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EDITORIAL


Ley de tránsito de un país desarrollado

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 13 diciembre, 2008


Editorial


Finlandia es un país ejemplar en muchos aspectos. Es uno de los primeros en la calidad de vida de sus ciudadanos, con los indicadores sociales más altos del planeta.

No resulta extraño o insólito que el sistema de tránsito de Finlandia establezca multas según la capacidad de ingreso de las personas, por el contrario resulta más equilibrado.

El tiquete más caro cobrado en la historia de esa nación fue otorgado a Jussi Salonoja en Helsinki, en 2003, por conducir a 80 kilómetros por hora en una zona de 40 Km/h. El sistema legal finlandés establece la multa como un porcentaje del último ingreso reportado por el transgresor. Por este motivo, el señor Salonoja tuvo que pagar en ese momento 170 mil euros al Estado nórdico.

Nuestros diputados han establecido una forma cuestionable para sancionar a los costarricenses que irrespetan la ley. Han determinado que la mejor manera de hacer justicia es establecer montos altos, aplicados a cualquier persona sin distinción de su ingreso económico.

Es definitivo que a algunos les dolerá más mientras que para otros pagar seguirá siendo un chiste.

No justificamos bajo ninguna circunstancia que los costarricenses transgredan la ley, mucho menos cuando se ponen en riesgo vidas, sin embargo existen múltiples formas de resolver los problemas.

Consideramos necesario establecer sanciones más fuertes, sin embargo estas deben ser proporcionales a las posibilidades de cada individuo ya que el mismo espíritu de nuestra Constitución persigue la equidad e igualdad.

Aquí no se trata de defender al pobre que irrespeta la ley, sino de establecer sanciones que se sientan de igual manera en el bolsillo del infractor.

Por otra parte, cabe recordar que el aumento de las multas de tránsito en el pasado no ha logrado reducir la cantidad de accidentes por irresponsables que toman licor cuando manejan.

A final de cuentas, la suerte está echada, los legisladores han decidido al calor de la presión del momento aprobar una ley regresiva.

Es posible que los finlandeses estén equivocados, sin embargo juzgando por sus logros alcanzados como sociedad, su país parece ampliamente más desarrollado, equitativo y con mejor calidad de vida que Costa Rica.







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