Maquillaje estadístico en telecom
| Lunes 06 agosto, 2012
Maquillaje estadístico en telecom
La masificación de los servicios de telecomunicaciones durante las pasadas dos décadas se debe en gran parte al increíble desarrollo de las tecnologías inalámbricas. El despliegue de redes inalámbricas que rápidamente cubrían grandes extensiones de terreno y la implementación de modelos de negocio que consideraban el poder adquisitivo del mercado han sido los principales catalíticos de este crecimiento.
Uno de los crecientes obstáculos que enfrenta el sector es el surgimiento de un optimismo hiperbólico, que exagera el impacto de las metas cumplidas. El peligro de esta sed por buenas noticias es que nos puede llevar a desvirtuar la realidad al no entender realmente qué es lo que sucede. Por ejemplo, el Banco Mundial anuncia en su reporte “Maximizando el móvil” que el 75% de la población mundial tiene acceso a servicios móviles. En otras palabras: en el planeta Tierra solo habría 1.750 millones de personas sin servicio celular.
Sorprende ver cómo una institución como el Banco Mundial cae en el error de contabilizar cada línea móvil reportada como siendo utilizada por una persona distinta. Nuevamente nos encontramos con el viejo dilema de obviar personas que pueden tener una línea celular personal, otra por el trabajo, una conexión USB para conectarse al Internet y un Kindle con conexión 3G gratuita para descargar libros.
Lo anteriormente descrito no es algo fuera de lo común en mercados desarrollados de Europa, Asia o EE.UU. En mercados en desarrollo hay lugares donde la alta diferencia tarifaria entre llamadas dentro de la red de un mismo operador y llamadas a un tercero fomenta que las personas usen más de una línea móvil.
Curiosamente el Banco Mundial contribuye con datos para el reporte de Objetivos del Milenio que publica las Naciones Unidas, que en su versión de 2012 indica que la cifra de personas que viven con menos de US$1,25 diarios es de 1.400 millones, aproximadamente el 20% de la población mundial. ¿Sinceramente, se puede creer que 75% de los seres humanos usamos celular? ¿Esta cifra contabiliza a los bebés de menos de un año de nacidos o las líneas M2M?
El día que se publique que el 100% de la población mundial tiene acceso a una línea móvil entonces no habrá necesidad de contemplar iniciativas para incrementar el acceso a tecnologías en los sectores más pobres de la población. Y como llevar servicios de telecomunicaciones no ocurre en un vacío, se verán afectadas la inversión en infraestructura básica como electricidad o carreteras.
La enseñanza que debemos tomar de este ejemplo es tratar de entender qué significan las cifras que se nos ofrecen e intentar colocarlas en contexto. Sobre todo cuando en los últimos años lo que vemos es un alza asimétrica en la contratación de servicios, siendo las segundas y terceras líneas un componente importante de este crecimiento.
José F. Otero
Presidente de Signals Telecom Group
La masificación de los servicios de telecomunicaciones durante las pasadas dos décadas se debe en gran parte al increíble desarrollo de las tecnologías inalámbricas. El despliegue de redes inalámbricas que rápidamente cubrían grandes extensiones de terreno y la implementación de modelos de negocio que consideraban el poder adquisitivo del mercado han sido los principales catalíticos de este crecimiento.
Uno de los crecientes obstáculos que enfrenta el sector es el surgimiento de un optimismo hiperbólico, que exagera el impacto de las metas cumplidas. El peligro de esta sed por buenas noticias es que nos puede llevar a desvirtuar la realidad al no entender realmente qué es lo que sucede. Por ejemplo, el Banco Mundial anuncia en su reporte “Maximizando el móvil” que el 75% de la población mundial tiene acceso a servicios móviles. En otras palabras: en el planeta Tierra solo habría 1.750 millones de personas sin servicio celular.
Sorprende ver cómo una institución como el Banco Mundial cae en el error de contabilizar cada línea móvil reportada como siendo utilizada por una persona distinta. Nuevamente nos encontramos con el viejo dilema de obviar personas que pueden tener una línea celular personal, otra por el trabajo, una conexión USB para conectarse al Internet y un Kindle con conexión 3G gratuita para descargar libros.
Lo anteriormente descrito no es algo fuera de lo común en mercados desarrollados de Europa, Asia o EE.UU. En mercados en desarrollo hay lugares donde la alta diferencia tarifaria entre llamadas dentro de la red de un mismo operador y llamadas a un tercero fomenta que las personas usen más de una línea móvil.
Curiosamente el Banco Mundial contribuye con datos para el reporte de Objetivos del Milenio que publica las Naciones Unidas, que en su versión de 2012 indica que la cifra de personas que viven con menos de US$1,25 diarios es de 1.400 millones, aproximadamente el 20% de la población mundial. ¿Sinceramente, se puede creer que 75% de los seres humanos usamos celular? ¿Esta cifra contabiliza a los bebés de menos de un año de nacidos o las líneas M2M?
El día que se publique que el 100% de la población mundial tiene acceso a una línea móvil entonces no habrá necesidad de contemplar iniciativas para incrementar el acceso a tecnologías en los sectores más pobres de la población. Y como llevar servicios de telecomunicaciones no ocurre en un vacío, se verán afectadas la inversión en infraestructura básica como electricidad o carreteras.
La enseñanza que debemos tomar de este ejemplo es tratar de entender qué significan las cifras que se nos ofrecen e intentar colocarlas en contexto. Sobre todo cuando en los últimos años lo que vemos es un alza asimétrica en la contratación de servicios, siendo las segundas y terceras líneas un componente importante de este crecimiento.
José F. Otero
Presidente de Signals Telecom Group