Malabarismos gratuitos
| Jueves 04 diciembre, 2008
Malabarismos gratuitos
• El inglés Guy Ritchie confecciona una excéntrica cinta de gánsteres, que luce más chic de lo que es.
RocknRolla
(RocknRolla)
Dirección: Guy Ritchie Reparto: Gerard Butler, Tom Wilkinson, Thandie Newton, Tom Hardy Duración: 1:54. Origen: Inglaterra 2008 Calificación: 5
Aparentemente condenado a pasar a la historia como el exmarido de la cantante Madonna, el inglés Guy Ritchie continúa su carrera de cineasta, con resultados discutibles. En “RocknRolla”, Ritchie vuelve a su especialidad, confeccionando una excéntrica cinta de gánsteres, según un estilo posmoderno ampliamente experimentado en “Juegos, trampas y dos armas humeantes” (1998) y “Snatch – Cerdos y diamantes” (2000).
Al igual que las anteriores, esta entrega está empapada de una ironía ácida y “políticamente incorrecta”, manteniéndose siempre al borde de la autoparodia demencial. Aunque goza de unas cuantas intuiciones brillantes, es una obra presumida, que luce más chic de lo que realmente es.
El autor impone su propia presencia al público, mediante un pésimo uso de la voz en off, que acompaña gran parte de la proyección. En lugar de proporcionar comentarios útiles, enriquecedores o simplemente graciosos, la mentada voz pretende abarcarlo todo: presenta los personajes, describe los ambientes, explica lo que se ve en pantalla y hasta pretende enseñarle al espectador cómo reaccionar y qué sentir en cada circunstancia. Para peores, esa narración externa es tan inoportuna como necesaria, porque sin ella, la historia resultaría incomprensible, debido a su desarrollo caótico y ritmo acelerado.
El argumento gira en torno a un golpe organizado por la mafia rusa en Londres. Es una estafa millonaria, relacionada con el negocio de bienes raíces. En el submundo del crimen organizado, todos quieren una tajada del pastel.
Algunas de las figuras protagónicas son sumamente atractivas, otras resultan más bien insufribles. Entre las primeras, destaca el matón llamado “Uno, Dos” (Gerard Butler); una contadora corrupta, encarnada por la sensual Thandie Newton; y un anciano líder, retratado en forma impecable por Tom Wilkinson.
Con estos elementos como base, se pudo armar una sólida intriga criminal, pero el autor se pierde en un carrusel superficial de anotaciones sarcásticas y malabarismos visuales gratuitos. Estos sirven apenas para disimular su absoluta incapacidad de estructurar un relato coherente.
Hay que reconocer también la presencia de logros esporádicos, como la inclusión del tema “Bankrobber” del grupo The Clash, para introducir un “flashback” que revela detalles importantes sobre la infancia de un personaje.
En general, la musicalización es uno de los pocos aspectos sobresalientes de “RocknRolla”, típica muestra de película-envoltorio, confeccionada como una colorida caja de regalo sin nada en su interior.
• El inglés Guy Ritchie confecciona una excéntrica cinta de gánsteres, que luce más chic de lo que es.
RocknRolla
(RocknRolla)
Dirección: Guy Ritchie Reparto: Gerard Butler, Tom Wilkinson, Thandie Newton, Tom Hardy Duración: 1:54. Origen: Inglaterra 2008 Calificación: 5
Aparentemente condenado a pasar a la historia como el exmarido de la cantante Madonna, el inglés Guy Ritchie continúa su carrera de cineasta, con resultados discutibles. En “RocknRolla”, Ritchie vuelve a su especialidad, confeccionando una excéntrica cinta de gánsteres, según un estilo posmoderno ampliamente experimentado en “Juegos, trampas y dos armas humeantes” (1998) y “Snatch – Cerdos y diamantes” (2000).
Al igual que las anteriores, esta entrega está empapada de una ironía ácida y “políticamente incorrecta”, manteniéndose siempre al borde de la autoparodia demencial. Aunque goza de unas cuantas intuiciones brillantes, es una obra presumida, que luce más chic de lo que realmente es.
El autor impone su propia presencia al público, mediante un pésimo uso de la voz en off, que acompaña gran parte de la proyección. En lugar de proporcionar comentarios útiles, enriquecedores o simplemente graciosos, la mentada voz pretende abarcarlo todo: presenta los personajes, describe los ambientes, explica lo que se ve en pantalla y hasta pretende enseñarle al espectador cómo reaccionar y qué sentir en cada circunstancia. Para peores, esa narración externa es tan inoportuna como necesaria, porque sin ella, la historia resultaría incomprensible, debido a su desarrollo caótico y ritmo acelerado.
El argumento gira en torno a un golpe organizado por la mafia rusa en Londres. Es una estafa millonaria, relacionada con el negocio de bienes raíces. En el submundo del crimen organizado, todos quieren una tajada del pastel.
Algunas de las figuras protagónicas son sumamente atractivas, otras resultan más bien insufribles. Entre las primeras, destaca el matón llamado “Uno, Dos” (Gerard Butler); una contadora corrupta, encarnada por la sensual Thandie Newton; y un anciano líder, retratado en forma impecable por Tom Wilkinson.
Con estos elementos como base, se pudo armar una sólida intriga criminal, pero el autor se pierde en un carrusel superficial de anotaciones sarcásticas y malabarismos visuales gratuitos. Estos sirven apenas para disimular su absoluta incapacidad de estructurar un relato coherente.
Hay que reconocer también la presencia de logros esporádicos, como la inclusión del tema “Bankrobber” del grupo The Clash, para introducir un “flashback” que revela detalles importantes sobre la infancia de un personaje.
En general, la musicalización es uno de los pocos aspectos sobresalientes de “RocknRolla”, típica muestra de película-envoltorio, confeccionada como una colorida caja de regalo sin nada en su interior.