La unión aduanera de Centroamérica
| Sábado 03 noviembre, 2007
La unión aduanera de Centroamérica
Centroamérica constituye el cuarto destino de las exportaciones de Costa Rica, según datos de 2006 con un 13,8% del total exportado. Si incluimos a Panamá con un 3,3% representaría el 17,1%, y pasaría al tercer lugar cerca del segundo destino de las exportaciones, que es Asia con un 17,5%. En 2006 se exportaron a Centroamérica $1.131 millones y se importaron $455 millones, obteniéndose una balanza comercial favorable.
El comercio intrazonal entre los países de la región, en 2006, alcanzó los $4.500 millones. Centroamérica constituye el mercado natural de la producción nacional, por su cercanía geográfica, idioma, lazos familiares, fuertes relaciones empresariales y de inversión, que han permitido desarrollar un intercambio comercial creciente, y acumular experiencia exportadora para la conquista de terceros mercados.
La integración centroamericana se inició desde 1961 con la entrada en vigencia del Tratado General de Integración y a lo largo de estos 46 años se ha logrado consolidar el proceso de integración, el libre comercio de bienes y el arancel uniforme, venciendo los obstáculos propios de estos procesos.
La decisión de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua de suscribir un convenio marco, para el establecimiento de la unión aduanera, al cual se adherirá Costa Rica, y probablemente Panamá, es un paso de gran trascendencia que significa ir hacia una etapa de integración mucho más avanzada, que implica para los países tener claro el sentido de pertenencia y de un interés común.
El territorio aduanero ampliado fortalecerá la interdependencia entre los Estados, al conllevar hacia futuro el manejo conjunto en materia arancelaria, aduanera, medidas sanitarias, fitosanitarias y obstáculos técnicos al comercio, recaudación de ingresos aduaneros y la política comercial externa común, a la cual Costa Rica otorga un especial énfasis para impulsar su desarrollo económico y social.
La unión aduanera favorecerá la fluidez del intercambio comercial en la región, al permitir la libre circulación de bienes importados, una vez que ingresen por cualquiera de los países miembros, así como del comercio intrazonal, previa armonización de las distintas materias relacionadas con la circulación de mercancías, requisito que plantea la Unión Europea en la negociación del Convenio de Asociación con Centroamérica.
Este avance hacia una etapa mayor de integración implica, además, la transferencia de competencias a un ordenamiento jurídico comunitario, que adoptará decisiones de carácter vinculante.
Complace la decisión de establecer la unión aduanera, por la importancia que tiene para Costa Rica, su participación en el Mercado Común Centroamericano del que ha obtenido resultados positivos, no obstante, es conveniente su análisis para asegurar las posibilidades reales de avanzar de forma gradual y progresiva hacia una mayor integración económica.
Odalier Villalobos González
Economista y abogado
Cédula de Identidad: 4-084-588
Centroamérica constituye el cuarto destino de las exportaciones de Costa Rica, según datos de 2006 con un 13,8% del total exportado. Si incluimos a Panamá con un 3,3% representaría el 17,1%, y pasaría al tercer lugar cerca del segundo destino de las exportaciones, que es Asia con un 17,5%. En 2006 se exportaron a Centroamérica $1.131 millones y se importaron $455 millones, obteniéndose una balanza comercial favorable.
El comercio intrazonal entre los países de la región, en 2006, alcanzó los $4.500 millones. Centroamérica constituye el mercado natural de la producción nacional, por su cercanía geográfica, idioma, lazos familiares, fuertes relaciones empresariales y de inversión, que han permitido desarrollar un intercambio comercial creciente, y acumular experiencia exportadora para la conquista de terceros mercados.
La integración centroamericana se inició desde 1961 con la entrada en vigencia del Tratado General de Integración y a lo largo de estos 46 años se ha logrado consolidar el proceso de integración, el libre comercio de bienes y el arancel uniforme, venciendo los obstáculos propios de estos procesos.
La decisión de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua de suscribir un convenio marco, para el establecimiento de la unión aduanera, al cual se adherirá Costa Rica, y probablemente Panamá, es un paso de gran trascendencia que significa ir hacia una etapa de integración mucho más avanzada, que implica para los países tener claro el sentido de pertenencia y de un interés común.
El territorio aduanero ampliado fortalecerá la interdependencia entre los Estados, al conllevar hacia futuro el manejo conjunto en materia arancelaria, aduanera, medidas sanitarias, fitosanitarias y obstáculos técnicos al comercio, recaudación de ingresos aduaneros y la política comercial externa común, a la cual Costa Rica otorga un especial énfasis para impulsar su desarrollo económico y social.
La unión aduanera favorecerá la fluidez del intercambio comercial en la región, al permitir la libre circulación de bienes importados, una vez que ingresen por cualquiera de los países miembros, así como del comercio intrazonal, previa armonización de las distintas materias relacionadas con la circulación de mercancías, requisito que plantea la Unión Europea en la negociación del Convenio de Asociación con Centroamérica.
Este avance hacia una etapa mayor de integración implica, además, la transferencia de competencias a un ordenamiento jurídico comunitario, que adoptará decisiones de carácter vinculante.
Complace la decisión de establecer la unión aduanera, por la importancia que tiene para Costa Rica, su participación en el Mercado Común Centroamericano del que ha obtenido resultados positivos, no obstante, es conveniente su análisis para asegurar las posibilidades reales de avanzar de forma gradual y progresiva hacia una mayor integración económica.
Odalier Villalobos González
Economista y abogado
Cédula de Identidad: 4-084-588