La CCSS hay que defenderla
| Sábado 10 septiembre, 2011
La CCSS hay que defenderla
La Caja Costarricense de Seguro Social es la institución pública encargada de la seguridad social en la República de Costa Rica. Esta institución, que ha visto nacer a muchos costarricenses en los últimos 70 años, está en fase terminal debido al nacimiento y desarrollo de muchos carteles a lo interno de la institución, y a un grupo de políticos que gobiernan para que desaparezca.
Sin embargo… ¿se ha preguntado usted cómo serían nuestras vidas sin una Caja Costarricense de Seguro Social: universal, solidaria y accesible?
La Caja, como popularmente se le conoce, no podría coordinar los programas de prevención (vacunación, información, fumigación, etc.) y mucho menos ejecutar los de curación (cirugías, radioterapia, farmacia, exámenes clínicos, etcétera). Tampoco ofrecería los servicios de odontología, optometría, oftalmología y de laboratorio, que abarcan un gran sector de la población costarricense, y que, a partir de los años noventa, se ampliaron a la población inmigrante que habita en el país.
También estarían en peligro los empleos y las pensiones que reciben muchas personas por invalidez, vejez y muerte, así como también los que reciben un subsidio económico por medio del régimen no contributivo, el cual tiene como fin ayudar económicamente a aquellas personas cuyo ingreso mensual es inferior o igual al costo de la canasta básica vigente y que no hayan cotizado para ninguno de los seguros anteriores o no hayan cumplido con el número de cuotas reglamentarias.
Cabe explicar que los beneficios de este régimen se otorgan a personas adultas mayores con dependientes o sin ellos, personas inválidas, viudas desamparadas, menores huérfanos y a los ciudadanos con edades entre los 50 y 65 años de edad, que por razones bien fundamentadas se les imposibilita incorporarse a un trabajo remunerado y su condición económica no les permite satisfacer las necesidades básicas de subsistencia.
Está en nuestras manos como usuarios, salvar esta emblemática institución y empezar a buscar las instancias correspondientes para devolverle a la Caja la decencia, ética, honestidad, lealtad y respeto a los costarricenses.
El Gobierno de la República se ha comprometido y ha hecho algunos pagos para saldar la gran deuda que tiene con la CCSS, para que esta pueda tener los recursos financieros disponibles para su gestión, y poder hacer frente a todas sus obligaciones, salarios, infraestructura, medicamentos, etcétera.
Finalmente, está claro que esta crisis no se soluciona con una huelga, se soluciona con consensos, ideas, trabajo, transparencia, honestidad y, sobre todo, con el aporte de las personas que conocen de sistemas de seguridad social, que aman la institución y que con el paso de los años han dado alma, vida y corazón.
Luis Fernando Allen Forbes
Director ejecutivo
Asociación Salvemos el Río Pacuare
La Caja Costarricense de Seguro Social es la institución pública encargada de la seguridad social en la República de Costa Rica. Esta institución, que ha visto nacer a muchos costarricenses en los últimos 70 años, está en fase terminal debido al nacimiento y desarrollo de muchos carteles a lo interno de la institución, y a un grupo de políticos que gobiernan para que desaparezca.
Sin embargo… ¿se ha preguntado usted cómo serían nuestras vidas sin una Caja Costarricense de Seguro Social: universal, solidaria y accesible?
La Caja, como popularmente se le conoce, no podría coordinar los programas de prevención (vacunación, información, fumigación, etc.) y mucho menos ejecutar los de curación (cirugías, radioterapia, farmacia, exámenes clínicos, etcétera). Tampoco ofrecería los servicios de odontología, optometría, oftalmología y de laboratorio, que abarcan un gran sector de la población costarricense, y que, a partir de los años noventa, se ampliaron a la población inmigrante que habita en el país.
También estarían en peligro los empleos y las pensiones que reciben muchas personas por invalidez, vejez y muerte, así como también los que reciben un subsidio económico por medio del régimen no contributivo, el cual tiene como fin ayudar económicamente a aquellas personas cuyo ingreso mensual es inferior o igual al costo de la canasta básica vigente y que no hayan cotizado para ninguno de los seguros anteriores o no hayan cumplido con el número de cuotas reglamentarias.
Cabe explicar que los beneficios de este régimen se otorgan a personas adultas mayores con dependientes o sin ellos, personas inválidas, viudas desamparadas, menores huérfanos y a los ciudadanos con edades entre los 50 y 65 años de edad, que por razones bien fundamentadas se les imposibilita incorporarse a un trabajo remunerado y su condición económica no les permite satisfacer las necesidades básicas de subsistencia.
Está en nuestras manos como usuarios, salvar esta emblemática institución y empezar a buscar las instancias correspondientes para devolverle a la Caja la decencia, ética, honestidad, lealtad y respeto a los costarricenses.
El Gobierno de la República se ha comprometido y ha hecho algunos pagos para saldar la gran deuda que tiene con la CCSS, para que esta pueda tener los recursos financieros disponibles para su gestión, y poder hacer frente a todas sus obligaciones, salarios, infraestructura, medicamentos, etcétera.
Finalmente, está claro que esta crisis no se soluciona con una huelga, se soluciona con consensos, ideas, trabajo, transparencia, honestidad y, sobre todo, con el aporte de las personas que conocen de sistemas de seguridad social, que aman la institución y que con el paso de los años han dado alma, vida y corazón.
Luis Fernando Allen Forbes
Director ejecutivo
Asociación Salvemos el Río Pacuare