Lanzar un negocio, buena estrategia
Fabio Parreaguirre fparreaguirre@larepublica.net | Miércoles 05 marzo, 2014
Oportunidad de acceso a ¢200 millones para apoyar emprendedores
Lanzar un negocio, buena estrategia
Crece preocupación por desempleo que generaría alza en costos
En un inicio de año difícil, es bueno tener un plan de emergencia por si la empresa para la que trabaja llega a reducir la planilla.
A eso, se sumará posiblemente la tasa de interés e inflación.
Usted puede evitar parte de esa tensión, si tiene un plan de emergencia.
Por eso, es buena idea tener un proyecto propio, prever un capital para inversión, y un plan inteligente de negocios para minimizar riesgos.
Salir adelante es viable, ya que existe apoyo para estas iniciativas.
Existen entes estatales y privados que ofrecen capacitaciones para impulsar el inicio de una pequeña empresa.
En el caso de los bancos, tienen asesores especiales para pequeños empresarios, que le ayudan a conseguir más que un préstamo.
Históricamente, la tendencia ha sido la de buscar trabajo, y generar dependencia de un patrón.
Sin embargo, los innovadores rompen barreras subjetivas como el temor al fracaso, el autosabotaje, la eterna posposición para poner un negocio propio y ver la posibilidad de un nuevo negocio como el camino al éxito.
Lanzar un nuevo negocio sin duda implica riesgo; no obstante, esto se puede minimizar con un plan adecuado.
Entre los factores están el de encontrar un nicho de mercado, incluso saber cómo innovar, para ofrecer algo fresco y diferente.
También está la cuestión financiera, que va desde calcular los posibles ingresos hasta los costos de operación.
Dar el paso de empleado a emprendedor, es la respuesta al momento que enfrentamos.
El incremento sufrido por los empresarios en las últimas semanas debido al tipo de cambio, motivó un encarecimiento de costos que llegan a cobrar factura en las planillas.
La semana anterior, entre Grupo Monge y Pipasa despidieron casi a 300 personas, en un mercado con pocas posibilidades de reubicación.
De hecho, en este momento, un 45% de los costarricenses piensa que el desempleo crecerá, según la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica, en su encuesta del Índice de Confianza al Consumidor.
Este sentir está justificado en la variación del 10% que sufrió el tipo de cambio durante enero, y el impacto que tendrá en precios, inflación y costo de financiamiento.
Esto provoca que las proyecciones de crecimiento de las empresas, se vean reducidas, y empiecen a recortar costos donde les resulte conveniente.
Fabio Parreaguirre
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