Legislar con acierto
Con menos de un año de vigencia, quienes administran los recursos de la Banca para el Desarrollo se han dado cuenta de que el fin para el cual fue concebida no se ha cumplido
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 28 julio, 2009
Las opciones de muchos emprendedores y pequeños empresarios a nivel nacional de llevar a la práctica sus proyectos productivos se han visto limitadas por la falta de acceso a créditos. Esto es un mal que por muchos años ha aquejado a los costarricenses, quienes encuentran en la banca tradicional requisitos que van más allá de sus posibilidades, y que la reciente implementación del Sistema de Banca para el Desarrollo tampoco ha logrado solventar. Los recursos de este nuevo esquema pretendían precisamente facilitar las cosas a quienes necesitaban dinero para nuevos proyectos pero que por sus condiciones eran considerados de elevado riesgo, ya que son personas que por lo general no cuentan con propiedades o bienes que respondan como garantía. Con menos de un año de vigencia, quienes administran estos recursos se han dado cuenta de que el fin para el cual fue concebida no se ha cumplido. Existen supuestamente diversos yerros en la normativa aprobada desde el Congreso, que impiden que el dinero llegue fácilmente a los emprendedores, los cuales deberán ser solucionados. No es la primera vez que los legisladores por querer impulsar alguna normativa con rapidez, terminan aprobando leyes con problemas de fondo. Ya lo demostraron por un lado con la Ley de Tránsito, y ahora al parecer sucede lo mismo con la Ley de Banca para el Desarrollo, la cual a juicio de algunos banqueros, deberá atravesar una reforma para que el sistema pueda funcionar adecuadamente. Esto demuestra sin duda que querer hacer las cosas en forma expedita no necesariamente significa un triunfo. Pero más allá de esto, debe representar un fuerte llamado de atención para un Poder de la República que está llamado a ser serio y responsable en su trabajo, el cual no solo cuenta con los 57 representantes elegidos por el pueblo, sino que además posee un cúmulo importante de asesores, y cuenta con amplios espacios para consultar a todos los actores involucrados, de forma tal que el producto final sea para el beneficio de los costarricenses.