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La historia en juego

EFE | Sábado 29 junio, 2013


Brasil hizo un entrenamiento suave de cara al juego del domingo ante España por la final de la Copa confederaciones. Neymar, Fred, Oscar, David Luiz y Hulk fueron parte del mismo. Nelson Almeida-AFP/La República


La historia en juego

Brasil desea retomar el mando mundial, España marcar un nuevo Maracanazo

Las dos mejores selecciones frente a frente, la final esperada, la que todos anunciaban, Brasil en su cancha y ante su gente, ante España, vigente campeona del mundo y dueña de Europa.
El escenario es el mejor, el esperado, el idóneo, nada más y nada menos que el mítico Maracaná, de Río de Janeiro.
La selección brasileña realizó un entrenamiento suave a dos días de la final de la Copa Confederaciones. Neymar y el resto de los titulares se ejercitaron en el gimnasio y después trotaron levemente durante 15 minutos en el estadio São Januario, propiedad del Vasco da Gama.
El equipo brasileño realizará este sábado el reconocimiento de campo del Maracaná, en su última actividad antes de la final, que será la tercera seguida que juega en la Copa Confederaciones.
Neymar, delantero de la selección brasileña, dijo que España, rival en la final de la Copa Confederaciones, es “la mejor del mundo”, aunque advirtió que eso no significa nada en el campo.
“Brasil y España en cualquier campeonato son favoritos. Hoy España es la mejor selección del mundo, el favoritismo es suyo. Pero dentro del campo, hay que jugar al fútbol”, afirmó Neymar en una rueda de prensa.
El atacante de 21 años consideró que Brasil tiene que mantener su estilo de “regatear, atacar” y “hacer todo como en un entrenamiento, sin tener miedo de arriesgar”.
El futuro jugador del Barcelona apostó por una victoria de Brasil, aunque no quiso arriesgar a dar un resultado, y dijo que espera que “sea un partido que le guste a todo al que le gusta el fútbol”, puesto que ambas selecciones juegan al ataque.
España completó su último vuelo antes de regresar a casa. Tras acceder a la final empatando a cero con Italia, gracias a una perfecta tanda de penaltis en la que marcaron sus siete lanzadores, los internacionales españoles se pegaron un madrugón para abandonar el hotel de concentración en Fortaleza y partir en el vuelo chárter a Río una hora después.
Tras 2 horas y 50 minutos de vuelo, la Roja aterrizó en la ciudad que acoge la final de la Copa Confederaciones, donde sintió un clima diferente respecto a lo que ha sufrido la última semana en Fortaleza. Rebajó cinco grados de temperatura a los 32 que le acompañaban para pasar a 27.
Con Roberto Soldado prácticamente descartado para la final por el edema muscular que sufre, la atención se centra en la evolución de Cesc Fábregas. Vicente del Bosque no le forzó en semifinales con el deseo de que pueda ser titular en el Maracaná. El futbolista es optimista y según dijo a Efe piensa que podrá participar ante Brasil.
Fernando Torres, delantero internacional español del Chelsea, admitió el sufrimiento en semifinales ante Italia por “un planteamiento muy bueno” y aventuró que Brasil también “tendrá algo preparado” para intentar frenar el fútbol de la Roja en la final de Maracaná.
“Nunca se sabe si ya no va a haber nada más complicado que lo que vivimos en la semifinal. El partido se plantea en función del rival y en semifinales nos encontramos con una Italia que hizo un planteamiento muy bueno. Supo cómo jugarnos y nos hizo sufrir mucho. Brasil seguro que tiene algo preparado, pero confiamos en nosotros mismos”, dijo Fernando Torres.

Río de Janeiro
EFE







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