Megabancos imponen nueva cultura bancaria
Wilmer Murillo wmurillo@larepublica.net | Jueves 03 enero, 2008
Entidades aún están en proceso de integración
Megabancos imponen nueva cultura bancaria
• La banca local ha hecho lo que era previsible; modernizarse para competir de igual a igual con la privada
• HSBC, BAC Credomatic, Citigroup y Scotiabank provocan reacomodo de fuerzas
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
Durante años recientes la industria bancaria ha cambiado dramáticamente mostrando una mayor consolidación.
La llegada de los megabancos ha obligado a los demás miembros del sistema bancario nacional a revisar sus operaciones, costos y productos para sobrevivir en un mercado más competitivo.
Se aduce que su llegada ha impuesto en el país una nueva cultura, y las inversiones han mostrado un grado de confianza en el sector bancario costarricense.
Sin embargo, los productos y servicios que maneja la banca privada hasta ahora no difieren mucho de los que maneja la estatal.
La razón es que los megabancos viven todavía un proceso de integración, por lo que desde el punto de vista de nuevos productos se suele decir que aún no han tenido un impacto en el mercado nacional.
Para la industria implica que vienen con estándares internacionales mucho más exigentes en términos de eficiencia, tecnología, calidad de servicio y gama de productos.
Esto implica más exigencias en los jugadores locales y, definitivamente, el gran beneficiado de este proceso de competencia es el consumidor.
“El impulso para la economía ha sido positivo, pues las inversiones reflejan un alto grado de confianza en el sector bancario y propicia un mejor clima de negocios para los sectores productivos”, explicó William Delgado, vicepresidente de Finanzas del Banco HSBC.
En el largo plazo todavía resulta difícil determinar cuáles bancos van a prevalecer, puesto que la banca del Estado ha demostrado que está en posibilidades de competir en la batalla comercial que han iniciado.
Para los analistas, el capital y la disciplina de los bancos internacionales podrían abonar una ventaja en su favor.
Para los clientes, el principal impacto del reajuste en el sector financiero es que ahora hay un mercado que ofrece de todo para todos. Esto incluye no solo que habrá más productos y servicios sino un incremento en la competencia que tendería a bajar los precios (tasas de interés y comisiones).
La gama de productos que ofrecerán eventualmente es muy amplia, y en el caso de HSBC en materia de productos bursátiles se incluye una diversidad de notas estructuradas, así como productos derivados entre otras opciones, explicó Delgado.
De lado de las empresas, pueden contar con cuatro entidades con un vínculo directo a la banca internacional, lo que les permitirá obtener recursos más baratos y colocar sus inversiones en cualquier parte del mundo.
Los bancos más grandes, incluidos los del Estado, consideran que están ganando competitividad en tanto que hay pequeños jugadores que todavía enfrentan retos importantes.
Por otra parte, el aumento de la participación de los jugadores internacionales en el sistema se ha visto impulsado por las perspectivas positivas surgidas del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos (Cafta), así como por la mayor integración regional y el crecimiento sólido del Producto Interno Bruto.
HSBC y Citigroup (calificados AA por Fitch), The Bank of Nova Scotia (BNS, calificado AA- por esta agencia) y GE Money han adquirido participaciones significativas en algunos de los mayores bancos costarricenses.
Su llegada es considerada el reflejo de las excelentes oportunidades de negocio y el fuerte crecimiento que se espera en Centroamérica.
A pesar de que su impacto en la economía aún no es fácil de medir, la llegada de la banca internacional se traduce en más y mejores servicios, principalmente en lo que a la banca de personas se refiere (créditos para vivienda, para vehículos, préstamos personales y tarjetas).
En semanas recientes, se ha hecho visible la fuerte competencia, por ejemplo, en créditos de vivienda.
Los bancos están ofreciendo líneas de créditos a plazos más largos y con tasas de interés más bajas, lo que ha motivado una reacción en cadena en el resto del mercado como banca estatal y mutuales.
Se están viendo ya en el mercado algunos instrumentos de cobertura de riesgos de tipo de cambio, oportunidades de inversión en instrumentos internacionales, etc. “Todavía no es mucho, pero ahí irán apareciendo”, dijo Luis Mesalles, economista y empresario.
“Por ahora los bancos internacionales, HSBC, Scotiabank y Citigroup, están en un proceso de integración por lo que no han tenido un impacto directo en el mercado de productos”, señaló Luis Liberman, gerente general de Scotiabank.
Entretanto, GE no ha realizado cambios a pesar de que es el único banco que se ha podido concentrar en el negocio.
El ingreso de los megabancos, según Liberman, ha obligado a los demás miembros del sistema bancario nacional a revisar sus costos, y productos para competir con aquellos que una vez que hayan concluido sus procesos internos traerán productos y procesos de nivel internacional.
Luis Mesalles considera, por su parte, que es poco tiempo para medir el impacto en la economía de los megabancos. No obstante, a su juicio este impacto se va notando en un mayor grado de competencia entre bancos para atraer clientes, especialmente en lo que es captación de ahorros, apertura de cuentas y servicios ligados a ellas.
El capital y la disciplina de los bancos internacionales los llevarían a prevalecer, sostiene Luis Liberman.
Sin embargo, la fortaleza de la banca estatal también le genera algunas ventajas.
“La banca estatal ha demostrado que está en posibilidades de competir desde hace varios años, cuando inició la batalla comercial con la banca privada del país”, adujo Guillermo Quesada, gerente general de Bancrédito.
Para el gerente, el ingreso de la banca internacional más bien es un nuevo incentivo para robustecer las formas de cooperación entre bancos estatales, que irá en beneficio de los clientes.
La llegada de la banca internacional era un hecho previsible, lo que permitió que la banca estatal se haya modernizado y así pueda competir de igual a igual con la banca privada, a pesar de las limitaciones que tiene en materia de contratación administrativa y de personal y de las limitaciones para su capitalización (la banca estatal únicamente se capitaliza con sus utilidades, una vez deducidos los aportes que por ley debe realizar a otras entidades: Infocoop, Conape y Comisión Nacional de Emergencias.
Aun cuando los procesos de adquisición se iniciaron en 2005, es hasta en estos últimos meses en que se concreta la presencia de marca y mayor agresividad competitiva.
Los impactos que genera en el mercado estarán sujetos tanto a las nuevas estrategias asumidas por dichos bancos, así como por la respuesta que brinda la banca pública para competir adecuadamente.
“Será el paso del tiempo el que permita evaluar en mejor forma los efectos de la incursión de los megabancos en el mercado local”, apuntó Quesada.
“El principal reto para los bancos de menor tamaño que carecen de un nicho bien definido consistirá en mejorar su competitividad expandiendo sus volúmenes de negocio a fin de permanecer rentables,” dijo por su parte la agencia calificadora internacional Fitch Ratings.
“Deberán competir con bancos más fuertes que, en la mayoría de los casos, tienen acceso a fondeo a menor costo y pueden contar con soporte externo en caso de ser requerido, con tecnologías y plataformas comerciales de punta,” agrego un informe de Fitch.
La opinión de la calificadora es que la mayor presencia de bancos internacionales altamente calificados no solamente aumenta la disponibilidad de fuentes confiables de financiamiento, sino que conduce a la adopción de mejores prácticas corporativas y de administración de riesgos, así como una asignación de recursos más eficiente.
Sin embargo, con el fin de evitar duplicación de funciones, las operaciones offshore de los bancos adquiridos en muchos casos serían reemplazadas con las propias operaciones de los bancos internacionales.
Con los megabancos también surge un reacomodo del mercado financiero. Hace un año se decía que había entre seis y siete grupos grandes cuyas diferencias de tamaño entre uno y otro en el ranking eran poco significativas. Eso cambió en el transcurso de 2007.
Los cuatro megabancos, BAC Credomatic, Scotiabank, HSBC y Citigroup se distanciaron de Promérica que era su inmediato seguidor.
Si se consolida la operación total de Citigroup en el país, sería dos veces más grande que Promérica.
Hubo en cierto momento un bloque medio de bancos conformado por grupos como Bancomer, Finadesa, Metropolitano y Bantec. Hoy lo integran Promérica, BCT e Improsa, los cuales tienen activos entre ¢200 mil millones y ¢300 mil millones.
Se estima que estos bancos controlan el 19% de las ganancias de este año, una suma sustancial del crédito, y dan empleo al 17% del sector, por lo que algunos analistas han indicado que esto los hace susceptibles de una posible adquisición en el futuro
Se considera además que Lafise, Alianza, Coocique, Cathay, Cafsa y Acobo (estos dos con una financiera) quedarían dentro del bloque de los pequeños, pese a que este segmento se queda con el 9% de las ganancias y poco más del 5% del crédito.
Los bancos estatales (Nacional, Popular, Costa Rica, y Bancrédito) siguen dominando el mercado financiero nacional. Su volumen de activos es superior levemente al de los grupos privados
Solo el Banco Nacional es 2,5 veces más pesado que Scotiabank (una vez consolidado con Interfin) y tres veces superior al BAC Credomatic.
Pero hay que aclarar que Scotiabank consolidado con Interfin) superará en tamaño al Banco Popular.
En productos, cerca del 60% de las carteras de crédito de los bancos en el país corresponde a los públicos, según datos a octubre de este año.
En ahorros y cuentas corrientes los recursos captados por la banca pública es por el orden del 69%.
El patrimonio de los bancos (públicos y privados) a octubre 2007 asciende a ¢891 mil millones, según los informes financieros publicados por la Superintendencia General de Entidades Financieras.
Megabancos imponen nueva cultura bancaria
• La banca local ha hecho lo que era previsible; modernizarse para competir de igual a igual con la privada
• HSBC, BAC Credomatic, Citigroup y Scotiabank provocan reacomodo de fuerzas
Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net
Durante años recientes la industria bancaria ha cambiado dramáticamente mostrando una mayor consolidación.
La llegada de los megabancos ha obligado a los demás miembros del sistema bancario nacional a revisar sus operaciones, costos y productos para sobrevivir en un mercado más competitivo.
Se aduce que su llegada ha impuesto en el país una nueva cultura, y las inversiones han mostrado un grado de confianza en el sector bancario costarricense.
Sin embargo, los productos y servicios que maneja la banca privada hasta ahora no difieren mucho de los que maneja la estatal.
La razón es que los megabancos viven todavía un proceso de integración, por lo que desde el punto de vista de nuevos productos se suele decir que aún no han tenido un impacto en el mercado nacional.
Para la industria implica que vienen con estándares internacionales mucho más exigentes en términos de eficiencia, tecnología, calidad de servicio y gama de productos.
Esto implica más exigencias en los jugadores locales y, definitivamente, el gran beneficiado de este proceso de competencia es el consumidor.
“El impulso para la economía ha sido positivo, pues las inversiones reflejan un alto grado de confianza en el sector bancario y propicia un mejor clima de negocios para los sectores productivos”, explicó William Delgado, vicepresidente de Finanzas del Banco HSBC.
En el largo plazo todavía resulta difícil determinar cuáles bancos van a prevalecer, puesto que la banca del Estado ha demostrado que está en posibilidades de competir en la batalla comercial que han iniciado.
Para los analistas, el capital y la disciplina de los bancos internacionales podrían abonar una ventaja en su favor.
Para los clientes, el principal impacto del reajuste en el sector financiero es que ahora hay un mercado que ofrece de todo para todos. Esto incluye no solo que habrá más productos y servicios sino un incremento en la competencia que tendería a bajar los precios (tasas de interés y comisiones).
La gama de productos que ofrecerán eventualmente es muy amplia, y en el caso de HSBC en materia de productos bursátiles se incluye una diversidad de notas estructuradas, así como productos derivados entre otras opciones, explicó Delgado.
De lado de las empresas, pueden contar con cuatro entidades con un vínculo directo a la banca internacional, lo que les permitirá obtener recursos más baratos y colocar sus inversiones en cualquier parte del mundo.
Los bancos más grandes, incluidos los del Estado, consideran que están ganando competitividad en tanto que hay pequeños jugadores que todavía enfrentan retos importantes.
Por otra parte, el aumento de la participación de los jugadores internacionales en el sistema se ha visto impulsado por las perspectivas positivas surgidas del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos (Cafta), así como por la mayor integración regional y el crecimiento sólido del Producto Interno Bruto.
HSBC y Citigroup (calificados AA por Fitch), The Bank of Nova Scotia (BNS, calificado AA- por esta agencia) y GE Money han adquirido participaciones significativas en algunos de los mayores bancos costarricenses.
Su llegada es considerada el reflejo de las excelentes oportunidades de negocio y el fuerte crecimiento que se espera en Centroamérica.
A pesar de que su impacto en la economía aún no es fácil de medir, la llegada de la banca internacional se traduce en más y mejores servicios, principalmente en lo que a la banca de personas se refiere (créditos para vivienda, para vehículos, préstamos personales y tarjetas).
En semanas recientes, se ha hecho visible la fuerte competencia, por ejemplo, en créditos de vivienda.
Los bancos están ofreciendo líneas de créditos a plazos más largos y con tasas de interés más bajas, lo que ha motivado una reacción en cadena en el resto del mercado como banca estatal y mutuales.
Se están viendo ya en el mercado algunos instrumentos de cobertura de riesgos de tipo de cambio, oportunidades de inversión en instrumentos internacionales, etc. “Todavía no es mucho, pero ahí irán apareciendo”, dijo Luis Mesalles, economista y empresario.
“Por ahora los bancos internacionales, HSBC, Scotiabank y Citigroup, están en un proceso de integración por lo que no han tenido un impacto directo en el mercado de productos”, señaló Luis Liberman, gerente general de Scotiabank.
Entretanto, GE no ha realizado cambios a pesar de que es el único banco que se ha podido concentrar en el negocio.
El ingreso de los megabancos, según Liberman, ha obligado a los demás miembros del sistema bancario nacional a revisar sus costos, y productos para competir con aquellos que una vez que hayan concluido sus procesos internos traerán productos y procesos de nivel internacional.
Luis Mesalles considera, por su parte, que es poco tiempo para medir el impacto en la economía de los megabancos. No obstante, a su juicio este impacto se va notando en un mayor grado de competencia entre bancos para atraer clientes, especialmente en lo que es captación de ahorros, apertura de cuentas y servicios ligados a ellas.
El capital y la disciplina de los bancos internacionales los llevarían a prevalecer, sostiene Luis Liberman.
Sin embargo, la fortaleza de la banca estatal también le genera algunas ventajas.
“La banca estatal ha demostrado que está en posibilidades de competir desde hace varios años, cuando inició la batalla comercial con la banca privada del país”, adujo Guillermo Quesada, gerente general de Bancrédito.
Para el gerente, el ingreso de la banca internacional más bien es un nuevo incentivo para robustecer las formas de cooperación entre bancos estatales, que irá en beneficio de los clientes.
La llegada de la banca internacional era un hecho previsible, lo que permitió que la banca estatal se haya modernizado y así pueda competir de igual a igual con la banca privada, a pesar de las limitaciones que tiene en materia de contratación administrativa y de personal y de las limitaciones para su capitalización (la banca estatal únicamente se capitaliza con sus utilidades, una vez deducidos los aportes que por ley debe realizar a otras entidades: Infocoop, Conape y Comisión Nacional de Emergencias.
Aun cuando los procesos de adquisición se iniciaron en 2005, es hasta en estos últimos meses en que se concreta la presencia de marca y mayor agresividad competitiva.
Los impactos que genera en el mercado estarán sujetos tanto a las nuevas estrategias asumidas por dichos bancos, así como por la respuesta que brinda la banca pública para competir adecuadamente.
“Será el paso del tiempo el que permita evaluar en mejor forma los efectos de la incursión de los megabancos en el mercado local”, apuntó Quesada.
“El principal reto para los bancos de menor tamaño que carecen de un nicho bien definido consistirá en mejorar su competitividad expandiendo sus volúmenes de negocio a fin de permanecer rentables,” dijo por su parte la agencia calificadora internacional Fitch Ratings.
“Deberán competir con bancos más fuertes que, en la mayoría de los casos, tienen acceso a fondeo a menor costo y pueden contar con soporte externo en caso de ser requerido, con tecnologías y plataformas comerciales de punta,” agrego un informe de Fitch.
La opinión de la calificadora es que la mayor presencia de bancos internacionales altamente calificados no solamente aumenta la disponibilidad de fuentes confiables de financiamiento, sino que conduce a la adopción de mejores prácticas corporativas y de administración de riesgos, así como una asignación de recursos más eficiente.
Sin embargo, con el fin de evitar duplicación de funciones, las operaciones offshore de los bancos adquiridos en muchos casos serían reemplazadas con las propias operaciones de los bancos internacionales.
Con los megabancos también surge un reacomodo del mercado financiero. Hace un año se decía que había entre seis y siete grupos grandes cuyas diferencias de tamaño entre uno y otro en el ranking eran poco significativas. Eso cambió en el transcurso de 2007.
Los cuatro megabancos, BAC Credomatic, Scotiabank, HSBC y Citigroup se distanciaron de Promérica que era su inmediato seguidor.
Si se consolida la operación total de Citigroup en el país, sería dos veces más grande que Promérica.
Hubo en cierto momento un bloque medio de bancos conformado por grupos como Bancomer, Finadesa, Metropolitano y Bantec. Hoy lo integran Promérica, BCT e Improsa, los cuales tienen activos entre ¢200 mil millones y ¢300 mil millones.
Se estima que estos bancos controlan el 19% de las ganancias de este año, una suma sustancial del crédito, y dan empleo al 17% del sector, por lo que algunos analistas han indicado que esto los hace susceptibles de una posible adquisición en el futuro
Se considera además que Lafise, Alianza, Coocique, Cathay, Cafsa y Acobo (estos dos con una financiera) quedarían dentro del bloque de los pequeños, pese a que este segmento se queda con el 9% de las ganancias y poco más del 5% del crédito.
Los bancos estatales (Nacional, Popular, Costa Rica, y Bancrédito) siguen dominando el mercado financiero nacional. Su volumen de activos es superior levemente al de los grupos privados
Solo el Banco Nacional es 2,5 veces más pesado que Scotiabank (una vez consolidado con Interfin) y tres veces superior al BAC Credomatic.
Pero hay que aclarar que Scotiabank consolidado con Interfin) superará en tamaño al Banco Popular.
En productos, cerca del 60% de las carteras de crédito de los bancos en el país corresponde a los públicos, según datos a octubre de este año.
En ahorros y cuentas corrientes los recursos captados por la banca pública es por el orden del 69%.
El patrimonio de los bancos (públicos y privados) a octubre 2007 asciende a ¢891 mil millones, según los informes financieros publicados por la Superintendencia General de Entidades Financieras.