Medite al borde de un cañón, ejercítese con vista al valle y camine por senderos en La Fortuna
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Lunes 02 mayo, 2022
La Fortuna esconde un sinfín de rincones, todos especiales y con la mística que ofrece el majestuoso Volcán Arenal.
A pesar de que La Fortuna ha sido un destino recurrente, descubrí un resort cobijado por la frondosa vegetación, con ubicación privilegiada en las faldas del coloso y cuya oferta se enfoca en la exclusividad, personalización de servicio y un concepto de habitación de primera clase.
Se trata de Amor Arenal, que nos envió su invitación para conocer la experiencia y traducirla de la manera más clara.
Con respecto a su oferta deportiva, recreacional y de actividad física, la cual nos compete en primera instancia, esta zona es privilegiada.
Contiguo al terreno principal de habitaciones se encuentra una pequeña reserva forestal con gran variedad de flora y fauna, que acompañados de un guía certificado, nos encontramos con aves multicolor de todo tipo, para una distancia de unos pocos kilómetros, ideal para todo público, a excepción de personas sedentarias sin condición física.
El terreno lo tiene todo, un poco quebrado, con ascensos y descensos moderados y planos en los momentos cuando el cuerpo más lo pide.
Además, los senderos ofrecen acceso exclusivo a los balbuceos arroyos del cañón.
Para quienes prefieren una actividad de mayor relajación pero idóneo para conectar con la flora y fauna, también podrá visitar la plataforma de meditación con vista espectacular del cañón.
Una gran colchoneta le permitirá acostarse o sentarse y meditar, estirar y conversar en una ambiente de total relajación.
Y para quienes desean una clase de yoga, podrán hacer uso de la plataforma de yoga, donde podrá llevar clases con los mejores profesores del mundo con grabaciones o bien hacerlo con un instructor de manera presencial.
Además, para quienes desean realizar un entrenamiento anaeróbico, el hotel cuenta con un gimnasio espectacular, mejor equipado que muchos gimnasios de la GAM y con vista de 180 grados al valle. Incluso aquellos que no disfrutan del gimnasio tendrán una segunda oportunidad asegurada en estas instalaciones.
Y luego del entrenamiento, podrá relajarse o estirar en las piscinas de agua termales de agua manantial.
Para salir de las instalaciones y hacer rafting, caminatas y más, ofrecen tours con operadores externos que llegarán directamente al hotel.
Y si prefiere no mover un músculo, también está la opción del spa con tratamientos únicos y rodeado de la naturaleza.