Latinos frenan guerra de divisas
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 05 noviembre, 2010
Latinos frenan guerra de divisas
Argentina, Brasil y México, los tres países latinoamericanos del G-20, reivindicarán la próxima semana en la Cumbre de Seúl medidas para frenar la guerra de divisas que ha reducido la competitividad de las exportaciones regionales.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, han dicho públicamente que aprovecharán la cita para pedir un acuerdo que reduzca la “guerra de monedas” que, consideran, está trasladando a América Latina los costos de otros países para superar sus respectivas crisis.
Lula anunció esta semana que asistirá a la Cumbre acompañado por la presidenta electa, Dilma Rousseff, con quien dice coincidir en que la fuerte apreciación del real se ha convertido en un grave problema que Brasil no puede solucionar unilateralmente.
“Estados Unidos y China están promoviendo una guerra cambiaria. Estados Unidos porque quiere resolver su problema (crisis económica) y China porque sabe que tiene su moneda muy desvalorizada”, aseguró Lula el miércoles en su primera rueda de prensa al lado de Rousseff.
El mandatario agregó que irá a Seúl “para luchar” y subrayó: “Si hasta ahora peleaban con Lula ahora tendrán que hacerlo con Lula y con Dilma (Rousseff)”.
Para Rousseff, el problema del cambio tiene que ser resuelto en los ámbitos multilaterales, debido a que las medidas unilaterales tienden a generar proteccionismo y a agravar la situación.
“Todos los países perciben que hay una guerra cambiaria y para eso no hay solución individual. La última vez que comenzó una política de depreciación competitiva hubo una guerra mundial”, dijo.
Hasta ahora Brasil ha rechazado que pueda devaluar su moneda artificialmente para recuperar su competitividad en el exterior y ha defendido el régimen de libre flotación del cambio.
Por eso ha limitado sus actuación en la llamada “guerra de divisas” a medidas puntuales para frenar el fortalecimiento del real.
La presidenta argentina también ha manifestado su interés en negociar un acuerdo en el marco del G-20 que impida que la devaluación de las monedas de los países desarrollados reduzca las exportaciones y la competitividad de América Latina.
Rio de Janeiro
EFE
Argentina, Brasil y México, los tres países latinoamericanos del G-20, reivindicarán la próxima semana en la Cumbre de Seúl medidas para frenar la guerra de divisas que ha reducido la competitividad de las exportaciones regionales.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, han dicho públicamente que aprovecharán la cita para pedir un acuerdo que reduzca la “guerra de monedas” que, consideran, está trasladando a América Latina los costos de otros países para superar sus respectivas crisis.
Lula anunció esta semana que asistirá a la Cumbre acompañado por la presidenta electa, Dilma Rousseff, con quien dice coincidir en que la fuerte apreciación del real se ha convertido en un grave problema que Brasil no puede solucionar unilateralmente.
“Estados Unidos y China están promoviendo una guerra cambiaria. Estados Unidos porque quiere resolver su problema (crisis económica) y China porque sabe que tiene su moneda muy desvalorizada”, aseguró Lula el miércoles en su primera rueda de prensa al lado de Rousseff.
El mandatario agregó que irá a Seúl “para luchar” y subrayó: “Si hasta ahora peleaban con Lula ahora tendrán que hacerlo con Lula y con Dilma (Rousseff)”.
Para Rousseff, el problema del cambio tiene que ser resuelto en los ámbitos multilaterales, debido a que las medidas unilaterales tienden a generar proteccionismo y a agravar la situación.
“Todos los países perciben que hay una guerra cambiaria y para eso no hay solución individual. La última vez que comenzó una política de depreciación competitiva hubo una guerra mundial”, dijo.
Hasta ahora Brasil ha rechazado que pueda devaluar su moneda artificialmente para recuperar su competitividad en el exterior y ha defendido el régimen de libre flotación del cambio.
Por eso ha limitado sus actuación en la llamada “guerra de divisas” a medidas puntuales para frenar el fortalecimiento del real.
La presidenta argentina también ha manifestado su interés en negociar un acuerdo en el marco del G-20 que impida que la devaluación de las monedas de los países desarrollados reduzca las exportaciones y la competitividad de América Latina.
Rio de Janeiro
EFE