La crisis económica mundial y su efecto en el nivel de pobreza
| Miércoles 11 noviembre, 2009
La crisis económica mundial y su efecto en el nivel de pobreza
El mundo ha estado inmerso en una crisis financiera inicialmente, y posteriormente una crisis económica. Producto de dicha crisis, bancos han colapsado, han disminuido el consumo de bienes y servicios, así como la actividad turística, y se ha presentado una disminución, nunca vista en la actividad económica, con la secuela del despido de un gran número de trabajadores en todo el mundo y su consecuente efecto sobre el nivel de pobreza. Esta crisis se está convirtiendo en una crisis social y de desarrollo, representa un revés en la lucha contra la pobreza y pone en peligro los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), dado que los pobres son los más afectados y los más desprotegidos. Para millones de personas, se puede señalar que está en peligro su supervivencia. Por lo que se necesitan medidas globales que permitan reducir la duración y magnitud de la crisis económica mundial y disminuir las consecuencias negativas en el ámbito social y por ende en la lucha contra la pobreza.
La crisis mundial establece grandes exigencias sobre los presupuestos que financian gastos en el sector social, por lo que durante la misma, dichos presupuestos se verán afectados y la pobreza y la desigualdad social han aumentado como efecto directo de la crisis. El Banco Mundial indicó que la crisis de este año interrumpió un lustro de crecimiento económico en Latinoamérica y el Caribe, y provocó un aumento de 8,3 millones de pobres en Latinoamérica, de los cuales la mitad vive en México. De los 8,3 millones de nuevos pobres en América Latina, 3,6 millones serán personas que caerán en extrema pobreza, es decir que no dispondrán de ingreso suficiente para comprar la comida mínima necesaria. Hasta 2008 según el Banco Mundial, 181,3 millones de personas eran pobres en América Latina y el Caribe y de ese universo, 73,3 millones vivían en pobreza extrema. Durante el periodo de fuerte crecimiento, de 2002 a 2008, alrededor de 60 millones de latinoamericanos salieron de la pobreza y 41 millones de ellos dejaron la pobreza extrema. Por lo que hacia 2007 y 2008 se registró una reducción en las tasas de pobreza. No obstante, la reciente recesión mundial ha puesto fin a ese progreso. En América Latina y el Caribe, el desempleo urbano llegó al 8,5 %, la crisis financiera y económica mundial nos está induciendo a una crisis mundial del empleo, a un aumento de la pobreza y las desigualdades. No es adecuado hacer referencia a una determinada renta per cápita, si una cuarta parte de la población vive en la pobreza, otra cuarta parte en la miseria y una tercera parte está en la incertidumbre, dado que no sabe lo que le va a suceder.
Es fundamental minimizar la reducción de empleos, dar mayores facilidades para el crédito, mejorar la calidad de los programas sociales para los más desprotegidos, una mayor coordinación entre la política fiscal y monetaria, y una mayor protección a los sectores estratégicos vulnerables.
Bernal Monge Pacheco
Consultor externo
El mundo ha estado inmerso en una crisis financiera inicialmente, y posteriormente una crisis económica. Producto de dicha crisis, bancos han colapsado, han disminuido el consumo de bienes y servicios, así como la actividad turística, y se ha presentado una disminución, nunca vista en la actividad económica, con la secuela del despido de un gran número de trabajadores en todo el mundo y su consecuente efecto sobre el nivel de pobreza. Esta crisis se está convirtiendo en una crisis social y de desarrollo, representa un revés en la lucha contra la pobreza y pone en peligro los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), dado que los pobres son los más afectados y los más desprotegidos. Para millones de personas, se puede señalar que está en peligro su supervivencia. Por lo que se necesitan medidas globales que permitan reducir la duración y magnitud de la crisis económica mundial y disminuir las consecuencias negativas en el ámbito social y por ende en la lucha contra la pobreza.
La crisis mundial establece grandes exigencias sobre los presupuestos que financian gastos en el sector social, por lo que durante la misma, dichos presupuestos se verán afectados y la pobreza y la desigualdad social han aumentado como efecto directo de la crisis. El Banco Mundial indicó que la crisis de este año interrumpió un lustro de crecimiento económico en Latinoamérica y el Caribe, y provocó un aumento de 8,3 millones de pobres en Latinoamérica, de los cuales la mitad vive en México. De los 8,3 millones de nuevos pobres en América Latina, 3,6 millones serán personas que caerán en extrema pobreza, es decir que no dispondrán de ingreso suficiente para comprar la comida mínima necesaria. Hasta 2008 según el Banco Mundial, 181,3 millones de personas eran pobres en América Latina y el Caribe y de ese universo, 73,3 millones vivían en pobreza extrema. Durante el periodo de fuerte crecimiento, de 2002 a 2008, alrededor de 60 millones de latinoamericanos salieron de la pobreza y 41 millones de ellos dejaron la pobreza extrema. Por lo que hacia 2007 y 2008 se registró una reducción en las tasas de pobreza. No obstante, la reciente recesión mundial ha puesto fin a ese progreso. En América Latina y el Caribe, el desempleo urbano llegó al 8,5 %, la crisis financiera y económica mundial nos está induciendo a una crisis mundial del empleo, a un aumento de la pobreza y las desigualdades. No es adecuado hacer referencia a una determinada renta per cápita, si una cuarta parte de la población vive en la pobreza, otra cuarta parte en la miseria y una tercera parte está en la incertidumbre, dado que no sabe lo que le va a suceder.
Es fundamental minimizar la reducción de empleos, dar mayores facilidades para el crédito, mejorar la calidad de los programas sociales para los más desprotegidos, una mayor coordinación entre la política fiscal y monetaria, y una mayor protección a los sectores estratégicos vulnerables.
Bernal Monge Pacheco
Consultor externo