La zona cómoda
| Viernes 19 junio, 2009
La zona cómoda
¿Cuál es la razón detrás de la necesidad de repetir el mismo sabor en cualquier parte del mundo, al reproducir un estilo de comida con una consistencia casi perfecta?
Abrimos una ventana en un hotel de un país y vemos rótulos de restaurantes de comida rápida y menos rápida, que son los mismos que vemos al abrir la ventana de otro hotel en otro país… los mismos rótulos.
La globalización del sabor con la justificación del aumento de la exportación, los negocios y darle al mundo nuevos sabores, con la justificación de “hacer plata” (entiéndase por “mundo” a otros países diferentes en el vive quien exporta el concepto o franquicia) nos lleva a la homogeneización del gusto y consecuentemente a una zona cómoda que poco a poco se vuelve adictiva para las papilas.
Viajar antes era mucho más interesante que ahora, pues verdaderamente se descubrían de manera casi natural nuevas comidas, no había escapatoria.
Sin embargo la influencia de una cultura que casi siempre le tuvo miedo a lo foráneo porque no lo conocía o simplemente no lo entendía nos hace minuto a minuto más vagabundos y adormece la necesidad de descubrir y de crecer.
Sí, es cierto que por otro lado experimentamos una explosión gastronómica nunca antes vista, sin embargo esta explosión es menor comparada con el explosivo crecimiento de lo mismo por todos lados, si tan siquiera fuera saludable.
La zona cómoda de lo conocido, de lo repetido, de lo predecible. El acto mecánico de entrar, hacer fila, pedir el mismo “combo”.
No niego las ventajas ineludibles de este tipo de opción cuando solo se tienen 20 minutos para comer, entonces estamos claros… se compra tiempo, no comida.
La globalización del gusto tiene su riesgo pero ¿quién la para? Al final esta cultura occidental ha perfeccionado el arte de la autocomplacencia, del placer por sobre todas las cosas, de la masificación del gusto y de la zona cómoda, denunciarlo es una opción que tomo y volver la mirada a los artesanos del sabor, los sabores únicos y diferenciados que nos despiertan el entendimiento y las papilas gustativas una mejor opción cuando de comer se trata.
¡Buen provecho y hasta la próxima semana!
¿Cuál es la razón detrás de la necesidad de repetir el mismo sabor en cualquier parte del mundo, al reproducir un estilo de comida con una consistencia casi perfecta?
Abrimos una ventana en un hotel de un país y vemos rótulos de restaurantes de comida rápida y menos rápida, que son los mismos que vemos al abrir la ventana de otro hotel en otro país… los mismos rótulos.
La globalización del sabor con la justificación del aumento de la exportación, los negocios y darle al mundo nuevos sabores, con la justificación de “hacer plata” (entiéndase por “mundo” a otros países diferentes en el vive quien exporta el concepto o franquicia) nos lleva a la homogeneización del gusto y consecuentemente a una zona cómoda que poco a poco se vuelve adictiva para las papilas.
Viajar antes era mucho más interesante que ahora, pues verdaderamente se descubrían de manera casi natural nuevas comidas, no había escapatoria.
Sin embargo la influencia de una cultura que casi siempre le tuvo miedo a lo foráneo porque no lo conocía o simplemente no lo entendía nos hace minuto a minuto más vagabundos y adormece la necesidad de descubrir y de crecer.
Sí, es cierto que por otro lado experimentamos una explosión gastronómica nunca antes vista, sin embargo esta explosión es menor comparada con el explosivo crecimiento de lo mismo por todos lados, si tan siquiera fuera saludable.
La zona cómoda de lo conocido, de lo repetido, de lo predecible. El acto mecánico de entrar, hacer fila, pedir el mismo “combo”.
No niego las ventajas ineludibles de este tipo de opción cuando solo se tienen 20 minutos para comer, entonces estamos claros… se compra tiempo, no comida.
La globalización del gusto tiene su riesgo pero ¿quién la para? Al final esta cultura occidental ha perfeccionado el arte de la autocomplacencia, del placer por sobre todas las cosas, de la masificación del gusto y de la zona cómoda, denunciarlo es una opción que tomo y volver la mirada a los artesanos del sabor, los sabores únicos y diferenciados que nos despiertan el entendimiento y las papilas gustativas una mejor opción cuando de comer se trata.
¡Buen provecho y hasta la próxima semana!