y el exterminio de los “Ocupantes Sionistas”.
Pero lo peor que hacen hoy los negacionistas ha sido la transferencia del carácter de tragedia, de los judíos hacia lo vivido por los palestinos en los años que han transcurrido de conflicto con Israel, minimizando el dolor de los sobrevivientes de la shoah o trasladándolo a los palestinos en la denominada “Nakba” (tragedia en árabe), conmemoración de carácter más político que de defensa al pueblo palestino. El camino que toman los negacionistas, revisionistas y antisemitas actuales es de minimizar, transcribir la historia o simplemente intentar borrar de un plumazo lo sucedido durante la II Guerra Mundial, tratan de convertirla en un mito que justifique la guerra contra Israel, o lo que es peor, ataques contra judíos en cualquier lugar del mundo porque ya lo dice el argot popular:“Quien es piadoso con los crueles acaba por ser cruel con los piadosos…”.
Bryan Acuña O.
Analista internacional