Los salarios del INS
| Viernes 06 junio, 2008
Los salarios del INS
Marcello Pignataro
Se ha levantado alguna polémica por la decisión de la Junta Directiva del INS de aumentar los salarios, dentro de la institución, en rangos que van desde el 20% hasta el 44% en el mejor de los casos.
La decisión quizás fue precipitada, pero es lógica y era de esperar.
¿Por qué precipitada? Si bien la apertura del mercado de seguros ya fue aprobada por la Asamblea Legislativa, esta no ocurrirá sino hasta dentro de algún tiempo. La medida pudo haber sido estudiada y analizada con calma y luego tomarla. Quizás no ahora mismo, quizás dentro de un año.
¿Por qué lógica? Dado que la apertura sigue dejando al INS contra “tigre suelto” —básicamente porque no le permite realizar transacciones ni inversiones más allá de nuestras fronteras— el Instituto necesitará mantener a “la mejor gente” dentro de su planilla y, si bien se dice que el salario no es la única parte que motiva al empleado, un incremento de ese tipo hará pensar dos veces al funcionario antes de buscar otras alternativas laborales.
Si no lo hacen así, ¿de qué otra forma podría el INS competir contra los eventuales gigantes de seguros que se harán presentes en Costa Rica —aunque posiblemente, por el tamaño del mercado solo sean dos o tres— que sí podrán negociar tarifas corporativas para la región?
Ya el INS tiene que ir dejando —si no es que ya dejó — de pensar como empresa pública. Recientemente se mencionó que empezaron a abrir sus oficinas los sábados y ya se escuchan planes financieros que hablan de ganancias, pérdidas, etc. Ya el INS es, prácticamente, una empresa privada que está en el mercado para generar ganancias.
Hace algunos días salió en la prensa que el Ministerio de Educación busca capacitar más y mejor a sus profesores de inglés con la meta de que, en 2017, el 75% de los graduados de secundaria tengan un mejor nivel del idioma y se puedan incorporar más fácil y rápidamente al mercado laboral.
Una vez capacitados estos profesores —y considerando el salario que reciben del Estado— el que crea que seguirán trabajando en el Ministerio se gana todas las cajitas blancas de aquí a 2017. Entre más call centers lleguen al país, más rápido se van a pasar estos educadores al sistema privado, a ganar más, a recibir mejores beneficios, a tener un mejor ambiente laboral, etc.
El Estado estaría, entonces, capacitando a la gente para que se pase de acera.
Eso es, precisamente, lo que el INS busca evitar con el incremento salarial a sus empleados (espero, eso sí, que sea a los verdaderos “empleados estrella” y no al montón de vagabundos que otrora lo atendían a uno). Es cuestión de poco tiempo para que el ICE haga lo mismo —también con justa razón y por los mismos motivos.
Dice un eslogan que “Para ganar hay que jugar”. En este caso podríamos decir que “Para competir hay que pagar…y muy bien”.
Saliéndome un poco del tema, felicidades a todos los campeones morados. Ojalá que el remezón que se vive en la Liga colabore para que ese, y los demás equipos, nos la pongan un poquito más difícil para el año entrante.
Marcello Pignataro
Se ha levantado alguna polémica por la decisión de la Junta Directiva del INS de aumentar los salarios, dentro de la institución, en rangos que van desde el 20% hasta el 44% en el mejor de los casos.
La decisión quizás fue precipitada, pero es lógica y era de esperar.
¿Por qué precipitada? Si bien la apertura del mercado de seguros ya fue aprobada por la Asamblea Legislativa, esta no ocurrirá sino hasta dentro de algún tiempo. La medida pudo haber sido estudiada y analizada con calma y luego tomarla. Quizás no ahora mismo, quizás dentro de un año.
¿Por qué lógica? Dado que la apertura sigue dejando al INS contra “tigre suelto” —básicamente porque no le permite realizar transacciones ni inversiones más allá de nuestras fronteras— el Instituto necesitará mantener a “la mejor gente” dentro de su planilla y, si bien se dice que el salario no es la única parte que motiva al empleado, un incremento de ese tipo hará pensar dos veces al funcionario antes de buscar otras alternativas laborales.
Si no lo hacen así, ¿de qué otra forma podría el INS competir contra los eventuales gigantes de seguros que se harán presentes en Costa Rica —aunque posiblemente, por el tamaño del mercado solo sean dos o tres— que sí podrán negociar tarifas corporativas para la región?
Ya el INS tiene que ir dejando —si no es que ya dejó — de pensar como empresa pública. Recientemente se mencionó que empezaron a abrir sus oficinas los sábados y ya se escuchan planes financieros que hablan de ganancias, pérdidas, etc. Ya el INS es, prácticamente, una empresa privada que está en el mercado para generar ganancias.
Hace algunos días salió en la prensa que el Ministerio de Educación busca capacitar más y mejor a sus profesores de inglés con la meta de que, en 2017, el 75% de los graduados de secundaria tengan un mejor nivel del idioma y se puedan incorporar más fácil y rápidamente al mercado laboral.
Una vez capacitados estos profesores —y considerando el salario que reciben del Estado— el que crea que seguirán trabajando en el Ministerio se gana todas las cajitas blancas de aquí a 2017. Entre más call centers lleguen al país, más rápido se van a pasar estos educadores al sistema privado, a ganar más, a recibir mejores beneficios, a tener un mejor ambiente laboral, etc.
El Estado estaría, entonces, capacitando a la gente para que se pase de acera.
Eso es, precisamente, lo que el INS busca evitar con el incremento salarial a sus empleados (espero, eso sí, que sea a los verdaderos “empleados estrella” y no al montón de vagabundos que otrora lo atendían a uno). Es cuestión de poco tiempo para que el ICE haga lo mismo —también con justa razón y por los mismos motivos.
Dice un eslogan que “Para ganar hay que jugar”. En este caso podríamos decir que “Para competir hay que pagar…y muy bien”.
Saliéndome un poco del tema, felicidades a todos los campeones morados. Ojalá que el remezón que se vive en la Liga colabore para que ese, y los demás equipos, nos la pongan un poquito más difícil para el año entrante.