Liderazgo desafiante
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 17 marzo, 2009
Los atractivos naturales con que cuenta el país, la cantidad de áreas protegidas, la diversidad de su flora y fauna, la cercanía entre los destinos y las facilidades que existen, han convertido a Costa Rica en líder en competitividad turística a nivel latinoamericano.
Estos aspectos fueron resaltados recientemente por el Foro Económico Mundial, en su informe sobre Competitividad y Atractivo Turístico, el cual toma en cuenta a 133 naciones y analiza las facilidades que existen en cada una de ellas para el visitante.
El esfuerzo de las autoridades gubernamentales en las últimas décadas por convertir a la denominada industria sin chimeneas en el nuevo grano de oro costarricense ha dado importantes resultados. Muchas empresas han visto el potencial costarricense y han decidido instalarse en el país, la cantidad de extranjeros ha venido en constante aumento y esto ha generado un cambio de cultura en muchas regiones rurales, en donde las áreas verdes han pasado a ser destinos turísticos y no zonas de caza, de tala, o incluso de basureros a cielo abierto.
La distinción como líderes en competitividad turística latinoamericana, implica, sin embargo, una pesada responsabilidad.
Representa, entre otras cosas, la necesidad constante de innovar, de dar servicios cada vez más adecuados, que involucren desde carreteras y sistemas de comunicación de primer orden, hasta puertos y aeropuertos competitivos.
Implica además una adecuada competitividad en precios, una garantía en materia de seguridad —la cual actualmente ni siquiera existe para los nacionales— y las facilidades regulatorias que el sector requiere para establecer nuevas inversiones.
Esto lo han comprendido los países líderes en competitividad mundial. Por encima de Costa Rica, los ejemplos por seguir son más que evidentes: Suiza, Austria, Alemania, Canadá, España, Suecia, Estados Unidos…
Los ejemplos existen, y aunque Costa Rica se diferencia en mucho de ellos, también son abundantes los modelos que puede adoptar para que la industria sin chimeneas mantenga el fuego del interés extranjero encendido por mucho tiempo.