Los paliativos del Ministro de Transportes
| Lunes 25 abril, 2011
Los paliativos del Ministro de Transportes
Con bombos y platillos nos anuncia el Ministro de Transportes las “nuevas” medidas que se van a tomar con el urgente propósito de dar mayor énfasis al proceso de descongestionar de la ciudad capital y de ahorrar hidrocarburos, concepto contrario a la “máxima económica” de oferta y demanda que, según los expertos en la materia económica, como don Orlando Castro en un editorial de la radioemisora 95.9 del 15 de abril de 2011, esas medidas no funcionan en este caso dentro del panorama económico actual, nacional y extranjero.
En primer término, hay que darse cuenta de que esas “nuevas medidas” no son nada nuevo pues son muy comunes en otros países excepto por una pequeñísima diferencia, que en esos países existe la infraestructura correspondiente que hace efectivas esas precauciones, lo cual no es precisamente el caso de Costa Rica, como todos bien lo sabemos desde hace 30 años.
Don Rodolfo Méndez, como ministro de Transportes, impuso las medidas muy lógicas y factibles en ese momento (y lo siguen siendo), de obligar a los autobuses a hacer sus paradas única y exclusivamente en las bahías o lugares destinados para ese fin, sin obstaculizar el tránsito, y además obligó a los demás vehículos a estacionar únicamente en las zonas destinadas para ese propósito, so pena de que una grúa retirara el vehículo con el costo y la multa correspondiente. Medidas de gran sentido común y factibilidad en ese momento y el momento actual, pues la infraestructura vial de San José, es prácticamente la misma de ese entonces.
Don Miguel Carabaguíaz, casi con la uñas, está haciendo una de las labores de mayor trascendencia para el país, el inicio de lo que puede llegar a ser “el metro” de la Gran Area Metropolitana. Unico sistema de transporte masivo rápido eficaz de las grandes ciudades del mundo.
Sin embargo, no se percibe un apoyo radical, por parte del gobierno, a este proyecto (de primera prioridad), como debería serlo, dada la urgente necesidad de su implementación.
Si estos conceptos elementales pasan inadvertidos, ni que decir de un diagnóstico básico de la ciudad de San José, que antes que nada, recomendaría el establecimiento de terminales de buses en la periferia de la ciudad, en la carretera de circunvalación con rutas periféricas en ambos sentidos, apoyadas por un sistema de transporte ágil y eficiente dentro del casco urbano como el que se utiliza para transportar a los usuarios de los estacionamientos de los grandes estadios de y hacia sus buses o vehículos o, en su defecto, un sistema de metro (aéreo para mayor economía), o ambos.
Todo esto para sacar el enjambre de autobuses del casco urbano y para evitar que todas las personas tengan que ingresar al centro de San José para trasladarse a otro cantón, aunque este sea inmediato a aquel del cual provienen.
Ejercicios elementales de esta naturaleza son comúnmente resueltos por nuestros estudiantes de la UACA, que en algunos casos se han puesto a la orden de las autoridades correspondientes sin costo alguno, como un abanico de opciones de prefactibilidad.
Las universidades públicas y privadas constituyen laboratorios experimentales de muchos problemas nacionales, los cuales no son aprovechados por los gobiernos de turno, sobre todo aquellos de las universidades públicas que el gobierno financia. Esto sin mencionar todos los estudios que se han hecho al respecto y que duermen el sueño de los justos.
Manuel Gutiérrez R.
Arquitecto
Decano arquitectura UACA
Con bombos y platillos nos anuncia el Ministro de Transportes las “nuevas” medidas que se van a tomar con el urgente propósito de dar mayor énfasis al proceso de descongestionar de la ciudad capital y de ahorrar hidrocarburos, concepto contrario a la “máxima económica” de oferta y demanda que, según los expertos en la materia económica, como don Orlando Castro en un editorial de la radioemisora 95.9 del 15 de abril de 2011, esas medidas no funcionan en este caso dentro del panorama económico actual, nacional y extranjero.
En primer término, hay que darse cuenta de que esas “nuevas medidas” no son nada nuevo pues son muy comunes en otros países excepto por una pequeñísima diferencia, que en esos países existe la infraestructura correspondiente que hace efectivas esas precauciones, lo cual no es precisamente el caso de Costa Rica, como todos bien lo sabemos desde hace 30 años.
Don Rodolfo Méndez, como ministro de Transportes, impuso las medidas muy lógicas y factibles en ese momento (y lo siguen siendo), de obligar a los autobuses a hacer sus paradas única y exclusivamente en las bahías o lugares destinados para ese fin, sin obstaculizar el tránsito, y además obligó a los demás vehículos a estacionar únicamente en las zonas destinadas para ese propósito, so pena de que una grúa retirara el vehículo con el costo y la multa correspondiente. Medidas de gran sentido común y factibilidad en ese momento y el momento actual, pues la infraestructura vial de San José, es prácticamente la misma de ese entonces.
Don Miguel Carabaguíaz, casi con la uñas, está haciendo una de las labores de mayor trascendencia para el país, el inicio de lo que puede llegar a ser “el metro” de la Gran Area Metropolitana. Unico sistema de transporte masivo rápido eficaz de las grandes ciudades del mundo.
Sin embargo, no se percibe un apoyo radical, por parte del gobierno, a este proyecto (de primera prioridad), como debería serlo, dada la urgente necesidad de su implementación.
Si estos conceptos elementales pasan inadvertidos, ni que decir de un diagnóstico básico de la ciudad de San José, que antes que nada, recomendaría el establecimiento de terminales de buses en la periferia de la ciudad, en la carretera de circunvalación con rutas periféricas en ambos sentidos, apoyadas por un sistema de transporte ágil y eficiente dentro del casco urbano como el que se utiliza para transportar a los usuarios de los estacionamientos de los grandes estadios de y hacia sus buses o vehículos o, en su defecto, un sistema de metro (aéreo para mayor economía), o ambos.
Todo esto para sacar el enjambre de autobuses del casco urbano y para evitar que todas las personas tengan que ingresar al centro de San José para trasladarse a otro cantón, aunque este sea inmediato a aquel del cual provienen.
Ejercicios elementales de esta naturaleza son comúnmente resueltos por nuestros estudiantes de la UACA, que en algunos casos se han puesto a la orden de las autoridades correspondientes sin costo alguno, como un abanico de opciones de prefactibilidad.
Las universidades públicas y privadas constituyen laboratorios experimentales de muchos problemas nacionales, los cuales no son aprovechados por los gobiernos de turno, sobre todo aquellos de las universidades públicas que el gobierno financia. Esto sin mencionar todos los estudios que se han hecho al respecto y que duermen el sueño de los justos.
Manuel Gutiérrez R.
Arquitecto
Decano arquitectura UACA