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Viernes, 26 de abril de 2024



EDITORIAL


Llegamos a un punto crucial

| Sábado 14 septiembre, 2013




¿Quién se responsabiliza en ese caso del desperdicio de recursos públicos y de los desastres que debe soportar la población a causa de un sistema que no está funcionando?


Llegamos a un punto crucial

Los graves problemas suscitados por el abandono de años de nuestra red vial, llegan a un punto crucial. Las pérdidas (dinero, tiempo, contaminación…) son muchas y de diverso tipo y magnitud.
Es este uno más de la ola de problemas que le toca enfrentar a la presente administración, pero que se vienen produciendo desde gobiernos anteriores.
El actual colapso que terminó por impedir el paso por la vía de Circunvalación significa una pérdida de cerca de ¢10,4 mil millones, según cálculos elaborados y dados a conocer por este medio el viernes pasado.
Varias medidas de distinto tipo pondrá en marcha el gobierno a partir de ahora y por dos meses para tratar de aliviar en alguna medida el desastre que esto significa para la población.
Pero más allá de lo que sirvan o no estas medidas y de la forma en que se busque salir adelante de este nuevo trastorno serio relacionado con las tareas que son responsabilidad del MOPT, debe analizarse a fondo la inoperancia del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), por las razones que sean.
Su director, al referirse a los distintos proyectos viales que no avanzan, le ha manifestado a este medio que muchos proyectos ya licitados se suponía que iban a iniciar y no se ha podido, otros no continuaron porque hacen falta aprobaciones de adiciones a contratos para seguir trabajando, mientras otros tienen que pasar todos los procesos.
La pregunta en este punto, sin entrar a los detalles de cada caso, es si se debe permitir que una institución con toda una planilla de funcionarios debe seguir funcionando así, o si, por el contrario se deben tomar medidas inmediatas para una reingeniería profunda de la misma y en general de todo el MOPT.
¿Es aceptable que no se haga esto? ¿Quién se responsabiliza en ese caso del desperdicio de recursos públicos y de los desastres que debe soportar la población a causa de un sistema que no está funcionando?
Parece clarísimo que debieron tomarse medidas correctivas de toda la estructura y funcionamiento del Conavi desde la administración anterior, si es que se desea continuar con ella. Está claro que la entidad no ha dado el rendimiento que se planteó cuando fue creada.
Esta no es la única institución que necesita reestructuración a fondo en Costa Rica, pero nos referimos hoy a ella puesto que las cosas han llegado a situación límite.
Y, desde luego, las condiciones creadas por el cambio climático, no pueden aducirse como excusas, puesto que hace décadas se sabe que llegarían a producir efectos y el país debió prepararse para ello. Fueron y son los gobiernos los encargados de que eso se hiciera, con la debida conciencia de responsabilidad.
 







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