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Madrigal disimuló el engaño

Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Lunes 30 mayo, 2011




Madrigal disimuló el engaño
La Selección Nacional derrotó por la mínima a una Sub 20 de Nigeria en un juego que sembró mil dudas


Ni los más ardorosos fanáticos, de esos cegados y que se contentan con poco, salieron satisfechos con el triunfo de Costa Rica 1-0 ante la Sub 20 de Nigeria que se presentó con solo 14 jugadores.
El gol agónico de Diego Madrigal en el minuto 87, nacido de un servicio de Junior Díaz a la espalda de los defensores africanos que iban de salida y que pareció atrapar a dos jugadores de la tricolor en posición prohibida, no alcanzó para mermar la insatisfacción de la fanaticada que inundó el Estadio Nacional para presenciar un partido somnoliento y aburrido.
No se nota el mínimo avance en el grupo de Ricardo La Volpe; el equipo no cuenta con un hilo conductor; no tiene un diez genuino y ayer no jugó mal por las ausencias de Bryan Ruiz y Cristian Bolaños; estos actuaron antes y tampoco se vieron.
Cuesta comprender cómo en un simple partido amistoso, que se juega de local y contra una selección de categoría menor que la nuestra, se presenta una formación tan timorata, con un solo delantero, Alvaro Saborío, aislado y poco técnico como es lo usual; potente, voluntario y empeñoso pero dejando huir las escasas ocasiones que le arriban; el novato sensación (para La Volpe), Joe Campbell, escondido en un rincón con cero conexión con el nueve criollo, y dos pequeños jugadores a la espalda del ataque, Brenes y Guevara, inteligentes pero sin fuerza, alineados para ver si en algún destello individual pescan algo, pero sin constancia ni resonancia en el cotejo.
Por las escasas acciones muy técnicas, veloces y bien hilvanadas presentadas por los jóvenes nigerianos, donde destacaron tres individualidades: Harmony (10), Oduamadi (11) y sobre todo Sone (17), un crack, fue fácil adivinar que el equipo mayor de las Aguilas nos hubiera pasado por encima con suma facilidad y esto es lo que preocupa de cara a las copas Oro y América, donde toparemos con rivales de más calibre que estos jóvenes y entusiastas visitantes.

Mínimo ganamos
El partido fue un bostezo; Nigeria nunca presionó y se contentó con llevar la pelota con velocidad hasta morir en las redes de la retaguardia local, bien liderada por Johnny Acosta. Keylor Navas solo tuvo una acción apremiante, cuando se lanzó a una esquina para detener remate de Sone.
La tricolor jugó muy bien diez de 90 minutos, del 25 al 35 donde se asoció en delantera, donde hubo filtros de Randall Brenes a Saborío y Guevara; donde Heiner Mora abrió espacios con sentido y donde José Salvatierra pegó un remate seco que dio en el poste y fue a la red, gol anulado por posición prohibida de Saborío.
Fue lo mejor de la Selección.
Demasiado poco.
Un buen segundo tiempo de David Guzmán, mucho más activo que Celso Borges a quien suplió, puso a Costa Rica en posición de ataque; se produjeron varios tiros de esquina y libres que olieron a peligro; por ahí el portero Ajiboye, todo un líder del equipo, le bloqueó un remate corto de cabeza a Saborío y en el cierre se produjo la acción del gol, un globito de Diego Madrigal que bañó al arquero visitante y de inmediato las protestas de todo el equipo africano hacia el asistente por no señalar para ellos, el fuera de lugar.
¡Qué nadie se engañe con la pírrica victoria!
Estamos en pañales.

Gaetano Pandolfo
gpandolfo@larepublica.net






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