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Jueves, 25 de abril de 2024



EDITORIAL


La basura a debate

| Miércoles 06 agosto, 2014




Algunos expertos señalan las diferencias entre un proceso de incineración de residuos sólidos, que califican como muy contaminante, y uno de gasificación, escaso en contaminación y en riesgos para la salud humana


La basura a debate

Se ha generado una controversia entre la administración central y los gobiernos locales, a causa de la decisión de algunos de estos de generar energía a partir de residuos sólidos, sin la existencia de una reglamentación al respecto.
Las diferencias surgen porque el gobierno central sí considera necesario ese marco regulador (del cual pareciera que encontró solo un borrador), en procura de que la actividad se desarrolle en forma correcta, sin posibles riesgos para la salud humana o de contaminación del ambiente.
De ahí la moratoria decretada por el momento.
Los gobiernos locales aseguran que han presentado documentación técnica y legal a las autoridades pero al no existir una norma reguladora podría haber diferencias acerca de cuáles y cuántos requisitos deben contener dichos documentos.
La realidad es que sería importante que se pueda llegar a un acuerdo, ya que el país está muy necesitado de encontrar la manera idónea de generar electricidad a partir de residuos sólidos.
Sin embargo todo indica que habrá que esperar que la tecnología y las condiciones ofrecidas sean estudiadas, se regule la actividad, y que entonces la firma de contratos entre algunas municipalidades y las empresas que ofrecen el servicio beneficie a ambas partes sin riesgos.
Algunos expertos señalan las diferencias entre un proceso de incineración, que califican como muy contaminante, y uno de gasificación, escaso en contaminación y en peligros para la salud humana.
Por ello, una vez tomada la decisión política de contratar estos procesos, por la necesidad de los municipios de deshacerse de sus desechos sólidos, un marco regulador indicará las condiciones técnicas idóneas.
Es decir, que ojalá se resuelvan pronto las diferencias existentes entre los gobiernos central y locales, pero que el resultado sea una actividad puntualizada en los contratos que se firmen, en cuanto a qué tipo de tecnología se usaría.
Por otro lado al tratarse de un nuevo tipo de operación, deberán preverse los recursos necesarios para supervisar su funcionamiento y el ente responsable.
Tampoco se deben olvidar otros aspectos como la cantidad de residuos y con qué periodicidad se comprometerían las municipalidades a entregar a la empresa que brinde el servicio, ya que esas cantidades pueden variar, especialmente si los gobiernos locales cumplen con su responsabilidad de estimular y lograr que se reduzcan.







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