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Malos salarios complican nombramientos en el extranjero

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Lunes 27 abril, 2015




Hay 42 puestos vacantes en embajadas y oficinas consulares

Malos salarios complican nombramientos en el extranjero

Candidatos rechazan ofrecimientos porque no les alcanza para mantener a la familia


Un año después de haber iniciado el Gobierno, todavía quedan 42 puestos vacantes en las embajadas y las oficinas consulares alrededor del mundo.
Los malos salarios que ofrece el país y la ausencia de candidatos idóneos, han hecho que el país cuente a estas alturas con ese atípico número de puestos por llenar.
La mayoría de los candidatos rechazan el ofrecimiento de la Cancillería, porque el sueldo no les alcanza para mantener al núcleo familiar y por eso prefieren quedarse sirviendo desde el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Por otra parte, la directriz del presidente Luis Guillermo Solís de profesionalizar el servicio exterior y no ofrecer puestos a los llamados “pegabanderas”, también ha influido en el atraso.
Entre las embajadas que no tienen a su jefe de misión destacan España, Italia, Rusia, Ginebra e Israel.
En estos momentos hay 11 embajadas acéfalas, siete puestos de cónsules por llenar y al menos cinco cargos de ministros consejeros vacantes, los cuales representan las posiciones más altas en el servicio diplomático.
El resto de la lista de 42 cargos sin nombramiento lo complementan secretarios y agregados culturales y un chofer para Washington.
El salario base de los funcionarios se calcula de acuerdo con una tabla definida por el Ministerio de Hacienda, según el lugar que ocupen en el escalafón dentro del servicio exterior, sin importar si se trata de un diplomático en Alemania o en Nicaragua.
En ese sentido, el cargo más alto lo ostenta un embajador, cuyo salario es de $8,5 mil al mes, mientras que el puesto con menor remuneración es el de agregado cultural, con un sueldo de $3 mil.
Para compensar las diferencias económicas entre un país y otro, el Gobierno agrega un componente de “costo de vida”, que se calcula de acuerdo con una tabla de la ONU y el Ministerio de Hacienda, sin embargo, esta no contempla al núcleo familiar y por eso, a la mayoría de candidatos no les alcanza para mantener a la familia.
“¿Qué pasa cuando, por ejemplo, un eventual embajador tiene dos hijos y una esposa que quiere llevarse lógicamente? ¿Le alcanza el sueldo para pagar colegio, alquiler, y todos los demás gastos? Dependiendo del destino, la respuesta es no. Cuando estuve en Ginebra, por ejemplo, tuve que poner de mi propio dinero para costear los gastos, porque el salario era insuficiente”, explicó Manuel González, canciller de la República.
Durante años, la práctica en muchos casos ha sido designar como representante del país a personas que ya viven ahí, sin embargo, en esta ocasión ha sido más difícil de la cuenta.
En ese sentido, González mencionó que ya se tenía al representante costarricense en Italia, sin embargo, de último momento se abstuvo de representar al país, porque le habían ofrecido un puesto en esa nación que prefirió aceptar.
Otro aspecto que promueve el alto número de vacantes es el hecho de que el mandatario Solís giró la orden de profesionalizar el servicio exterior.
De esta forma, los conocidos “pegabanderas” no coparon cargos y, de esta forma, se abrieron concursos a lo interno de la Cancillería.
Los procesos están avanzados y se espera que en los próximos dos meses se designe a una buena cantidad de funcionarios.
Esto, si aceptan las condiciones salariales y si además cumplen con todos los requisitos, concluye González.

Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
@earrietaLR







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