Más que fantasía, "destreza y talento"
Carolina Barrantes redaccion@larepublica.net | Viernes 27 febrero, 2009
Más que fantasía, “destreza y talento”
Le Grand Cirque invita a aventurarse en el camino colorido de múltiples contorsionistas, acróbatas que desafían la gravedad y hasta juegos sobre aros gigantes
Carolina Barrantes
cbarrantes@larepublica.net
Su nombre desde un inicio indica majestuosidad y hasta cierto misterio; pero es cuando entra en acción que Le Grand Cirque tira por todo lo alto una gran aventura circense con su colorido, destreza y talento.
Un telón dorado es la puerta a esta travesía que no tiene otra forma de describirse que ¡maravillosa! y ¡única!, y que convirtió al Palacio de los Deportes en Heredia, donde se ubica el grupo, en una gran carpa por estos días.
De plena entrada un payaso bien elegante hace de las suyas con el público en medio de aplausos, piruetas con pañuelos y hasta sonrisas, como un aperitivo para lo que está por venir.
Un amplio despliegue de luces azules, moradas y rojas anuncia el inicio del viaje apto para grandes y pequeños, en el que van apareciendo múltiples artistas vestidos con coloridos y fantasiosos trajes.
Con piruetas aéreas, saltos impresionantes, trucos sobre dos aros gigantes, bailes al ritmo de un pop-árabe y el juego con dos maquetas que simulan cebras, los acróbatas arrancan expresiones de asombro a su paso.
Incluso desatan la incredulidad de los presentes en un acto, en el que diez hombres efectúan acrobacias verticales sobre postes desafiando la gravedad.
Como si la aventura no fuera ya extrema, los contorsionistas hacen acto de presencia, dando una muestra de la flexibilidad de sus cuerpos y su equilibro al sostener diversos objetos con sus brazos, piernas y rostro.
Quienes quieran comprobar estas maravillas circenses podrán hacerlo este fin de semana, en las cinco funciones que le restan a Le Gran Cirque.
Las presentaciones serán hoy a las 8 p.m., y el sábado y domingo a las 3 p.m. y 8 p.m.
Le Grand Cirque invita a aventurarse en el camino colorido de múltiples contorsionistas, acróbatas que desafían la gravedad y hasta juegos sobre aros gigantes
Carolina Barrantes
cbarrantes@larepublica.net
Su nombre desde un inicio indica majestuosidad y hasta cierto misterio; pero es cuando entra en acción que Le Grand Cirque tira por todo lo alto una gran aventura circense con su colorido, destreza y talento.
Un telón dorado es la puerta a esta travesía que no tiene otra forma de describirse que ¡maravillosa! y ¡única!, y que convirtió al Palacio de los Deportes en Heredia, donde se ubica el grupo, en una gran carpa por estos días.
De plena entrada un payaso bien elegante hace de las suyas con el público en medio de aplausos, piruetas con pañuelos y hasta sonrisas, como un aperitivo para lo que está por venir.
Un amplio despliegue de luces azules, moradas y rojas anuncia el inicio del viaje apto para grandes y pequeños, en el que van apareciendo múltiples artistas vestidos con coloridos y fantasiosos trajes.
Con piruetas aéreas, saltos impresionantes, trucos sobre dos aros gigantes, bailes al ritmo de un pop-árabe y el juego con dos maquetas que simulan cebras, los acróbatas arrancan expresiones de asombro a su paso.
Incluso desatan la incredulidad de los presentes en un acto, en el que diez hombres efectúan acrobacias verticales sobre postes desafiando la gravedad.
Como si la aventura no fuera ya extrema, los contorsionistas hacen acto de presencia, dando una muestra de la flexibilidad de sus cuerpos y su equilibro al sostener diversos objetos con sus brazos, piernas y rostro.
Quienes quieran comprobar estas maravillas circenses podrán hacerlo este fin de semana, en las cinco funciones que le restan a Le Gran Cirque.
Las presentaciones serán hoy a las 8 p.m., y el sábado y domingo a las 3 p.m. y 8 p.m.