Lula y Uribe intentarán desbancar al dólar
| Miércoles 18 febrero, 2009
Lula y Uribe intentarán desbancar al dólar
Mandatarios impulsarán uso de monedas locales en el comercio bilateral
Brasilia
EFE
Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Colombia, Álvaro Uribe, anunciaron ayer su intención de estudiar la posibilidad de usar las monedas locales de sus países en el comercio bilateral, para romper la “dependencia” del dólar.
Durante la visita de Estado que Uribe hizo ayer a Brasilia, Lula sugirió adoptar el mecanismo utilizado por Argentina y Brasil desde octubre del año pasado, que permite a exportadores e importadores realizar sus operaciones en sus respectivas monedas, sin necesidad de recurrir a los dólares.
“Tenemos que pedirle a nuestros ministros de Hacienda que creen reglas para que no dependamos tanto del dólar, que está cada vez más escaso y más condenado”, afirmó el gobernante brasileño en una rueda de prensa junto a Uribe, quien concluyó ayer en Brasilia la visita que comenzó el lunes en São Paulo.
Según dijo Lula, “si en la Unión de las Naciones Suramericanas (Unasur) conseguimos reglas para negociar en monedas propias, tendremos menos problemas de crédito” y las operaciones comerciales serán favorecidas además por mejores precios, debido a los ahorros que se obtienen en los costos financieros y comisiones.
Uribe dijo haber tomado “atenta nota” de esa sugerencia y apuntó que “sería prudente” que los ministerios de Hacienda de Colombia y Brasil “encuentren mecanismos” para hacer operaciones en las monedas propias.
También planteó que, en caso de llegarse a establecer la fórmula apropiada, se acompañe de “unos mecanismos de seguro de tasa de cambio, a fin de que el riesgo de sobresaltos cambiarios no haga perder la confianza en el experimento”.
Según Lula, se trata de hacer en Suramérica “lo que en otros tiempos el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM) no aceptaban, lo que Estados Unidos no veía con buenos ojos o la Unión Europea (UE) no entendía”, que es buscar “caminos propios” y sin “tutelas” para salir de una crisis.
“Es momento de pensar políticamente y no económicamente”, sostuvo Lula, quien apuntó que América Latina debe dejar de “depender de lo que dependió durante todo el siglo XX, que era la decisión de los países más ricos”, a los que responsabilizó de la actual crisis financiera global.
Más comedido, Uribe coincidió con Lula y condenó a aquellos que en los últimos años “cambiaron la producción por la inversión en los mercados especulativos”, y afirmó que “el capital debe ser un factor de creación de riqueza social y no de especulación”.
No obstante, sostuvo que esta crisis “no deroga la economía privada”, que debe ser potenciada junto con una acción más enérgica del Estado en favor de la inversión y la producción.
Uribe también puso a Brasil como un ejemplo de conducta ante la crisis y afirmó que todo lo que suceda en este país supondrá una “esperanza” para el resto de América Latina.
El presidente colombiano dijo que el éxito del Gobierno de Lula ante las turbulencias “contribuirá” a que no se frene la inversión brasileña en su país, que se calcula en unos $1.500 millones.
Según Uribe, la decisión de Lula de dar mayor participación al Estado en la economía y al mismo tiempo favorecer la iniciativa privada, sin descuidar la inversión social, debe ser imitada.
“Es el equilibrio que dista del odio social y del capitalismo salvaje”, declaró el presidente colombiano en relación a Lula.
La visita ha servido también a Uribe para agradecer personalmente a Lula el “discreto” apoyo de Brasil en una reciente operación que permitió liberar a seis rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“Nos ha ayudado a que el mundo comprenda que la paz no se puede lograr sin seguridad” y que eso “no es un axioma de la derecha y una negación de la izquierda, sino una condición de la democracia”, dijo el mandatario colombiano.
Tras la rueda de prensa, Lula ofreció un almuerzo en honor al presidente colombiano y a la delegación que le acompaña en el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Después, Uribe visitó el Congreso y el Supremo Tribunal, tras lo cual tenía previsto emprender el regreso a Bogotá.
Mandatarios impulsarán uso de monedas locales en el comercio bilateral
Brasilia
EFE
Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Colombia, Álvaro Uribe, anunciaron ayer su intención de estudiar la posibilidad de usar las monedas locales de sus países en el comercio bilateral, para romper la “dependencia” del dólar.
Durante la visita de Estado que Uribe hizo ayer a Brasilia, Lula sugirió adoptar el mecanismo utilizado por Argentina y Brasil desde octubre del año pasado, que permite a exportadores e importadores realizar sus operaciones en sus respectivas monedas, sin necesidad de recurrir a los dólares.
“Tenemos que pedirle a nuestros ministros de Hacienda que creen reglas para que no dependamos tanto del dólar, que está cada vez más escaso y más condenado”, afirmó el gobernante brasileño en una rueda de prensa junto a Uribe, quien concluyó ayer en Brasilia la visita que comenzó el lunes en São Paulo.
Según dijo Lula, “si en la Unión de las Naciones Suramericanas (Unasur) conseguimos reglas para negociar en monedas propias, tendremos menos problemas de crédito” y las operaciones comerciales serán favorecidas además por mejores precios, debido a los ahorros que se obtienen en los costos financieros y comisiones.
Uribe dijo haber tomado “atenta nota” de esa sugerencia y apuntó que “sería prudente” que los ministerios de Hacienda de Colombia y Brasil “encuentren mecanismos” para hacer operaciones en las monedas propias.
También planteó que, en caso de llegarse a establecer la fórmula apropiada, se acompañe de “unos mecanismos de seguro de tasa de cambio, a fin de que el riesgo de sobresaltos cambiarios no haga perder la confianza en el experimento”.
Según Lula, se trata de hacer en Suramérica “lo que en otros tiempos el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM) no aceptaban, lo que Estados Unidos no veía con buenos ojos o la Unión Europea (UE) no entendía”, que es buscar “caminos propios” y sin “tutelas” para salir de una crisis.
“Es momento de pensar políticamente y no económicamente”, sostuvo Lula, quien apuntó que América Latina debe dejar de “depender de lo que dependió durante todo el siglo XX, que era la decisión de los países más ricos”, a los que responsabilizó de la actual crisis financiera global.
Más comedido, Uribe coincidió con Lula y condenó a aquellos que en los últimos años “cambiaron la producción por la inversión en los mercados especulativos”, y afirmó que “el capital debe ser un factor de creación de riqueza social y no de especulación”.
No obstante, sostuvo que esta crisis “no deroga la economía privada”, que debe ser potenciada junto con una acción más enérgica del Estado en favor de la inversión y la producción.
Uribe también puso a Brasil como un ejemplo de conducta ante la crisis y afirmó que todo lo que suceda en este país supondrá una “esperanza” para el resto de América Latina.
El presidente colombiano dijo que el éxito del Gobierno de Lula ante las turbulencias “contribuirá” a que no se frene la inversión brasileña en su país, que se calcula en unos $1.500 millones.
Según Uribe, la decisión de Lula de dar mayor participación al Estado en la economía y al mismo tiempo favorecer la iniciativa privada, sin descuidar la inversión social, debe ser imitada.
“Es el equilibrio que dista del odio social y del capitalismo salvaje”, declaró el presidente colombiano en relación a Lula.
La visita ha servido también a Uribe para agradecer personalmente a Lula el “discreto” apoyo de Brasil en una reciente operación que permitió liberar a seis rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“Nos ha ayudado a que el mundo comprenda que la paz no se puede lograr sin seguridad” y que eso “no es un axioma de la derecha y una negación de la izquierda, sino una condición de la democracia”, dijo el mandatario colombiano.
Tras la rueda de prensa, Lula ofreció un almuerzo en honor al presidente colombiano y a la delegación que le acompaña en el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Después, Uribe visitó el Congreso y el Supremo Tribunal, tras lo cual tenía previsto emprender el regreso a Bogotá.