Los pasos para ser parte del “Club de los Ricos”
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 03 noviembre, 2015
Son tres los principales requisitos para que Costa Rica se una a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, a menudo conocida como el Club de los Ricos, por estar conformada por los países económicamente desarrollados.
Incrementar la eficiencia de los funcionarios, homologar los procedimientos estatales, y contar con un mayor nivel de autonomía en los gobiernos locales, son algunas de las recomendaciones del documento “Costa Rica: Good Governance, from Process to Results” (Buena gobernanza, desde procedimientos hacia resultados), entregado ayer por la OCDE.
Los beneficios de la membresía incluyen el acceso a varios de los mejores análisis del mundo sobre una variedad de propuestas socioeconómicas, desde educación y salud, hasta impuestos y obras públicas.
Como parte del proceso de la solicitud de la membresía, el mes entrante se presentará el Reporte Económico a la Secretaría General de la OCDE en París.
En abril de este año por unanimidad los 34 miembros votaron a favor de que inicie el proceso de incorporación, iniciado por el Gobierno de Laura Chinchilla en 2010.
Costa Rica resalta en la región por la estabilidad política y económica, así como por la disponibilidad de los servicios sociales básicos, afirma la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, en un documento entregado ayer.
Sin embargo, al país en este momento le urge hacer varias reformas institucionales, para enfrentar los crecientes retos socioeconómicos, incluidos un sistema político fragmentado, así como las finanzas públicas deficitarias, dice el documento “Costa Rica: Good Governance, from Process to Results” (Buena gobernación, desde procedimientos hacia resultados).
Una de las recomendaciones tiene que ver con la necesidad de evaluar e imponer metas en el rendimiento del Gobierno, que el año entrante gastará ¢8 billones, casi un tercio de la producción del país.
Aproximadamente dos tercios de este monto se utilizan para compensar a los funcionarios, sin embargo, no existe un sistema adecuado para determinar cómo incentivar factores como innovación, compromiso o eficiencia.
La misma situación rige en las instituciones autónomas.
En cuanto a la planificación, el país debería definir con claridad las principales metas, mediante la colaboración más que todo del Ministerio de la Presidencia, Mideplan y Hacienda.
Actualmente, la responsabilidad para definir y ejecutar los proyectos tiende a distribuirse entre hasta decenas de instituciones, de modo que no hay norte.
La homologación de varios procedimientos, por su parte, ayudaría también en la ejecución, o hasta en la licitación, de las obras.
En este momento se aplican normas distintas en el proceso, dependiendo del ministerio o institución específica involucrada, incluso en varios casos ni siquiera utilizan la misma plataforma digital para presentar las ofertas.
Otra forma de incrementar la eficiencia del sector público sería devolver una cuota del poder a las municipalidades, que tienden a tener el contacto directo con el ciudadano.
Mientras tanto, los defectos de los regímenes actuales imponen un alto costo, ya que Costa Rica tiene el déficit fiscal más alto de los últimos diez años, mientras los compromisos presupuestarios, conformados por la compensación de los empleados, así como el servicio de la deuda, consumen el 95%, dejando pocos recursos para las nuevas inversiones.
Los beneficios de la membresía en la OCDE incluyen el acceso a varios de los mejores análisis del mundo sobre una variedad de propuestas socioeconómicas, desde educación y salud, hasta impuestos y obras públicas, sin la obligación de ningún socio de aplicar cualquier fórmula.
Como parte del proceso para ingresar, el país deberá someterse a 14 pruebas, el próximo 10 de diciembre se presentará el Reporte Económico a la Secretaría General de la OCDE.
Esto luego de que en julio pasado se diera a conocer la hoja de ruta que deberá llevar a cabo el país. En abril de este año, por unanimidad, los 34 miembros votaron a favor de que se iniciara el proceso de incorporación. En el año 2010 Laura Chinchilla fue la que había enviado la solicitud formal.