Llegó la hora de cambiar
La meta primordial no puede ser clasificar al mundial, sino establecer un proceso que nos asegure, a mediano plazo, que el fútbol costarricense viva un crecimiento
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 19 agosto, 2011
Tras la partida de Ricardo La Volpe, Costa Rica, una vez más y a menos de un año de empezar la eliminatoria, está prácticamente en el punto de partida.
El asunto no es nuevo, ha sucedido una y otra vez; algunas veces ya avanzada la eliminatoria, otras, como esta, en forma tempranera. Mientras tanto, la Selección de Costa Rica tan solo sigue siendo, como lo destacó LA REPUBLICA el pasado martes, una más, en una confederación de un muy cuestionado nivel, pero en la que nuestro equipo nacional siquiera puede garantizarnos un tercer o cuarto lugar (el del repechaje), que le permita clasificar al mundial. Porque ya todos sabemos que los dos primeros puestos tienen nombre: México y Estados Unidos.
Señores dirigentes del fútbol de Costa Rica, 21 años después del mundial de Italia 90, cuando Costa Rica realizó una muy digna presentación ante el mundo, el fútbol tico se encuentra estancado. Lo único que creció en el balompié de nuestro país desde entonces fueron los salarios de técnicos y jugadores, los presupuestos de los equipos, el número de legionarios, los futbolistas que se convirtieron en entrenadores y el ego del aficionado tico, que sigue pensando que tenemos una selección y equipos para grandes cosas, pero que al final siempre acaba decepcionado.
Señores dirigentes, ¿no creen ustedes que llegó la hora de cambiar? Participar por participar, buscando una clasificación a como dé lugar para luego decir que fuimos a otro mundial, aunque quedemos de últimos, no es el camino correcto a seguir.
Empezar por el camino adecuado significa hacer las cosas bien desde el principio; la meta primordial entonces y aunque suene duro, no puede ser la de clasificar al mundial, sino la de establecer un verdadero proceso que si de rebote nos da la clasificación sería magnífico, pero si no, que se mantenga y nos asegure que por lo menos a mediano plazo el fútbol costarricense mostrará un crecimiento.
La tarea es ardua. Se necesita escoger un buen técnico y darle permanencia en su puesto, que no dependa de los resultados inmediatos, sino del trabajo que vaya realizando y del crecimiento que vaya demostrando la tricolor.
Se requieren también muchas reformas; garantizar el sincero apoyo de los clubes al proceso, crear un torneo nacional competitivo y no mediocre como el actual, capacitación técnica y muchas cosas más, pero una fundamental, ganas sinceras de trabajar, de disciplina y de hacer las cosas bien.