La Copa para el mejor
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Lunes 07 enero, 2013
La Copa para el mejor
No pudo tener mejor propietario la Copa del Café que el mejor tenista juvenil del mundo
Nikola Milojevic, el joven tenista serbio que en sus ratos libres se entrena con su compatriota Novak Djokovic, el mejor tenista del planeta, se impuso ayer en dos sets bastante diferentes, 7-5 y 6-2, al canadiense, Tommy Mylnikov, un matagigantes que no estaba sembrado entre los favoritos del torneo, y conquistó la edición 49 de la Copa del Café, en su tercer intento.
El talentoso tenista de Serbia, no pasó de la tercera ronda en sus dos ediciones anteriores, se quejó siempre del fuerte viento que “pega” en el Country Club, pero a la vez habló maravillas de esta competencia, que ahora quedó en sus vitrinas y que al obtenerla, lo convirtió de inmediato por el puntaje adquirido, en el mejor tenista juvenil del orbe.
Lo que supuso un rápido paseo de Nikola por la cancha estadio del Country, cuando logró una quiebra tempranera que lo puso 2-0 a su favor en el primer set, se convirtió pronto en un partido electrizante, cerrado y dramático, cuando Tommy puso en el rectángulo las fortalezas que lo llevaron a pararse en el juego final del evento.
Potencia en su brazo derecho; un primer servicio ganador que incluyó una pequeña ensalada de “aces”, pero también mostró Mylnikov su talón de Aquiles retratado en su flojo revés.
Lo cierto es que el 2-0 en favor de Milojevic de pronto se convirtió en un 2-2, que pasó a un 4-4 en un set totalmente equilibrado y sin favorito a pesar de que la siembra dictara otro supuesto.
En la recta final del set se marcó la diferencia, más mental que física de por qué el serbio es rey del planeta. Si bien es cierto Nikola dejó escapar su primera oportunidad de atrapar el set, sirviendo con ventaja 5-4 y permitió la quiebra de Mylnikov (5-5), en el siguiente juego el revés hundió al canadiense que en el momento clave del juego se desconcentró, perdió la ruta y entregó el servicio. Desde luego que con el 6-5 a su favor y sirviendo, esta vez el serbio no dejaría escapar la oportunidad, aunque tuvo que deshacerse de un incómodo 0-30 que lo tuvo en jaque y puso en vilo a la enorme concurrencia.
Milojevic incluso llegó a pararse a un metro de la net para parar metralla de Tommy, pudo empatar 40-40 y después se apoderó del primer set 7-5.
En el segundo parcial se repitió la historia en su arranque, quiebra de Nikola que a su vez gana el servicio y pasa arriba 2-0, solo que en esta ocasión no hubo reacción del canadiense, a quien sacaron de concentración un par de errores del cuerpo arbitral, cuando no se pusieron de acuerdo el juez de línea Angel Quesada con el juez de silla, Julio Cavero al cantar dos bolas apretadas. Mylnikov las vio adentro; ellos afuera; el público silbó pero lo cierto es que el segundo set se fue encaminado a un triunfo fácil del serbio que lo ganó 6-2, sin mucha resistencia de Tommy, dejado a su suerte. Mirando a los dos tenistas de pie en el escenario, parecía evidente que Mylnikov se sentía satisfecho de lo que había logrado y lo largo que había llegado, mientras que Milojevic entendió mejor lo que estaba en juego, la cima del escalafón mundial y aceleró para lograrla. Terminó el juego 7-5, 6-2 en favor del serbio, nuevo monarca de la Copa del Café.
Gaetano Pandolfo
gpandolfo@larepublica.net