La cara menos amable de Facebook en una historia a gran velocidad
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 16 octubre, 2010
La cara menos amable de Facebook en una historia a gran velocidad
Facebook es un fenómeno social conocido en todo el mundo, pero no lo es tanto la historia de su creación ni la figura de su creador, Mark Zuckerberg, y eso es lo que hace David Fincher en la esperada “The social network”, una película bien construida, que se mueve a la velocidad de Internet.
Fincher, con un guion del siempre eficaz Aaron Sorkin, construye una historia trepidante, en la que tanto el personaje principal como los hechos que cuentan, se deslizan por la pantalla a un ritmo endiablado, lo que crea un ambiente de confusión que casa muy bien con el nacimiento y evolución de Facebook.
Sin embargo, ese punto fuerte es al mismo tiempo la gran debilidad de una película que resulta a ratos tediosa para quienes no estén interesados en los entresijos de la red social por excelencia.
Demasiado metraje además para la parte del litigio entre el que es considerado el creador de Facebook y los que le ayudaron en sus inicios.
Una historia con la que Fincher responsable de “Fight Club”, “Zodiac” o “The Curious Case of Benjamin Button” ha pretendido hacer un retrato personal de Zuckerberg, aunque lo que realmente se echa en falta son más datos sobre la vida de este genio de Internet.
Apenas un esbozo de las razones de un comportamiento tan extraño como extravagante, algo que Fincher no trata de ocultar ni de maquillar, por lo que el protagonista de la historia no sale para nada bien parado.
Zuckerberg (interpretado de forma convincente por Jesse Eisenberg) es un joven aislado del mundo, con pocos amigos por no decir ninguno, un genio de la informática, al que la ruptura con su novia lo lleva a buscar una venganza bastante infantil.
Y la encuentra creando una página web en la que los estudiantes de Harvard, la universidad donde estudia, pueden votar a sus compañeras de clase en función de su belleza.
Esa idea lo lleva a otra, el desarrollo de una página web en la que los estudiantes de su universidad puedan contactar y conocer más detalles los unos de los otros.
Para crear Facebook, Zuckerberg se basa en un proyecto que le proponen otros estudiantes de Harvard y además en el lado financiero es ayudado por su único amigo, Eduardo Saverin (Andrew Garfield, la nueva cara de Spiderman).
Tanto Saverin como los otros estudiantes se sienten traicionados por Zuckerberg, al que demandan.
El desarrollo de Facebook y las dos demandas son las dos historias paralelas sobre las que Fincher construye una historia de “flashbacks” y de personajes extremos, entre ellos Sean Parker, el creador de Napster, al que da vida el cantante Justin Timberlake.
Madrid / EFE
Facebook es un fenómeno social conocido en todo el mundo, pero no lo es tanto la historia de su creación ni la figura de su creador, Mark Zuckerberg, y eso es lo que hace David Fincher en la esperada “The social network”, una película bien construida, que se mueve a la velocidad de Internet.
Fincher, con un guion del siempre eficaz Aaron Sorkin, construye una historia trepidante, en la que tanto el personaje principal como los hechos que cuentan, se deslizan por la pantalla a un ritmo endiablado, lo que crea un ambiente de confusión que casa muy bien con el nacimiento y evolución de Facebook.
Sin embargo, ese punto fuerte es al mismo tiempo la gran debilidad de una película que resulta a ratos tediosa para quienes no estén interesados en los entresijos de la red social por excelencia.
Demasiado metraje además para la parte del litigio entre el que es considerado el creador de Facebook y los que le ayudaron en sus inicios.
Una historia con la que Fincher responsable de “Fight Club”, “Zodiac” o “The Curious Case of Benjamin Button” ha pretendido hacer un retrato personal de Zuckerberg, aunque lo que realmente se echa en falta son más datos sobre la vida de este genio de Internet.
Apenas un esbozo de las razones de un comportamiento tan extraño como extravagante, algo que Fincher no trata de ocultar ni de maquillar, por lo que el protagonista de la historia no sale para nada bien parado.
Zuckerberg (interpretado de forma convincente por Jesse Eisenberg) es un joven aislado del mundo, con pocos amigos por no decir ninguno, un genio de la informática, al que la ruptura con su novia lo lleva a buscar una venganza bastante infantil.
Y la encuentra creando una página web en la que los estudiantes de Harvard, la universidad donde estudia, pueden votar a sus compañeras de clase en función de su belleza.
Esa idea lo lleva a otra, el desarrollo de una página web en la que los estudiantes de su universidad puedan contactar y conocer más detalles los unos de los otros.
Para crear Facebook, Zuckerberg se basa en un proyecto que le proponen otros estudiantes de Harvard y además en el lado financiero es ayudado por su único amigo, Eduardo Saverin (Andrew Garfield, la nueva cara de Spiderman).
Tanto Saverin como los otros estudiantes se sienten traicionados por Zuckerberg, al que demandan.
El desarrollo de Facebook y las dos demandas son las dos historias paralelas sobre las que Fincher construye una historia de “flashbacks” y de personajes extremos, entre ellos Sean Parker, el creador de Napster, al que da vida el cantante Justin Timberlake.
Madrid / EFE