La realidad le responde a don Oscar Arias
| Martes 11 mayo, 2010
La realidad le responde a don Oscar Arias
Un discurso hermoso presentó el presidente Arias ante la Asamblea Legislativa el pasado 1º de mayo, cuyo contenido contrasta radicalmente con la realidad que vivimos todos los costarricenses.
En razón del momento histórico en que le correspondió ejercer un segundo periodo presidencial, a don Oscar le correspondía abrir senderos, generar un nuevo modelo de desarrollo fundado en un Estado solidario y construyendo mejores oportunidades para las nuevas generaciones.
Pero eso no ocurrió. Durante estos últimos cuatro años creció la pobreza, la inequidad social y las políticas de desarrollo resultaron más excluyentes para miles de compatriotas. Hoy en día, los pobres son más pobres, y los ricos más ricos. Tenemos dos costarricas, dos tipos de educación; la de los ricos y la de los pobres; una Costa Rica de ciudad y otra rural con serios problemas sociales.
Cuando el presidente habló de desarrollo, de producción, no tomó en cuenta que durante su mandato, ese desarrollo marginó a zonas importantes de nuestro territorio.
Y en el ámbito de la promoción de la competitividad resaltan vacíos importantes, como la subejecución de los recursos del INA en un 70%, centro por excelencia en nuestro país para formar jóvenes profesionales y técnicos, particularmente de escasos recursos.
Se le olvidó al Presidente mencionar que el Sistema de Banca de Desarrollo surgió con serios vacíos y no ha llegado a los sectores que requieren su presencia. Tenemos un Consejo Nacional de Producción desvencijado y a punto de quiebra, mientras nuestros agricultores pasan por situaciones muy críticas que a muchos los tienen al borde de la ruina.
Don Oscar se siente satisfecho por la promoción de varios miles de nuevos policías y esa es su cuota a la seguridad del país. Por supuesto, promocionar más policías no es malo, pero ahí no acaban los problemas de seguridad, donde estamos teniendo un ascenso preocupante en el número de homicidios, que en el último cuatrienio pasó de siete a 11 por cada 100 mil habitantes.
Y en cuanto a las capturas importantes de drogas en alta mar, esos no son méritos nuestros. Eso se logra por la cooperación de Estados Unidos, porque nosotros no tenemos los instrumentos para enfrentar a los carteles de la droga.
El tema de la seguridad es suficientemente serio y grave para abordarlo en los términos en que lo hizo el Presidente de la República. El punto de partida es la generación de toda una política de Estado, con el correspondiente fundamento económico y técnico, que aborde el tema en toda su extensión y complejidad, y eso no lo hizo la Administración que concluyó.
Pero particularmente grave es la situación en el tema ambiental, donde evidentemente se actúa con una doble cara.
La administración Arias Sánchez pasará a la historia como la única, en los últimos 50 años, que no creó un solo parque nacional. Por el contrario, se empeñó en disminuir los límites de cuatro parques, declaró de interés público el proyecto minero las Crucitas, y la cacareada campaña de los 19 millones de árboles, es una labor que la ha venido desarrollando el sector privado.
Prueba evidente de que internacionalmente se conoce lo que realmente ha hecho esta administración en materia ambiental fue el fracaso en la consecución de $19 millones que se plantearon junto al lanzamiento de la proclama “paz con la naturaleza”. De la cifra mencionada no lograron recaudar ni $1 millón.
Esta es la realidad que vivimos los costarricenses y que se convierte en la mejor respuesta al mensaje presidencial.
Luis Fishman Z.
Diputado
Un discurso hermoso presentó el presidente Arias ante la Asamblea Legislativa el pasado 1º de mayo, cuyo contenido contrasta radicalmente con la realidad que vivimos todos los costarricenses.
En razón del momento histórico en que le correspondió ejercer un segundo periodo presidencial, a don Oscar le correspondía abrir senderos, generar un nuevo modelo de desarrollo fundado en un Estado solidario y construyendo mejores oportunidades para las nuevas generaciones.
Pero eso no ocurrió. Durante estos últimos cuatro años creció la pobreza, la inequidad social y las políticas de desarrollo resultaron más excluyentes para miles de compatriotas. Hoy en día, los pobres son más pobres, y los ricos más ricos. Tenemos dos costarricas, dos tipos de educación; la de los ricos y la de los pobres; una Costa Rica de ciudad y otra rural con serios problemas sociales.
Cuando el presidente habló de desarrollo, de producción, no tomó en cuenta que durante su mandato, ese desarrollo marginó a zonas importantes de nuestro territorio.
Y en el ámbito de la promoción de la competitividad resaltan vacíos importantes, como la subejecución de los recursos del INA en un 70%, centro por excelencia en nuestro país para formar jóvenes profesionales y técnicos, particularmente de escasos recursos.
Se le olvidó al Presidente mencionar que el Sistema de Banca de Desarrollo surgió con serios vacíos y no ha llegado a los sectores que requieren su presencia. Tenemos un Consejo Nacional de Producción desvencijado y a punto de quiebra, mientras nuestros agricultores pasan por situaciones muy críticas que a muchos los tienen al borde de la ruina.
Don Oscar se siente satisfecho por la promoción de varios miles de nuevos policías y esa es su cuota a la seguridad del país. Por supuesto, promocionar más policías no es malo, pero ahí no acaban los problemas de seguridad, donde estamos teniendo un ascenso preocupante en el número de homicidios, que en el último cuatrienio pasó de siete a 11 por cada 100 mil habitantes.
Y en cuanto a las capturas importantes de drogas en alta mar, esos no son méritos nuestros. Eso se logra por la cooperación de Estados Unidos, porque nosotros no tenemos los instrumentos para enfrentar a los carteles de la droga.
El tema de la seguridad es suficientemente serio y grave para abordarlo en los términos en que lo hizo el Presidente de la República. El punto de partida es la generación de toda una política de Estado, con el correspondiente fundamento económico y técnico, que aborde el tema en toda su extensión y complejidad, y eso no lo hizo la Administración que concluyó.
Pero particularmente grave es la situación en el tema ambiental, donde evidentemente se actúa con una doble cara.
La administración Arias Sánchez pasará a la historia como la única, en los últimos 50 años, que no creó un solo parque nacional. Por el contrario, se empeñó en disminuir los límites de cuatro parques, declaró de interés público el proyecto minero las Crucitas, y la cacareada campaña de los 19 millones de árboles, es una labor que la ha venido desarrollando el sector privado.
Prueba evidente de que internacionalmente se conoce lo que realmente ha hecho esta administración en materia ambiental fue el fracaso en la consecución de $19 millones que se plantearon junto al lanzamiento de la proclama “paz con la naturaleza”. De la cifra mencionada no lograron recaudar ni $1 millón.
Esta es la realidad que vivimos los costarricenses y que se convierte en la mejor respuesta al mensaje presidencial.
Luis Fishman Z.
Diputado