Manifestarse en la mesa
| Lunes 10 diciembre, 2012
En Costa Rica no hay razones ni justificantes para creer que el medio de defender diversas garantías es la huelga violenta, debe mantenerse la cultura de apertura al diálogo
Manifestarse en la mesa
Las manifestaciones sociales son el reflejo del descontento que ciertos sectores de la sociedad tienen hacia determinadas políticas o hacia el actuar que tienen ciertos funcionarios públicos.
A nivel histórico la manifestación en Costa Rica ha cumplido un rol fundamental en la adquisición de diversas garantías sociales que han beneficiado a la totalidad de la población, sin embargo, también ha sido utilizada por diversos sectores para alcanzar beneficios que no solo no son aprobados por la colectividad, sino que también han ido en detrimento de las finanzas de las instituciones para las que laboran.
Es claro como a nivel internacional existe una tendencia a sublevarse en contra de las medidas que han tomado diversos gobiernos, medidas que abarcan la política económica, social y la más importante, la forma en la que se distribuye el poder, es decir, las relaciones entre los destinatarios y los detentadores del poder.
Costa Rica no debe apegarse a un esquema de manifestaciones semanales, agresivas y desordenadas, en nuestro país no existe una cultura de apertura al diálogo, la cual debe mantenerse a la hora de negociar cualquier tipo disconformidad.
Al analizar las manifestaciones dentro del esquema de una empresa privada, podemos dar el ejemplo de un grupo de colaboradores que consideran que deben mejorárseles sus beneficios económicos debido a su rendimiento.
Planteo dos supuestos, el primero en el que los colaboradores deciden paralizar sus labores, cerrar los accesos a la empresa y declararse en huelga hasta que se les remunere económicamente del modo deseado.
El segundo supuesto se basa en que los colaboradores en bloque presentan sus peticiones y además presentan eventuales soluciones al gerente financiero, por ejemplo, bonificaciones económicas respaldadas por el rendimiento laboral o eventualmente determinados beneficios de acuerdo a la antigüedad.
Ambos planteamientos podrían devengar en el mismo resultado; una mejora salarial. Sin embargo, la diferencia fundamental va a ser que con el segundo planteamiento se está minando el campo para futuras negociaciones, mientras que al apegarse al primer supuesto las relaciones van a mejorarse sin lugar a dudas.
Es claro que en diversas ocasiones el único modo que encuentran sectores para ser escuchados es la manifestación por medio de huelgas y paro de labores, hay que ser claros en que no siempre las relaciones obrero-patronales van a ser perfectas.
En Costa Rica no hay razones ni justificantes para creer que el medio de defender diversas garantías es la huelga violenta, debe mantenerse la cultura de apertura al diálogo, sin que sean menoscabados garantías individuales, por un fin justificado como colectivo, aunque en ocasiones afecte o beneficie a un pequeño sector.
David Villatoro Reyes
Administrador de negocios con énfasis en finanzas