"Los gobiernos de Centroamérica deben aprender a vivir con las drogas"
Jeffry Garza jeffrygarza.asesor@larepublica.net | Jueves 13 octubre, 2016 12:00 a. m.
Ante la creciente violencia producto de las disputas por territorios de bandas de traficantes de droga, en el país se atiza el debate sobre las medidas que deben utilizarse para combatir este problema.
Un grupo de expertos se reúne hoy en el país para discutir sobre las políticas de drogas en Centroamérica, que sirve de puente para el tráfico internacional.
Hannah Hetzer, una de las expositoras en el primer Foro Internacional sobre Drogas, discutió con La República, acerca de las alternativas que tiene el país para combatir el problema de drogas, incluyendo la legalización del uso medicinal de una de ellas: la marihuana.
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Hetzer es la directora de Política Internacional de la Drug Policy Alliance de Estados Unidos, una organización que promueve políticas sobre drogas en ese país, basadas en pruebas científicas y el respeto por los derechos humanos.
A opinión de Hetzer, Centroamérica lleva mucho tiempo combatiendo de forma equivocada su problema de drogas. A continuación un extracto de su entrevista.
¿Cuáles son las ventajas de penalizar el uso y la comercialización de la marihuana si se quiere combatir el narcotráfico?
No puedo pensar en casi ningún beneficio al penalizar las drogas. Hemos tenido una guerra contra las drogas con métodos represivos y punitivos que lleva más de medio siglo y no ha funcionado. La ilegalidad ha aumentado el consumo, la producción y el tránsito, con consecuencias negativas como la violencia y corrupción.
El objetivo principal de los gobiernos debe ser aprender a vivir con las drogas y reducir sus efectos negativos sobre la salud de las personas que abusan de ellas.
¿Cuál es la mejor forma en que Centroamérica debería enfrentar su problema con el narcotráfico?
Hay varias opciones dentro del rango entre la prohibición total hasta la legalización total de las drogas. Las medidas que vayan a tomarse deben adaptarse a la realidad y contexto de cada país, porque son muy distintas. Lo ideal sería que estos países muden desde la prohibición hacia una legalización muy regulada.
¿Hay una relación directa entre la legalización y el aumento en el consumo de las drogas? ¿Ha pasado esto en Estados Unidos?
Todavía no hay un estudio empírico que demuestre eso en Estados Unidos, no se han medido los efectos adictivos de la legalización de la marihuana en algunos estados.
¿Es un buen inicio para Costa Rica si legaliza el uso medicinal de la marihuana?
Claro, es inteligente comenzar con medidas más factibles y ver cómo reacciona la población. En el caso de la marihuana medicinal, vale la pena explorarlo porque ha tenido éxito en otros lugares como Israel, Holanda, República Checa y Estados Unidos.
¿Sirvió esta medida para “suavizar” a los detractores del uso recreativo en Estados Unidos?
Sí, porque el sistema de marihuana medicinal se sostuvo durante muchos años en varios estados y le quitó el miedo a varias personas. El hecho de ver dispensarios regulados y limpios, además de gente que trataba sus dolores con la droga, hizo que muchos abrieran su mente. Eso no quiere decir que un país que legalice la marihuana medicinal tenga que legalizar el uso recreativo, son realidades distintas las de Estados Unidos y Costa Rica, ya que ustedes son un país de tráfico. Habría que analizarlo.
¿Cuál fue el punto de inflexión para los estados que saltaron del uso medicinal al recreativo?
Creo que ayudó mucho el hecho de que los estados que legalizaron lo hicieron a través de referendos y que tuvieron una buena experiencia con el manejo de la marihuana medicinal.
La legalización perseguía dos objetivos: primero, redirigir recursos de la policía a la atención de otros problemas y segundo, utilizar las ganancias de los impuestos para obras sociales.
¿Qué lecciones podemos aprender de los estados que se abrieron a la legalización?
Depende de qué tan progresistas sean ustedes en esta materia, ya que en Estados Unidos en las regiones del Sur aún debaten sobre la legalización porque son más conservadores. Cabe destacar que una encuesta nacional realizada este año reveló que 55% de los estadounidenses están a favor de la legalización de la marihuana.