Más tristezas que alegrías
Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Jueves 31 diciembre, 2009
Más tristezas que alegrías
El fracaso estuvo presente este año en el fútbol nacional; entre lo poco rescatable está el desempeño de la selección juvenil
Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
Dejando como única alegría el excelente trabajo realizado por la selección juvenil en Egipto, 2009 resultó ser un año negro para el fútbol nacional donde el sufrimiento y las decepciones estuvieron a la orden del día.
Sin lugar a dudas el fracaso número uno fue el de la selección mayor al no poder clasificar al Mundial de Sudáfrica. Una eliminatoria que hizo soñar, pero que en un abrir y cerrar de ojos se escapó como agua entre los dedos.
Un boleto que comenzó a alejarse con una espeluznante pérdida en Honduras, seguida por una derrota en casa ante México y luego un gol de El Salvador en los últimos minutos que envió al equipo del cielo a la tierra y propició la destitución del técnico Rodrigo Kenton y posteriormente la llegada de René Simoes.
El sueño del Mundial revivió con dos golazos de Bryan Ruiz en Estados Unidos, se estaba rompiendo la historia al puntuar de tres en tierras norteamericanas, y como fue la constante, un error al final destrozó todo tipo de posibilidad abriendo de par en par las puertas a Honduras para que regresara a un Mundial y mandó a Costa Rica directo al repechaje.
Contra Uruguay nada cambió y se terminó de dar el adiós a una selección intermitente, que por sus propios errores quedó fuera.
Como para levantar un poquito el ánimo, la selección juvenil a cargo de Ronald González demostró que con actitud, agallas y amor a la camisa se pueden hacer grandes cosas. Un cuarto lugar y Esteban Alvarado como el mejor portero del torneo, dieron la única cuota de alegría a la afición costarricense.
Todo lo contrario sucedió con la selección infantil en Nigeria, donde no cosecharon victorias en los tres partidos que disputó y se vino goleada. Algo semejante sucedió con el combinado de fútbol playa en Dubái.
Como si la historia se repitiera, los equipos nacionales tampoco fueron una tabla salvavidas y siguiendo la misma tónica Liberia, Heredia y Saprissa decepcionaron en la Liga de Campeones de la Concacaf.
En cuanto a nivel nacional, 2009 dejó, por fin después de mucho tiempo, a dos nuevos equipos campeones, Liberia y ahora Brujas. Y en el ámbito internacional, no hay mucho que hablar, el Barcelona y Lionel Messi arrasaron con cuanto título y reconocimiento existe. Imparables y con fútbol atractivo el Barcelona obtuvo seis trofeos (Copa del Rey, Liga, Liga de Campeones, Supercopa de Europa, de España y el Mundial de Clubes).
El fracaso estuvo presente este año en el fútbol nacional; entre lo poco rescatable está el desempeño de la selección juvenil
Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
Dejando como única alegría el excelente trabajo realizado por la selección juvenil en Egipto, 2009 resultó ser un año negro para el fútbol nacional donde el sufrimiento y las decepciones estuvieron a la orden del día.
Sin lugar a dudas el fracaso número uno fue el de la selección mayor al no poder clasificar al Mundial de Sudáfrica. Una eliminatoria que hizo soñar, pero que en un abrir y cerrar de ojos se escapó como agua entre los dedos.
Un boleto que comenzó a alejarse con una espeluznante pérdida en Honduras, seguida por una derrota en casa ante México y luego un gol de El Salvador en los últimos minutos que envió al equipo del cielo a la tierra y propició la destitución del técnico Rodrigo Kenton y posteriormente la llegada de René Simoes.
El sueño del Mundial revivió con dos golazos de Bryan Ruiz en Estados Unidos, se estaba rompiendo la historia al puntuar de tres en tierras norteamericanas, y como fue la constante, un error al final destrozó todo tipo de posibilidad abriendo de par en par las puertas a Honduras para que regresara a un Mundial y mandó a Costa Rica directo al repechaje.
Contra Uruguay nada cambió y se terminó de dar el adiós a una selección intermitente, que por sus propios errores quedó fuera.
Como para levantar un poquito el ánimo, la selección juvenil a cargo de Ronald González demostró que con actitud, agallas y amor a la camisa se pueden hacer grandes cosas. Un cuarto lugar y Esteban Alvarado como el mejor portero del torneo, dieron la única cuota de alegría a la afición costarricense.
Todo lo contrario sucedió con la selección infantil en Nigeria, donde no cosecharon victorias en los tres partidos que disputó y se vino goleada. Algo semejante sucedió con el combinado de fútbol playa en Dubái.
Como si la historia se repitiera, los equipos nacionales tampoco fueron una tabla salvavidas y siguiendo la misma tónica Liberia, Heredia y Saprissa decepcionaron en la Liga de Campeones de la Concacaf.
En cuanto a nivel nacional, 2009 dejó, por fin después de mucho tiempo, a dos nuevos equipos campeones, Liberia y ahora Brujas. Y en el ámbito internacional, no hay mucho que hablar, el Barcelona y Lionel Messi arrasaron con cuanto título y reconocimiento existe. Imparables y con fútbol atractivo el Barcelona obtuvo seis trofeos (Copa del Rey, Liga, Liga de Campeones, Supercopa de Europa, de España y el Mundial de Clubes).