"Más que delincuentes lo que hay son adictos"
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 22 diciembre, 2008
El presidente Oscar Arias considera que uno de los detonantes de la inseguridad es la adicción de los jóvenes a drogas
“Más que delincuentes lo que hay son adictos”
• En los próximos días el mandatario anunciará a una persona “con mucho conocimiento y experiencia para que refuerce el Ministerio de Seguridad”
Carlos Jesús Mora y Luis Alberto Muñoz
cmorah@larepublica.net/lmunoz@larepublica.net
El tema de la inseguridad ciudadana ha sido el más árido en los últimos cuatro años en el país.
El presidente Oscar Arias ha admitido que este asunto es una de las debilidades de su administración en la que poco a poco van perdiendo la lucha “los buenos”.
En la entrevista más reciente con LA REPUBLICA el mandatario achacó parte del problema a la adicción a las drogas en la que ha caído un sector de la población juvenil en el país.
Una de las mayores preocupaciones de los costarricenses es el tema de la seguridad, según las últimas encuestas. ¿Esta es una problemática en la que aún hay algo que se pueda hacer?
Yo creo que sí se puede mejorar, aunque podría esperarse que si hay un deterioro en la situación económica de gente de bajos recursos existen posibilidades de que vayan a robar para mantener a sus familias.
Yo creo que sí se puede mejorar. Yo próximamente voy a estar anunciando a una persona en el Ministerio de Seguridad que tiene mucho conocimiento y experiencia.
Usted habló de aumentar la planilla de policías en 4 mil efectivos, ¿es viable en lo que resta de su gobierno?
Es cierto que no hemos podido aumentar como queríamos el número de policías para que estén en las comunidades, que estén en las calles y haya una mayor presencia; también sé que su equipamiento no es el mejor.
Pero un problema muy serio, que repercute en el tema de la inseguridad, es el tráfico de drogas.
Aquí más que delincuentes lo que hay son adictos. Esos pequeños hurtos, robos y bajonazos son de parte de adolescentes que andan buscando plata para comprar crack.
Este tema es un reto muy grande que tiene la sociedad, no el Estado, que puede hacer poco.
Hay como una sensación de que el problema supera la capacidad del Estado para resolverlo, ¿qué más se podría hacer aparte de aumentar policías y recursos?
Vamos a ver cuál será la experiencia con el establecimiento de sanciones o penas más severas en la Ley de Tránsito, a ver si eso es suficiente poder disuasivo para un chofer irresponsable.
Si esto es así, que las penas más severas vayan a hacer pensar a la gente a la hora de delinquir. Pero yo nunca he creído en las políticas de penas duras; donde se han puesto en práctica no han dado el resultado esperado.
Yo en buena parte creo que esto es un problema de valores. Es decir, hemos perdido los valores esenciales de nuestros antepasados.
Yo creo mucho en que el ser humano puede reencontrarse consigo mismo y tratar de superar sus debilidades, lo importante para que esto suceda es que no tenga que ir a la cárcel para aprender la lección.
La semana pasada fui a Los Guidos y me encontré con diez huecos de alcantarillas, porque se han robado las tapas. Esto me parece inconcebible. Yo no sé quién es, pero apuesto doble contra sencillo que son adolescentes que funden esas tapas para obtener plata y comprar crack.
Parte de esta inseguridad es la portación de armas. Costa Rica ha empezado a armarse cada vez más, ¿cómo se puede afrontar este problema?
Es el mismo fenómeno, la perdida de valores.
Mucha de la responsabilidad cae en los medios de comunicación, también en quienes presentan casi solo sucesos en sus ediciones, ese no es un periodismo responsable. Eso es poner encima las utilidades sobre los principios y el bien común.
“Más que delincuentes lo que hay son adictos”
• En los próximos días el mandatario anunciará a una persona “con mucho conocimiento y experiencia para que refuerce el Ministerio de Seguridad”
Carlos Jesús Mora y Luis Alberto Muñoz
cmorah@larepublica.net/lmunoz@larepublica.net
El tema de la inseguridad ciudadana ha sido el más árido en los últimos cuatro años en el país.
El presidente Oscar Arias ha admitido que este asunto es una de las debilidades de su administración en la que poco a poco van perdiendo la lucha “los buenos”.
En la entrevista más reciente con LA REPUBLICA el mandatario achacó parte del problema a la adicción a las drogas en la que ha caído un sector de la población juvenil en el país.
Una de las mayores preocupaciones de los costarricenses es el tema de la seguridad, según las últimas encuestas. ¿Esta es una problemática en la que aún hay algo que se pueda hacer?
Yo creo que sí se puede mejorar, aunque podría esperarse que si hay un deterioro en la situación económica de gente de bajos recursos existen posibilidades de que vayan a robar para mantener a sus familias.
Yo creo que sí se puede mejorar. Yo próximamente voy a estar anunciando a una persona en el Ministerio de Seguridad que tiene mucho conocimiento y experiencia.
Usted habló de aumentar la planilla de policías en 4 mil efectivos, ¿es viable en lo que resta de su gobierno?
Es cierto que no hemos podido aumentar como queríamos el número de policías para que estén en las comunidades, que estén en las calles y haya una mayor presencia; también sé que su equipamiento no es el mejor.
Pero un problema muy serio, que repercute en el tema de la inseguridad, es el tráfico de drogas.
Aquí más que delincuentes lo que hay son adictos. Esos pequeños hurtos, robos y bajonazos son de parte de adolescentes que andan buscando plata para comprar crack.
Este tema es un reto muy grande que tiene la sociedad, no el Estado, que puede hacer poco.
Hay como una sensación de que el problema supera la capacidad del Estado para resolverlo, ¿qué más se podría hacer aparte de aumentar policías y recursos?
Vamos a ver cuál será la experiencia con el establecimiento de sanciones o penas más severas en la Ley de Tránsito, a ver si eso es suficiente poder disuasivo para un chofer irresponsable.
Si esto es así, que las penas más severas vayan a hacer pensar a la gente a la hora de delinquir. Pero yo nunca he creído en las políticas de penas duras; donde se han puesto en práctica no han dado el resultado esperado.
Yo en buena parte creo que esto es un problema de valores. Es decir, hemos perdido los valores esenciales de nuestros antepasados.
Yo creo mucho en que el ser humano puede reencontrarse consigo mismo y tratar de superar sus debilidades, lo importante para que esto suceda es que no tenga que ir a la cárcel para aprender la lección.
La semana pasada fui a Los Guidos y me encontré con diez huecos de alcantarillas, porque se han robado las tapas. Esto me parece inconcebible. Yo no sé quién es, pero apuesto doble contra sencillo que son adolescentes que funden esas tapas para obtener plata y comprar crack.
Parte de esta inseguridad es la portación de armas. Costa Rica ha empezado a armarse cada vez más, ¿cómo se puede afrontar este problema?
Es el mismo fenómeno, la perdida de valores.
Mucha de la responsabilidad cae en los medios de comunicación, también en quienes presentan casi solo sucesos en sus ediciones, ese no es un periodismo responsable. Eso es poner encima las utilidades sobre los principios y el bien común.